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«Si fuera varón sería distinto», dice la choferesa rosarina con experiencia que no consigue empleo

Dolores Guldris es conductora profesional, sostén de hogar y madre de dos hijos, y través de las redes sociales expuso su preocupación para conseguir un trabajo. Logró más de 700.000 visualizaciones de su texto y recibió ofrecimientos laborales pero nada en concreto

Una conductora rosarina de colectivos y camiones, sostén de hogar y madre de dos hijos, logró que se viralizara su pedido de empleo a través de una red social, busca revertir su condición de desocupada y consideró que “si fuera varón la cosa sería distinta”.

En cinco días desde el inicio de la publicación en la red de ofrecimiento de fuerza laboral Linkedln, la chofer profesional Dolores Guldris logró más de 700.000 visualizaciones de su texto.

“Soy Dolo y busco con todas mis ansias un empleo digno para mantener a mis dos hijos. Soy conductora profesional, estoy capacitada para poder hacerlo en colectivos y camiones, tanto en larga distancia como en local”, comienza la publicación viralizada.

Hasta ahí podría tratarse del caso de una persona que procura conseguir un empleo y se encuentra con dificultades en ese camino, pero Dolores cree que, si bien “hay una baja en los viajes” por la situación económica, su condición de mujer también cree que puede suponer un escollo.

“La realidad es que cuesta mucho incorporar a la mujer en nuestro país en este tipo de rubro”, dijo a Télam la conductora de 36 años que ahora hace changas para sobrevivir.

“Se me está haciendo difícil, si fuera varón la cosa sería distinta”, abundó Dolores, para quien “el tema es estereotipar las profesiones con el género, que es lo que hacemos mal como sociedad”.

Guldris dijo que muchas de ellas son «jefas de familia» y lo único que quieren es «trabajar dignamente como cualquiera”.

Entre sus antecedentes laborales, la conductora -que no heredó la profesión sino que la adoptó por decisión personal- tiene experiencia en transportar personas de un hogar de menores de Rosario y, más recientemente, como chofer de un camión cisterna.

“Soy egresada de una programa federal en el que la empresa (de camiones) Scania capacita a 12 mujeres, una vez al año, y les paga la capacitación y se beca la licencia” de conducir, contó.

Para la segunda edición de este curso se anotaron unas 1.400 mujeres y quedaron los mejores 12 promedios. «En esa edición fui la única santafesina”, completó.

También aprovechó una beca que, por medio del municipio local, otorgó la Universidad Nacional de Rosario (UNR).

Esa fue “una capacitación de la Intendencia, que se dio por única vez, en el transporte urbano de pasajeros y servicios de emergencias”.

«Entonces se inscribieron 800 chicas y quedamos 26. La capacitación abordaba servicio de transporte urbano y servicios de emergencia, y luego una práctica en los colectivos urbanos”, detalló Dolores.

Conocedora de que el camino profesional elegido requería no solo de capacidades personales sino también derribar estereotipos de género, Guldris se sumó en 2019 a un grupo de conductoras que impulsó la modificación de una ordenanza local sobre el transporte.

Esa “lucha” permitió el “ingreso paritario” al transporte urbano de pasajeros de la ciudad de Rosario.

“Gracias a esa ordenanza, ahora tiene que ingresar un hombre y una mujer, sí o sí”, remarcó.

La lucha por el ingreso paritario fue “una experiencia agradable porque sentís que no estás sola, éramos muchas chicas que queríamos trabajar y luchamos para lograrlo”.

La conductora recordó que el resultado positivo de ese proceso regulatorio nació de un hecho negativo porque «se dio después de un amparo porque había compañeras a quienes contrataban por tres meses, las despedían y tomaban hombres como personal efectivo”.

Recordó que “un grupo llevó el caso a la Justicia y ganó el amparo judicial, así que tres quedaron efectivas” en los colectivos urbanos.

Tras la publicación en Linkedln y Facebook, y su viralización, empezó a recibir ofertas laborales, aunque por ahora no implicaron “nada concreto”.

“A mí se me dio la posibilidad de capacitarme en esta profesión, y me gustaría trabajar en esto, pero a la sociedad todavía le está costando un poco incorporarnos”, concluyó con una cuota de esperanza.

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