Cinco personas fueron asesinadas en las últimas horas en el departamento Rosario en cuatro hechos de ataques armados, al menos cuatro de ellos sin intención de robo y con signos de sicariato, lo que elevó a 14 el número de víctimas en los primeros doce días de septiembre, con lo que superó la cantidad de homicidios que hubo en agosto.
Las últimas cinco víctimas fueron varones baleados en la vía pública en ataques que dejaron a otras cinco personas heridas, dos de ellas internada en estado reservado.
El quinto fallecido es un taxista ultimado en barrio El Churrasco. Sergio Gabriel Palma, de 53 años, recibió múltiples disparos en Cavia y Larrechea. Fiscalía no descarta hipótesis, entre ellas la del robo.
La mayoría de los doce asesinatos ocurridos en lo que va del mes se investiga como venganzas o disputas territoriales entre grupos violentos, en algunos casos ligados al mercado ilegal de drogas. También conflictos interpersonales dirimidos a cuchillazos.
Uno de los crímenes ocurrió cerca de las 21 de este viernes en Maestros Santafesinos al 4700, calle también conocida como 412, en barrio Grandoli, cuando un grupo de personas que estaba en la calle fue atacado desde un auto del cual efectuaron múltiples disparos.
Carlos Matías Báez, de 35 años, murió al recibir disparos en el pecho y el estómago, mientras que Luis F. (36), Emanuel S. (39) y Juan Carlos E. (39) permanecían internados en el hospital Roque Sáenz Peña con múltiples heridas. Los agresores escaparon en el auto y no había detenidos por el hecho, añadieron las fuentes.
Casi a la misma hora pero en el barrio Santa Clara, en el extremo oeste, tres jóvenes que estaba en la calle fueron baleados por tres personas no identificadas que se movían a pie a metros de Colombres y 27 de Febrero. Iván Francisco “Diente” Leguizamón tenía 24 años y murió por heridas de arma en el pecho, mientras que Agustín Fernando C., de 23, estaba internado en estado reservado en el Heca y Carlos S. (21) se encontraba estable con una herida en el pie.
Otras dos víctimas de la violencia letal registras en las últimas horas en el Gran Rosario fueron ultimadas con disparos en la cabeza cerca del cementerio municipal de Granadero Baigorria.
Fueron Ezequiel “Peca” Arrúa (32), y Osvaldo “Chupete” Ibarra (48) y voceros del caso indicaron que sus cuerpos acribillados fueron encontrados a la 0.30 de este sábado, ante un llamado de alerta a la central de emergencias 911.
En la misma localidad fue asesinado 24 horas antes el barra de Newell’s Marcelo “Coto” Medrano (44), ex convicto por narcotráfico con incidencia en el narcomenudeo en la zona norte de Rosario y también en ciudades de la zona norte del Cordón Industrial. No descartaban que hubiese un vínculo entre ambos casos.
Septiembre rojo
El 1° de septiembre, Leandro Lucas López, de 29, murió en el Heca tras ingresar en grave estado por una herida de arma blanca en el abdomen que le provocó la perforación del hígado, y un traumatismo de cráneo. López fue atacado el 28 de agosto en Cabildo al 1500, en Pueblo Esther, que pertenece a la Departamental Rosario.
Dos días después, el 3, Brandon Soraire, de 20, fue asesinado a machetazos en pasaje Cerrillos al 3900, en la Vía Honda. Se presume que fue atacado por dos personas que lo conocían. El abuelo de uno de los agresores fue imputado por facilitar el arma con la que se cometió el homicidio, en tanto que la casa del sospechoso fue quemada por vecinos.
Al día siguiente Mauricio “Narigón” López, de 32, fue asesinado de múltiples disparos de personas que tras emboscarlo huyeron en una moto. Ocurrió en el quiosco de la víctima, en pasaje 1758 al 2200, de barrio Santa Lucía. Narigón falleció en el Policlínico San Martín por dos heridas de arma de fuego en el hemitórax izquierdo y tres en las piernas.
El 5 de septiembre Natalí Macarena Blanca, adolescente de 17, fue asesinada de dos balazos en calle Labardén (Olivé) al 2500, en barrio Empalme Graneros. Dos personas en moto efectuaron los disparos contra la casa de la chica, que recibió heridas en el estómago y en las piernas.
El 6 de septiembre fue el turno de Jesús Mario Santa Cruz, de 25: recibió varios tiros en México y La República cuando estaba junto a otras personas. Los agresores dispararon desde un auto en movimiento.
El 8 de septiembre la ejecución de Lucas Daniel Benítez, de 17 años, fue particularmente cruenta. En la vereda de Biedma al 1000, barrio Matheu, recibió cinco tiros en la cabeza. El cuerpo presentaba otras cuatro heridas de arma de fuego y los agresores se movilizaron en un auto.
Casi a la misma hora en calle 1716 al 2200, otra vez en barrio Santa Lucía, Jésica Elizabeth Duarte, de 33, recibía un tiro en el pecho y otro en una pierna en su granjita. Los agresores llamaron y dispararon en medio de un corte de luz.
En 12 de Octubre al 1200, en Villa Gobernador Gálvez Esteban Guibas, un joven de 22, recibió un tiro en la cabeza el jueves 10 por la noche, cuando estaba adentro de una casa con otras dos personas. Murió en la madrugada del día siguiente en el Heca. Investigadores enmarcan el ataque dentro una disputa territorial entre dos bandas.
Oficial, 141 en 2020 contra 168 en 2019
Según los datos del Observatorio de Seguridad Pública de Santa Fe, en lo que va del año se registraron 141 homicidios en el Departamento Rosario.
En los 12 días de septiembre ocurrieron 14 asesinatos, tres más que en todo el mes de agosto.
En tanto, los registros públicos mostraron que para el mismo período (enero-septiembre), el año pasado se habían reportado 168 homicidios en el Gran Rosario.
El departamento más poblado de la provincia de Santa Fe, que desde el pico de 2013 igual exhibe una tasa de homicidios alta vinculada con la disputa narco y la violenta resolución de conflictos interpersonales, inició el año con gran número de casos.
En enero se registraron 23 asesinatos y en febrero 27, números que se redujeron durante los meses de aislamiento social, preventivo y obligatorio por la pandemia de coronavirus.
El ministro de Seguridad provincial, Marcelo Sain, advirtió en mayo pasado, cuando los crímenes se habían reducido, que “las razones de estos delitos no desaparecen con la pandemia” y explicó que “la inviabilidad del sistema policial para dar cuenta de ello tampoco desaparece”.
“Ahora volvemos a una situación donde las razones del desfasaje entre la problemática criminal y la capacidad de respuesta del sistema institucional quedan incólumes”, agregó, y las estadísticas oficiales comenzaron a confirmarlo.
En junio hubo 18 asesinatos en el departamento Rosario y un mes después ocurrieron 22, casi la misma cantidad que en enero.