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Si el Estado sostiene el transporte debe manejarlo: una salida que, para Toniolli, es inevitable

La crisis terminal del sistema de transporte público, que incluye un paro histórico que este miércoles tendrá nueva reunión conciliatoria, dispara posibles salidas: para el PJ local hay que estatizar, algo que Cambiemos repudia y el oficialismo no descarta a futuro

El paro del transporte público de pasajeros va a tono con la fase 4 de la cuarentena y ya alcanzó las dos semanas sin solución. La medida en reclamo por deudas salariales del mes de abril afecta a todas las líneas urbanas e interurbanas de la región y a casi todo el país, salvo el área metropolitana Buenos Aires. Este miércoles se espera una reunión virtual entre autoridades del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, de la Dirección Nacional de Relaciones y Regulaciones del Trabajo, y representantes de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) para intentar llegar a una solución al conflicto, que no es más que el reflejo de un sistema colapsado que terminó herido de muerte con la pandemia.

Desde el gremio sostienen que el paro se extenderá hasta que los trabajadores terminen de cobrar lo adeudado, y no descartan endurecer la medida en caso de no llegar a un acuerdo favorable. En tanto, desde el Ejecutivo local y provincial continúan las negociaciones con el gobierno nacional, sobre el que están depositadas todas las miradas para conseuigr una salida no sólo al conflicto sino a la sustentabilidad del propio sistema, para obtener un aporte económico que compense la pérdida de más de 500 millones de pesos por la baja de pasajeros desde el inicio de la pandemia.

El pedido al Estado nacional va en dos sentidos: por un lado, incluir a las empresas de transporte en alguno de los programas nacionales previstos para hacer frente al parate económico y, por el otro, prorrogar el subsidio estatal firmado en enero de este año que venció el 30 de abril.

La negociación reabre el debate sobre la posibilidad de estatizar el sistema de transporte público de pasajeros. La idea de inyectar dinero estatal en empresas en crisis parece tomar vuelo de la mano de un proyecto de la diputada Fernanda Vallejos que fue visto con buenos ojos por referentes industriales de la provincia, aunque en nivel mundial quien lleva la delantera es nada menos que Angela Merkel, insospechada de ideas izquierdistas y defensora a ultranza del capital alemán, aunque ese capital sea estatal, ante posibles ofertas hostiles contra sus empresas.

En el caso del transporte, la propuesta que en Rosario es impulsada por el concejal Eduardo Toniolli busca instalarse como una alternativa para dar continuidad a un servicio esencial, cuyo funcionamiento deberá rediscutirse una vez finalizada la cuarentena.

“El sistema se sostiene por el ingreso del corte de boleto y por el aporte estatal. Si baja el ingreso del boleto, como viene sucediendo, debe subir el aporte estatal para mantener la ecuación. En el nuevo escenario, con medidas sanitarias que no permitirán que las personas viajen hacinadas, la ecuación deja de cerrar. El Estado deberá aumentar la participación en el próximo sistema de transporte. Y si tiene que hacerlo es lógico que lo termine manejando”, dijo Toniolli a El Ciudadano.

Inevitable

Para el concejal del Frente de Todos, la estatización del sistema en el mediano y largo plazo es “inevitable”. “Se trata de un servicio que sólo es rentable para el privado resintiendo la calidad. Ahora será menos rentable, por lo que es lógico que el Estado se haga cargo para garantizar la sostenibilidad del sistema. Ningún empresario se va a bancar perder rentabilidad”, agregó.

Toniolli explicó que la propuesta no busca resolver el actual conflicto de los salarios de los trabajadores, para lo cual es necesario un aporte de Nación, sino que apunta a repensar el sistema en su totalidad cuando termine la cuarentena. “Va a haber una reformulación integral del transporte porque las medidas sanitarias continuarán vigentes. Hay una responsabilidad del Estado en la prestación de un servicio público. No lo copiamos de Venezuela, ni de Cuba. Es algo que sucede en países capitalistas, donde existe una participación del Estado en el transporte público”, señaló.

Según explicó el concejal del bloque Frente de Todos, antes de la pandemia el 7 por ciento de la inversión en transporte se destinaba a ganancia empresarial. “En el contexto actual, donde se perdieron cerca de 600 millones de pesos por corte de boleto, los ingresos deben ir al sostenimiento de un sistema digno en función de las necesidades del futuro cercano. No hay posibilidad de pensar si es rentable o no, ni de tirar el servicio a la baja para ver si le cierra a las empresas”, agregó.

“El Estado ya tiene el problema del transporte. Hay que buscar cómo solucionarlo. Debe garantizar la prestación de un servicio esencial que es carísimo. Hay que discutir cómo se financia el Estado para sostenerlo. Hay que buscar los recursos en sectores de la vida económica con mayores ganancias, agravando excepcionalmente a las grandes fortunas, o aplicando un sistema impositivo más justo. Hace dos años propusimos aumentar el impuesto Drei a los bancos y que el extra fuera al transporte. El Estado debe capitalizarse para esto junto con otras situaciones que van a necesitar ayuda del Estado”, concluyó.

