Identidad, es el primer punto que debe resolver Central si quiere liberarse de tantas presiones. Central siente que sigue siendo de Primera división, tiene a Mostaza Merlo como técnico, cuenta con jugadores como Luciano Figueroa y Cristian González con contratos propios de la elite del fútbol argentino y más. Su gente que revienta el Gigante cada vez que se presenta su equipo en Rosario, e insiste con una causa perdida (confirmado anoche en reunión extraordinaria del Coprosede) y que tiene que ver con la presencia de hinchas visitantes. Los dirigentes que insistentemente piden atención desde la AFA, por la gente, para postergar el inicio del torneo, por los árbitros y demás. Lo que que no se dan cuenta es que CENTRAL YA NO ES UN EQUIPO DE PRIMERA DIVISIÓN, al menos hasta conseguir el ascenso es de la Primera B Nacional, y ahí es donde debe acomodarse y no vivirlo como un trauma administrativo.
El problema es que no logra imponer su supuesta JERARQUÍA en la cancha. Es más, hoy su historia y el RECELO manifiesto por su pueblo para jugar el Nacional despertaron la ira de sus rivales, que juegan contra Central un torneo paralelo. Se trata de bajar al MONSTRUO , y eso le proporciona una notable motivación.
Está claro que un triunfo, dos derrotas y tres empates, solamente le dan aire a Merlo porque el torneo es muy parejo (anoche San Martín perdió en San Juan con Chacarita) y también porque no hay un CANDIDATO IRRESISTIBLE para sucederlo. La CAI llegará el lunes al Gigante, ganar será una obligación para Central. Ya no cuenta aquello de jugar 20 minutos bien en Córdoba, ganar en Rafaela abrazado al resultado, o dominar a Brown en la primera etapa. La fórmula es ganar y ganar. Que cuente con Figueroa y el Kily en sus filas no le ofrece catagoría de Primera, si ellos mantienen su nivel de segunda, es más hoy suelen ser la carnada que tienen los rivales para agrandarse.
O se adaptan a la CATEGORÍA actual, y dejan de pensar como un equipo de PRIMERA, o el sufrimiento no va a parar.
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