Las estaciones de servicio que Shell posee a través de su subsidiaria Rimidan SA, ubicadas en la provincia de Santa Fe, Córdoba y el norte de Buenos Aires, están en proceso de venta. La petrolera angloholandesa quiere desprenderse de sus activos en la zona y como eventual comprador emerge el Sindicato de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicio de Rosario. En diálogo con El Ciudadano, el titular del gremio, Ismael Marcón, indicó: “Estamos en tratativas, a la espera de una respuesta porque ya hemos hecho una oferta por algunas”.
Rimidan tiene 25 estaciones en la zona, de las cuales cinco interesan al sindicato. Ante la inminente venta de los activos de la petrolera Shell, Marcón dijo que el principal interés de concretar el negocio es “mantener las fuentes laborales” de aquellos empleados “mayores a los 40 años que en otros lugares no conseguirían trabajo”, además de “que siga creciendo el capital del gremio”.
Consultado sobre si el sindicato afrontaría la operación en sociedad con otros capitales, el gremialista explicitó que el dinero para las adquisiciones es “del sindicato”. “Son recursos propios, ahorro genuino. Tenemos algunos excedentes de recursos, lo que estamos haciendo es cristalizarlos, con la intención de invertir en ese tipo de propiedades y preservar las fuentes de trabajo. Es un emprendimiento importante, entre estas diez estaciones hay 90 puestos de trabajo en juego”, amplió.
Marcón indicó que de cerrarse la operación por los terrenos de las estaciones se haría “un contrato” con Shell para “seguir vendiendo los productos” de la firma “durante cinco años” y “con el compromiso de tomar todo el personal”.
Entre las estaciones de servicios que Rimidan pone a la venta, se cuentan las ubicadas en Oroño y Córdoba, Francia y Santa Fe, Tucumán y Corrientes, Oroño y Cura, y España y Pellegrini. Para comprender la magnitud de la operación, hay que tener en cuenta que la petrolera tasó en 3 millones de dólares a la estación de Córdoba y bulevar Oroño.
En cuanto al porqué Shell se desprendería de estos activos, Marcón explicó que es una “estrategia” de la petrolera porque “creen que no les es rentable fuera de la central de Buenos Aires”. Shell opera en el país a través de dos subsidiarias, una en Capital Federal y alrededores y la otra, Rimidan, “en Córdoba, Santa Fe y el norte de Buenos Aires”. Entre los principales problemas, Marcón remarcó “falta de abastecimiento pleno” ya que “no se consigue combustible y las estaciones están operando sólo 16 horas u 8 horas, dependiendo del producto”.