Repudio

Desde Cambiemos repudiaron la iniciativa de estatizar el transporte y la calificaron como una “extorsión hacia Rosario”.

“Plantear la estatización hoy, es extorsionar a Rosario. Se trata de una actitud mezquina y autoritaria, que no nos sorprende, pero que repudiamos enfáticamente”, dijo la concejala y vicepresidenta del Ente de la Movilidad, Renata Ghilotti.

“Buenos Aires se lleva el 84% de los subsidios nacionales. Nosotros recibimos sólo una fracción del 16% restante, hay miles de rosarinos a pie hace 16 días y ahora resulta que intentan condicionar la llegada de subsidios amenazando con estatizar. Nos parece un atropello”, agregó.

Desde Cambiemos recordaron la propuesta de la diputada nacional Fernanda Vallejos para que el Estado tenga participación en el capital de las empresas a las que se asiste con subsidios durante la pandemia.

“Pareciera que no fue sólo un exabrupto de una diputada chavista. En el nuevo esquema de plata o castigo, el Estado te auxilia y se queda con tu empresa o te ignora y te sucumbe a la inactividad indefinidamente», señaló Ghilotti y agregó: “Durante los últimos meses Rosario hizo enormes esfuerzos para sostener el sistema, cumplir con las condiciones de higiene y los refuerzos necesarios en las frecuencias para evitar aglomeraciones. Pero, sin la colaboración del Estado nacional es inviable y las amenazas con estatizar, claramente no colaboran. Todo lo contrario”.

Caníbal desdentado enseñando a masticar

Por su parte, Toniolli respondió: “No es posible pedirle humildad al PRO, la gestión que le sacó el 75 por ciento de subsidios al interior del país. Que den cátedra de cómo hacer las cosas es como «un caníbal desdentado enseñando a masticar». Deberían pararse desde otro lugar y escuchar las propuestas de otros sectores, en vez de sólo criticar”.

“No me extraña que salgan a acusar de extorsión. Sostenemos una posición histórica y no sólo para resolver el pago de salarios y el problema inmediato, sino que planteamos una alternativa para la sostenibilidad del sistema. Es un debate profundo para chicanas inconducentes, es como tirarle margaritas a los chanchos”, agregó.

Auxilio económico

Desde el municipio, la secretaria de Movilidad Eva Jokanovich recordó que las gestiones municipales y provinciales con el gobierno nacional buscan que el sistema de transporte integre algún programa de subsidios para las áreas económicas, como es el caso de la Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP).

“Las empresas de transporte no pueden acceder porque están exceptuadas. Pedimos que, al menos, saquen esa excepción. Los trabajadores están haciendo un justo reclamo para recibir un salario por lo trabajado, pero con la baja recaudación, que lleva casi 600 millones acumulados, el sistema no puede funcionar sin una ayuda extra como la que se planteó para otras actividades económicas, sobre todo al tratarse de un servicio esencial”, dijo Jokanovich a El Ciudadano.

En paralelo, continúan las negociaciones para entablar una prórroga al subsidio convencional cuya última cuota Nación envió este mes. “Aún no se firmó el nuevo convenio. Nos empieza a preocupar porque en junio ni siquiera recibiríamos los aportes”, agregó la funcionaria.

En cuanto al proyecto de Toniolli para estatizar el sistema de transporte, Jokanovich señaló que en la actualidad el Estado no tiene la capacidad de afrontar el costo. “Si no viene acompañado de un aporte económico no puede ser una solución. Además tenemos un pliego vigente con contratos firmados en enero de 2019 con empresas por 10 años. A futuro no descartamos nada, pero habría que analizar alternativas teniendo en cuenta las cuestiones legales y la necesidad de un aporte extra para sostenerlo”, opinó.

Sin ánimos

Desde la Unión Tranviarios Automotor (UTA) adelantaron que de no haber acuerdo en la reunión que mantendrán este miércoles podrían endurecer la medida de fuerza, ya que “el ánimo de los trabajadores no soporta una nueva negativa”.

En conferencia de prensa, el secretario adjunto de la UTA Rosario, Sergio Copello, dijo que depositan las esperanzas en una respuesta favorable de Nación porque con el paro “perdemos todos”.

“Pierde la sociedad que no puede usar el transporte, pierden nuestras familias que están intranquilas, inseguras y que no tienen dinero, y también pierde la ciudad. Estamos esperanzados en que mañana se pueda encontrar alguna respuesta favorable de parte de la Nación, porque de no ser así ahí la cosa va a cambiar. Los trabajadores nos vamos a expresar de un modo distinto al que venimos haciéndolo. Estamos tratando de que esto no tome otros ribetes, porque cuando los trabajadores no tienen respuesta después de tanto tiempo la cosa se complica”, agregó.

 

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