El pianista y cantautor brasileño Sérgio Mendes, referente de la bossa nova y de su cruza con otros géneros a nivel internacional, es el objeto de un documental sobre su carrera y su vida personal que podrá verse a partir de este martes, a las 20, en la señal HBO y en la plataforma de streaming HBO GO, y que sintetiza lo que para él es su «legado para que las futuras generaciones abracen y se apropien de la música».
Se trata de la película Sérgio Mendes: En el tono de la alegría, que además habla sobre «cómo pasamos siempre por momentos oscuros en la vida, pero también de esperanza», reveló en diálogo con la agencia de noticias Télam el artista nacido en Niterói y que en febrero pasado cumplió 80 años.
Discípulo y colega de leyendas de la música popular de Brasil como Tom Jobim y Milton Nascimento, Mendes dio un giro en su carrera cuando la dictadura instaurada tras el golpe militar de 1964 que derrocó al gobierno de João Goulart lo obligó a exiliarse en Estados Unidos.
Allí, el cantautor saltó a la fama internacional gracias a la reinvención de su sonido, que supo adaptar a lenguajes de otros géneros como el jazz y el funk de esos pagos y llevó a su máxima expresión con la banda Brasil 66, cuyas atractivas canciones eran conocidas por sus letras cantadas en portugués y en inglés.
Sus casi seis décadas de trabajo en la industria, que reunieron un total de 41 álbumes, lo llevaron a participar en 1984 de la creación de «Olympia», la canción de los Jugos Olímpicos realizados en Los Ángeles, y a colaborar con artistas como Stevie Wonder, Justin Timberlake, John Legend y Will.I.Am, el líder del grupo Black Eyed Peas.
Mendes también recibió un Grammy en 1993 en la terna mejor álbum de música del mundo por su disco Brasileiro, y más tarde, en 2005, recibió un reconocimiento por su excelencia musical en los Grammy latinos, mismos premios en los que en 2010 recibió el galardón a mejor álbum de pop contemporáneo brasileño por Encanto.
El director del documental, John Scheinfeld, repasó cómo surgió el proyecto: «La propuesta surgió desde el sello con el que trabaja Sérgio, lo dudé cinco segundos y dije que sí. Su música me resulta muy familiar, mi madre solía poner sus discos todo el tiempo, así que siempre tuve una sensación muy positiva alrededor de él y su arte. Cuando nos conocimos, tuvimos un gran encuentro en el que nos dimos cuenta de todo lo que tenemos en común, y compartimos nuestras miradas sobre el proyecto. El gran desafío era capturar su personalidad y llevar a la pantalla una carrera de 60 años en 90 minutos».
«Por mi lado –siguió el propio Sérgio Mendes–, antes de conocer a John, ya había visto dos de sus documentales: sobre John Coltrane y sobre Harry Nilsson, y me encantaron. Enseguida surgió un plan que incluía viajar a Brasil y nos embarcamos en eso durante dos años. Fue una hermosa experiencia y me emocionó muchísimo ver la película cuando estuvo lista».
Y sobre cómo se ve a sí mismo representado en el documental, el músico expresó: «Creo que John capturó muy bien mi personalidad, las cosas que me gustan, mis sueños. Soy muy curioso, siempre quiero probar cosas nuevas y conocer gente nueva, viajar. Básicamente, ése es quien soy y creo que mi música refleja eso, porque cuando trabajás en colaboración con personas provenientes de diferentes culturas siempre traen algo muy especial a la música y a tu vida».
En la película flota todo el tiempo la idea de cómo cada generación musical se alimenta de la anterior. En ese sentido, el director expresó cómo se plasmó ese concepto: «La historia de Sergio no es la de alguien que tuvo uno o dos hits y desapareció, fue un proceso constante de evolución y crecimiento, de probar cosas nuevas y mirar hacia adelante. Él siempre encontró la forma de que su sonido se mantuviera innovador y fresco, y eso es lo que tratamos de mostrar en la película».
Y fue Mendes quien se encargó de responder qué legado cree que deja su trayectoria, explorada a través del documental: «Creo que en este momento horrible que estamos viviendo, donde la humanidad está experimentando algo que nunca creía que iba a experimentar, mi mensaje es que siempre vamos a pasar por momentos oscuros en la vida pero también de esperanza, que algo va a emerger después de una tragedia y va a ser armonioso. En lo musical, mi legado será que las futuras generaciones abracen y se apropien de la música de la misma manera en que todos lo hicimos con nuestros antecesores».
Y sobre el mismo tema, Scheinfeld cerró: «Creo que Sergio es muy modesto. Lo que me gustaría decir sobre eso es que hay muchos artistas que hicieron buenos discos, pero pocos pudieron tener una carrera que se extendiera durante tantos años. Ése es su legado, el de ser un gran artista cuyo trabajo será eterno».