Por Federico Cánepa
En estos siete días desde el primer partido oficial, el rojinegro tuvo tres presentaciones. En ninguno de ellos mostró la idea de protagonismo que desde las palabras, cuerpo técnico y jugadores, esgrimen querer llevar adelante.
Ni ante el Emelec por la Copa Libertadores, ni frente a Independiente y Huracán el conjunto de Sensini dejó ver un juego asociado y mucho menos una idea clara de juego. Lejos de reafirmar los buenos conceptos que lo llevaron a pelear hasta la última fecha del torneo Apertura, esta versión 2010 por ahora se acerca mucho más al equipo que sumó un punto de nueve en condición de local sobre la recta final del campeonato que al que tan bien lo hizo lejos del Coloso.
En los 270 minutos jugados hasta el momento, sólo se puede destacar y resaltar la solidez defensiva que entregaron Peratta, Schiavi e Insaurralde a los que se le sumó de gran forma Agustín Alayes. También en ese ítem podría sumarse a los volantes defensivos, llámese Diego Mateo, Lucas Bernardi o Hugo Barrientos. De ahí en adelante, poco y nada.
Tan sólo un par de situaciones creadas en los tres partidos, casi ninguna jugada de real peligro forzada desde la pelota parada para aprovechar la imponente altura que tiene en el plantel son algunas de las muestras de lo poco que se ha mostrado hasta la fecha.
Un desconocido Vangioni y poco participativo, por ahora, Estigarribia por la izquierda; ninguna solución por derecha sea con Roselli, Dolci o Sperdutti; una versión de Fórmica más cercana a la del Clausura pasado que lo llevó al banco de suplentes que a la de gran figura en el Apertura. Un Boghossian lento en sus movimientos y muy mal asistido en el juego. Y muy pocas soluciones, por ahora, desde el banco cada vez que ingresaron Nuñez, Torres, Sánchez Prette o quien sea.
Con todo esto queda claro que los jugadores están lejos de lo mostrado hace apenas dos o tres meses, pero muy cierto también es que el entrenador parece repetir los errores del Clausura pasado. Lento de reflejos para los cambios, pruebas y más pruebas que no le dieron resultado y por el momento con ningún punto de mejoría de un partido al otro llevan a pensar que, tanto Sensini como los jugadores, siguen de vacaciones.
Aún están a tiempo para despertarse, pero no les queda mucho. En la próxima semana se jugarán dos fechas del torneo y la definición de la llave ante los ecuatorianos. Pasarla de buena forma significará jugar la fase de grupos de la Copa y seguir con expectativas en el torneo, al fin y al cabo, los verdaderos objetivos para este semestre. Caso contrario, todo será cuesta arriba en el Apertura porque en un torneo tan corto, un par de derrotas en las primeras fechas te deja afuera de todo.
Capacidades para enderezar esto hay. Tanto en los jugadores como en el cuerpo técnico. Ya lo han demostrado. Sólo falta que dejen atrás la pretemporada y empiecen a jugar como lo hicieron en el Apertura, que los tuvo a noventa minutos de ser campeón.