“Hoy los bancos trabajarán normalmente si hubo acuerdo y se abrirán a medida que se vayan presentado los policías en las sucursales. Estamos más tranquilos pero estábamos muy preocupados desde el punto de vista institucional”, afirmó Matías Layús, vocero de La Bancaria, al referirse anoche a la normalización de la actividad en las entidades financieras, que se espera para hoy.
El presidente del Banco Municipal de Rosario, Eduardo Ripari, también manifestó que la atención al público se normalizará cuando se den las condiciones, explicando que existe “un protocolo de seguridad que es inamovible y que no permite esa atención en caso de que no se cumpla”.
Al respecto, destacó que “si bien el banco puede reemplazar los adicionales de policía con seguridad privada, si no hay respuesta inmediata de emergencias en caso de un asalto es imposible” abrir las puertas.
No obstante, indicó que el lunes la sucursal Tribunales, de Montevideo y Balcarce, funcionó normalmente ya que tenía seguridad policial. “También hicimos lo posible para que los jubilados cobraran por cajero automático, lo que pudimos llevar adelante con éxito”, finalizó.
Un día calmo
Rosario vivió ayer otra jornada signada por los inconvenientes causados por la ausencia de la policía en las calles debido al reclamo salarial que llevó al abandono de tareas pero sin incidentes de la magnitud registrada en otras ciudades del país.
Solamente se registró el robo vandálico a una carnicería en la zona noroeste y el intento de hacerse de la recaudación de un bar, que no tuvo resultados (recuadro).
El retiro de servicios policiales fue compensado por la presencia de efectivos de Gendarmería Nacional y Prefectura Naval Argentina enviados por el gobierno nacional a pedido de las autoridades provinciales y por sectores de la misma policía que no se plegaron a la protesta o lo hicieron sin abandonar sus responsabilidades en comisarías y en el servicio del 911.
En la zona céntrica y en los centros comerciales de los barrios el inconveniente mayor fue la falta de atención en los bancos debido a la falta de seguridad para clientes y trabajadores, mientras que el transporte funcionó en forma normal, tanto en lo referido a los colectivos como a los taxis.
Las estaciones de servicio no atendieron la noche del lunes y tampoco lo hicieron anoche, pese al levantamiento de la medida de fuerza de la policía.
“A partir de las 6 (de hoy) empezaremos a atender a medida que se normalice el tema de seguridad”, explicó el secretario general del Sindicato de Estaciones de Servicio y Afines, Ismael Marcón.
La nota distintiva en la noche del lunes y la madrugada de ayer la aportó el patrullaje aéreo realizado con helicópteros con propósito preventivo y el comercio trabajó normalmente, lo mismo que las oficinas públicas.
Otra postal de la jornada fueron las largas colas en los cajeros automáticos para retirar efectivo o realizar algunas de las otras operaciones que permite el sistema.
Fuentes del Ministerio de Seguridad, consultadas al respecto, indicaron que los efectivos de Gendarmería y Prefectura enviados a la provincia permanecerán en ella hasta que la situación lo amerite.
Escasos incidentes pese a la situación creada
Un banco y un bar fueron blanco de los ladrones el lunes por la noche, con suerte dispar.
Según fuentes policiales, el primero de los ataques ocurrió en la noche del lunes cuando varios hombres violentaron las persianas de una carnicería ubicada en Larrechea y Casiano Casas y se llevaron casi toda la mercadería del lugar.
“Vinieron en seis motos y con pinzas y tenazas y se llevaron todo. Rompieron balanzas, la caja registradora; reventaron candados, las dos puertas y la reja”, explicó el dueño del local, quien también contó que hacía poco menos dos meses que había abierto el negocio.
Más tarde, en Wheelright y Jujuy, otro grupo intentó llevarse la recaudación de un bar pero no lo consiguió ya que la caja estaba vacía.
Según contó el propietario, el local cuenta con sistema de seguridad y cuando los ladrones quisieron entrar se disparó la alarma que está conectada directamente al 911.
Cuando la dotación de un patrullero llegó al lugar dio aviso al dueño, que comprobó que faltaba el monitor de una computadora.
Con anterioridad, la madrugada del lunes, un grupo de delincuentes intentó entrar a un supermercado de propietarios orientales en Calderón al 3500, en barrio Cristalería, pero la rápida intervención de efectivos de la subcomisaría 2ª lo impidió, por lo que sólo pudo constatarse la rotura del candado de la puerta de acceso.
También un restaurante de Ovidio Lagos y Güemes fue objeto de un aparente intento de robo, ya que ayer amaneció con los vidrios destrozados.
