Cambio de aire. Lo pidió y se lo concedieron. Marco Ruben jugará cedido a préstamo por un año en Atlético Paranaense de Brasil. Antes de emigrar el delantero extendió su contrato con Central, que expiraba en junio próximo, por un año más, hasta mediados de 2020.
Después de un año poco prolifero en lo individual, marcando apenas dos goles en 24 partidos (18 de Superliga, 4 de Copa Argentina y 2 de Sudamericana), el capitán canalla consiguió lo que se le había escapado en las dos temporadas anteriores: la Copa Argentina. Tras rendir la materia pendiente, ser campeón en el club que lo vio nacer como profesional, Ruben emigra con la conciencia tranquila.
El préstamo a Paranaense será con un cargo de 250 mil dólares, y con una opción de algo más de un millón de dólares. Además, en el convenio figuraría una cláusula que obligaría a los brasileños a desembolsar un dinero extra en caso de que se crucen con los auriazules en alguna competencia Sudamericana.
Escoltado por el presidente Rodolfo Di Pollina y el vicepresidente Ricardo Carloni, Marco Ruben comenzó a dar sus sensaciones de su segunda salida de Central. La primera fue a los 20 años por la simple necesidad de vender, ahora con 32 con la madurez necesaria de decidir por su cuenta.
“Es la etapa más importante de mi carrera, pero sentí que este paso lo tenía que dar. Es muy difícil por lo que significa dejar el club, la dirigencia me acompañó y entre las dos partes buscamos lo mejor para el club”, manifestó el delantero.
Ruben, visiblemente emocionado, explicó los argumentos que lo llevaron a tomar esta decisión de alejarse del Canalla.
“El motivo principal es que acá quiero estar bien, al cien por ciento. Sentí que en este último tiempo no lo podía dar. Tomé esta decisión porque sentía que era lo mejor para mí y para Central”.
Y agregó: “Todo lo que di dentro y fuera de la cancha fue con el corazón y las mejores intenciones. Salir campeón es un desahogo increíble. Darle esa alegría a la gente y al club fue impresionante”.
Ruben no aseguró nada de volver. Pero claro que en su interior está la chance de retirarse con la camiseta auriazul. Igual no quiso arriesgar nada sobre eso y puso al tiempo como testigo.
“El tiempo dirá si puedo volver a vestir la camiseta de Central. Siento un compromiso muy grande con la gente. Las palabras de aliento siempre fueron increíbles. Como hincha siempre pretendí que los jugadores que vinieran a Central estuvieran al cien por ciento, pleno”.
En cuanto a la consulta sobre con qué imágenes se queda luego de estos cuatro años Ruben enumeró momentos alegres y tristes.
“Haber vuelto nueve años después de mi primera salida, el primer gol oficial ante Tigre de local, las finales perdidas, festejos y fiestas familiares con los compañeros de 2015/16. Me llevo todos esos recuerdos en el corazón, de aquel grupo especial que conformamos. El último partido, la final. Mi primer gol en el clásico de 2015. Todos dejaron algo, alegrías y tristezas”, relató el atacante nacido en Fray Luis Beltrán.
Ya cerrando la conferencia, Ruben dejó a Central de lado y habló como jugador de Atlético Paranaense, su próximo destino.
“Arranca una nueva etapa en mi vida y tengo que brindarme con todo para Atlético Paranaense. Es un club muy ambiciosa para continuar mi carrera”, cerró el capitán Marco, el último soldado del Chacho que se marchó, al menos por un año, de su querido Central.
El capitán que se fue campeón
Marco Ruben cerró su segundo ciclo como jugador de Rosario Central. Después de cuatro años, el capitán se va campeón. Y eso entrega con sensación de tarea cumplida. De todos modos, por esas cosas que tiene el fútbol, no fue el mejor Ruben el que logró la Copa Argentina. Eso no le quita mérito ni brillo a esta vuelta por Arroyito. Pero nadie duda que el Ruben finalista de la misma competencia en 2015 ante Boca y 2016 frente a River, fue el emblema de un equipo que lamentablemente se quedó en el umbral de los merecimientos.
Desde su regreso, en la temporada 2015, el rendimiento de Ruben fue de mayor a menor. El delantero que venía de deambular por Francia y México en 2014, hizo 24 goles en 35 partidos con la casaca Canalla durante 2015. Y se anotó con otros 22 festejos en los 35 cotejos que disputó al año siguiente.
Las últimas dos temporadas no fueron buenas. Aparecieron las lesiones, el desgaste, la decepción y bajón lógico por las dos finales de Copa perdidas. Los números de Marco, menos que terrenales comparados con los anteriores: 5 goles en 22 encuentros en 2017; y sólo 2 conquistas en los 24 partidos de 2018.
Hoy, a los 32 años, Ruben se va una temporada a préstamo a Atlético Paranaense de Brasil. El delantero promete regreso y cierre de carrera profesional en Arroyito. Es su deseo, aunque en el fútbol hay cosas que no se pueden asegurar. Lo que nadie podrá discutir es que Ruben volvió a Central en plenitud, algo que muchos prometen pero pocos cumplen. Y por si fuera poco, fue capitán del campeón de Copa Argentina, el equipo que cortó una sequía de más de 20 años sin títulos. Ruben se ganó su lugar en el salón de los ídolos del Mundo Central, que siempre le estará agradecido.