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Separan a la seccional 25ª de pesquisa por un crimen

Estaba a cargo de la investigación de la muerte de Juan Castro, ocurrida en Villa Gobernador Gálvez.

La investigación por el asesinato de un muchacho de 22 años, ocurrido el domingo pasado en Villa Gobernador Gálvez, tuvo un inesperado giro ayer, luego de la declaración de un pibe de 17, señalado como autor del crimen, ante la jueza de Menores 1ª, María del Carmen Mussa. La magistrada dispuso que el chico quede alojado en el Irar, pero también pidió separar de la pesquisa a la seccional 25ª, con jurisdicción en la zona del crimen, por presuntas irregularidades en el marco de las medidas tomadas para intentar esclarecer el hecho; y denunciar el caso en la delegación sur de la dirección de Asuntos Internos. En tanto, las actuaciones ahora están en manos de la sección Homicidios dela URII.

El pibe de 17 años, que era buscado por el homicidio de Juan Castro, acribillado a balazos el domingo pasado en la esquina de General López y Mendoza, de Villa Gobernador Gálvez, tras ser señalado por una chica de 14 que, según fuentes del caso, mantenía una relación sentimental con la víctima, declaró anteayer ante la jueza de Menores 1ª y tras esto quedó alojado en el Instituto de Recuperación del Adolescente Rosario (Irar).

En un primer momento la hipótesis policial apuntó el crimen hacia una disputa amorosa, versión que fue perdiendo contundencia a medida que avanzó la pesquisa, que ahora se inclina hacia una vieja rivalidad entre dos familias de la zona que estaría referida a la venta de drogas.

Hasta el momento, las únicas declaraciones judicializadas pertenecen al menor imputado, que fue indagado anteayer, y a su madre, quien respondió preguntas ante la jueza Mussa en calidad de testigo. Ambos indicaron que en el horario del crimen se encontraban en un centro de salud para realizar curaciones a una herida de bala que –según el pibe– recibió en el brazo el 31 de julio pasado.

En tanto, fuentes judiciales informaron que ya está citada la chica que sindicó al menor y a otros dos masculinos —uno de ellos identificado y oriundo del barrio Las Flores— como autores de los disparos que terminaron con la vida de Castro.

La jueza María del Carmen Mussa confirmó ayer que el menor se presentó en su juzgado acompañado de una abogada particular y que previo a ello ya había ordenado allanamientos y su inmediata detención. La magistrada también indicó que por una “irregularidad” ordenó separar de la investigación a la seccional 25ª de Villa Gobernador Gálvez, con jurisdicción en la zona del asesinato, y que  radicó una denuncia en la delegación sur dela Direcciónde Asuntos Internos dela Policíaprovincial.

La irregularidad estaría dada en la versión dada a conocer tras el crimen, que fue vinculado a una disputa amorosa y la negativa al supuesto hecho de venganza por venta de estupefacientes. Además, se investiga el accionar de los agentes que fueron a allanar el martes por la noche la vivienda del pibe señalado como presunto homicida. El operativo dio resultado negativo, pero anteayer, voceros del caso sostuvo que el chico deslizó que la noche previa a presentarse en Tribunales “arregló” con uniformados presentarse en forma espontánea al día siguiente, hecho que cumplió.

Ocho tiros para morir

Según el relato que una piba de 14 años brindó en sede policial, cerca de las 18 del domingo pasado estaba en la puerta de su casa cuando vio que se acercaba a pie Juan Castro, con quien había comenzado una relación sentimental hacía unas dos semanas, a quien ya había visto pasado el mediodía de esa jornada.

La chica sostuvo que el joven de 22 años caminaba con dirección oeste por calle General López y al llegar a la intersección con calle Mendoza apareció una moto Yamaha Cripton color negra con dos ocupantes que descendieron del rodado. Tras ellos detuvo la marcha un Renault 19 color bordó, del cual bajó un hombre que la chica dijo conocer del barrio.

Los tres –siempre según el relato de la chica– desenfundaron armas de fuego que llevaban ocultas entre sus ropas y dispararon contra Castro, que cayó gravemente herido y fue trasladado en un auto particular al hospital Gamen, donde falleció un rato después producto de ocho impactos de bala.

Fuentes allegadas a la pesquisa indicaron que tanto la familia de la testigo como la del imputado mantenían una disputa de larga data. También se indicó que el menor detenido en el Irar conocía a la joven que lo sindicó, y que ya habían tenido entrecruzamientos por cuestiones de familia.

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