Espectáculos

Sentimental, melódico e intensamente expresivo

Por Javier Hernández. “Romanzas Sinfónicas”, de Carlos Silvetti, es un disco de profundo sentir que surca paisajes y emociones adormecidas.


“Cuando Carlos Silvetti me convocó y escuché algunas de sus obras me quedé impactado por la calidad”, dijo Juanjo Cura.

Intensidad, amor, tristeza, deseo, melancolía, soledad, placidez, misericordia, paz, “plenitud”… Como se da en la vida misma.

Al atravesar esta obra, entregándose al pleno sentir, este cronista viaja sin moverse de su sillón, se sorprende con nuevos paisajes y colores, reinventa clásicas representaciones visuales –ahora más poderosas de lo que resultaron antes– y piensa en el famoso film de Michael Curtiz (Casablanca)…

Sentimental, melódico e intensamente expresivo se siente  cada minuto de esta gran pieza integral donde se alojan las 16 canciones que forman lasRomanzas Sinfónicas que Carlos Silvetti editó con producción artística y dirección musical de Juanjo Cura, y orquestación y piano del genial Leonel Lúquez. Una pieza que ejercita el pasado de una forma singular reubicando en su justo equilibrio los estados interiores postergados por el ritmo de la “sobremodernidad” (según el antropólogo Marc Augè, un presente muy volátil impide considerar las marcas del pasado y se hace difícil concebir el futuro).

Repleta de ideales la obra se inicia con “Amanecer” y atravesando emociones como la “Redención” y “Despedida” concluye con “Plenitud” un abanico de canciones que marcan el particular sentimiento que la obra explora y comparte generosamente.

Juanjo Cura dialogó con El Ciudadano sobre el proceso de producción de este disco único que demuestra que los ideales no son cosa del pasado.

—¿Cómo nace la idea de llevar estas composiciones pensadas para piano a una orquesta?

—Cuando Carlos (Silvetti) me convocó y escuché algunas de sus obras me quedé impactado por la calidad. Él quería grabar un disco y le ofrecí varias opciones: con piano solo, con una orquesta pequeña de cuerdas y piano o con la Orquesta Sinfónica. Seguimos hablando y me dijo “vamos a hacerlo a lo grande, llamemos a la Orquesta Sinfónica”. Él cuando toca el piano lo hace muy sinfónico por lo que este formato le viene perfecto; sin haber estudiado piano despliega un acorde y se va hasta la punta y vuelve con lo cual te da la idea que quiere que en ese lugar estén sonando instrumentos.

—Este disco recorre una gran gama de colores…

—Porque la libertad de Carlos al tocar es tan grande que por momentos había compases polivalentes e interpretar eso es realmente difícil, por lo que hubo que encontrar una medida de compases que nos sirviera a todos.

—El disco nunca se presentó en vivo, ¿tienen planeado hacerlo?

—Carlos hizo este disco porque es el sueño de su vida, tiene 73 años, es soltero y no tuvo hijos, y con esto apostó a un proyecto personal muy importante en su vida. Pero hacer una presentación en concierto tendría un costo tremendamente alto.

—Sorprende la aparición del tema “Redención” (quinto en la lista) que parece marcar un punto de inflexión en la obra…

—“Redención” es un tema extraordinario. Los títulos de los temas es otro asunto porque Carlos escribió más de dos páginas de posibles nombres y fuimos entre los dos buscando qué sentíamos y cuál era la coherencia. Cuando Carlos tocó “Redención” por primera vez me pareció muy interesante una intervención del piano que se oye en el medio de la canción que aparece muy decisiva, decidida y convencida. Y después salta a un vals extraordinario, que tiene una gran amplitud, es un baile, representa una fiesta. Si leés la composición ves esta resiliencia (capacidad de recuperarse de los malos momentos) que hace el piano donde salta a este vals. Es una de las dos rupturas del disco.

—Por su sonoridad, ¿la segunda ruptura podría estar en “Ela”  tema decimotercero?

—Sí. Esta canción está puesta adrede. “Ela” no era originalmente una bosanova sino un tema normal de 4×4, pero aparecía algo muy por debajo que se dejaba percibir en armonías y se veía en el dibujo de la melodía. Entonces le pedí a Leonel (Lúquez) que lo toque en ritmo de bossa y fue una bomba. “Ela”, es como Carlos ve a la mujer de Brasil, que tiene ritmo pero también ampulosidad. Los arreglos están muy bien, para mí es el arreglo más feliz del disco.

—No parece caprichoso que esta pieza esté al final del disco…

—Siempre me gustaron los penúltimos temas. En mis obras y discos los penúltimos temas son muy luminosos, mientras que los últimos tienden a ser reflexivos. Y en este disco estaba bueno esa especie de descanso porque tiene momentos dramáticos que se ven en temas como “¿Qué has hecho con mi soledad?” que es terrible y muy tenso; pero hay otros de candidez como “Primer amor”, que termina con un solo de violín maravilloso. La intervención de Leonel en “Ela” es maravillosa porque su piano no es sinfónico sino de jazz.

—Cuando se escucha de corrido el disco se siente en el cuerpo…

—La elección del orden del repertorio no fue fácil; Leonel, Carlos y yo hicimos un posible orden y no coincidían. Apelamos a buscar coincidencias porque la idea era aportar algunos momentos de frescura en temas más tensos.

—A pesar de los altibajos emocionales, es un disco absolutamente optimista. Sin querer filosofar… es como la vida.

—Así es. Así concibo yo mis propias producciones. Y así también es Carlos: un tipo que se dedicó a vivir la vida y a hacer cosas fuera de lo común.

Dream Team de la música

Sobre composiciones originales para piano de Carlos Silvetti, Romanzas Sinfónicas fue grabado en octubre de 2011 en el teatro Auditorio Fundación Astengo y contó con un equipo de respetados nombres de la música rosarina.

Entre los miembros del equipo, el pianista Leonel Lúquez brilló en la transcripción, arreglos, orquestación y piano, y Juanjo Cura  se ocupó de la producción artística y dirección musical de la orquesta sinfónica.

Entre los créditos también aparece el maestro Juan Rodríguez como asistente musical en grabación; Eduardo Guedes en grabación, mezcla y masterización, y producción ejecutiva del propio Silvetti, entre un gran grupo de músicos y técnicos.

Carlos Silvetti

Pianista y compositor Carlos Silvetti se considera, antes que todo, un melodista. La primera inspiración musical le llegó en su temprana adolescencia cuando, a los dieciséis años, conoció la obra Chopin Impressions del pianista estadounidense de jazz Erroll Garner. Desde ese momento Silvetti lleva compuestas más de 300 melodías. “Su genialidad creativa queda plasmada en el disco Romanzas Sinfónicas, el cual permite ingresar en su mundo más íntimo: el de su música, hasta ahora reservada para los suyos y refugiada en su corazón”, describe la página web del disco.

Acceder a la experiencia

Todavía no disponible en las disquerías, en la actualidad Romanzas Sinfónicas –producto de una conjunción de trabajo absolutamente independiente–,  puede adquirirse exclusivamente a través de internet ingresando a la página web www.arteyfilosofia.com donde por medio de una serie de simples pasos se accede a la descarga directa o reserva del trabajo para ser enviado a domicilio por correo ordinario a todo el país. Además el sitio ofrece, sin costo alguno, la posibilidad de escuchar online algunos fragmentos de la obra.

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