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Sergio Massa y el Frente Renovador definen su futuro en Parque Norte

A las 11 comienza el encuentro que definirá el futuro del tigrense entre los convites del kirchnerismo, las propuestas del macrismo y el fortalecimiento de Alternativa Federal

La historia política de Sergio Massa está repleta de altibajos. Luego de ser el Jefe de Gabinete que eligió Cristina Fernández para reemplazar a Alberto Fernández durante la primera parte de su gestión, partió de la administración nacional generando un espacio que albergó las expectativas del peronismo no kirchnerista que vio en él una carta para apostar a la renovación. Se quedó en el Frente para la Victoria para mantener el poder en Tigre, donde fue reelecto en el 2011 y desde allí empezó a pensar en su proyección nacional.

Su figura empezó a crecer y tocó su punto de máxima exposición cuando venció al entonces oficialismo en las elecciones legislativas del 2013. Era el hacedor del primer Congreso en que el kirchnerismo perdía su poderío indiscutido y, gracias a una gran exposición mediática, se convirtió en articulador de la oposición con algunos movimientos que quedaron muy presentes en la historia legislativa reciente.

En 2015 se reunión con José Manuel De la Sota y Roberto Lavagana dando origen al espacio UNA, una fuerza que se proponía como alternativa al ya instalado concepto de “grieta” que comenzaba a limitar el panorama nacional entre dos opciones bien marcadas: el macrismo por un lado y el kirchnerismo por otro. Hubo, desde entonces, muchos tironeos y juegos de seducción que empezaron a amenazar con hacer hacer a un espacio que todavía no alcanzaba a tomar forma definitiva. Daniel Scioli le “robaba” algunos alfiles bonaerenses y no eran pocos los sectores empresarios que le pedían que uniese fuerzas con Mauricio Macri. No lo hizo, quedó posicionado en tercer lugar tras obtener el 21% de  los votos en las últimas presidenciales.

Al comienzo de la gestión Macri, él y su espacio conformaron un grupo en el que el oficialismo se apoyó para aprobar todas las leyes que consideraba de importancia institucional para su proyecto. Ese apego en la práctica que se contradecía con un discurso crítico a la gestión le empezó a restar credibilidad en el electorado y “soldados” en el armado político. Cuando terminó su mandato en la cámara baja intentó volver a representar “la avenida del centro” en medio de una disputa polarizada. Se unió con Margarita Stolbizer e intentó competir por una banca en el Senado. Obtuvo el 15,53% de los votos, quedando tercero en todo el territorio bonaerense, incluso en Tigre. Muchos referentes se alejaron del espacio y a Massa se le fue achicando la cancha.

Ya sin responsabilidades institucionales, el tigrense se “guardó” durante un tiempo prudencial y lentamente logró que su figura comenzase nuevamente a ser requerida por aquellos sectores del peronismo odiosos a un acuerdo con el kirchnerismo. El año pasado volvió a la cancha de la mano del armado de Alternativa Federal, espacio del que es uno de sus fundadores junto a Juan Schiaretti, Juan Manuel Urtubey y Miguel Ángel Pichetto. Su figura volvió a crecer y, en un nuevo panorama electoral que anticipa un reñido resultado, su nombre empezó a sonar en todas las mesas políticas del país.

El kirchnerismo lo quería convencer de ser el candidato a gobernador bonaerense del espacio encabezado por Alberto Fernández, también le habrían propuesto enfrentar en las PASO a la fórmula Fernández – Fernández y así dar batalla al macrismo. Desde el oficialismo, le habrían propuesto un acuerdo para pegar su candidatura presidencial a la boleta que lleva a María Eugenia Vidal a la gobernación, algo que dio buenos resultados en la elección jujeña del año 2015 que consagró gobernador a Gerardo Morales. Pero Massa reafirmó sus intenciones de ser el candidato de un espacio alternativo. El martes, en Córdoba dijo que quería ser el hombre elegido de Alternativa Federal, pero ató su decisión a la voluntad del Frente Renovador. En el horizonte no hay otras posibilidades que las mencionadas, aunque no se descarta que el propio Massa guarde una carta para hacerla jugar en la discusión, a último momento.

Desde las 11 de la mañana del jueves 30, el espacio fundado por el tigrense debará definir qué es lo más conveniente para todos en esa fuerza que Massa fundó y a la que le dará la potestad de definir su futuro.  Con Marco Lavagna como (imaginable) última baja, los referentes del Frente Renovador (entre los que hay diputados, senadores, intendentes y representantes de todas las provincias) dirán qué debe hacer Sergio Massa con su futuro en base al menú de ofertas que llegan a su oficina de modo cotidiano. Los ojos de la política argentina se volverán a posar sobre él. Será en Parque Norte, el escenario en el que los armados electorales para el 2019 parecen comenzar a tomar rumbo definitivo.

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