Como sucede cada año, entre el 20 y 21 de octubre son noches propicias para mirar el cielo y observar la lluvia de meteoros que se conoce con el nombre de Oriónidas. «Todo dependerá de las condiciones climáticas, que nos permitan tener un cielo más limpio que el que tuvimos durante este martes», indicó Guillermo Ríos, director del Centro Astronómico Municipal. El fenómeno ocurre todos los años cuando la Tierra, en su movimiento de traslación alrededor del sol, se encuentra con los restos cometarios que deja el famoso cometa Halley.
«Se denomina de esta manera porque su radiante se encuentra en la constelación de Orión», explicó Ríos en diálogo con El Ciudadano. La lluvia de meteoros podrá observarse desde lugares con poca contaminación lumínica, lejos de los grandes centros urbanos. «Si miramos el cielo a simple vista, a unos 30 grados de altura sobre el horizonte este, por encima de la constelación de Orión, desde la medianoche y durante la madrugada, podrán verse estos pequeños trazos luminosos sin necesidad de utilizar instrumentos ópticos», indicó el director del Centro Astronómico Municipal.
El proceso se inició el 2 de octubre y culmina alrededor del 7 de noviembre. «Hoy será la noche de mayor visibilidad, con una tasa aproximada de 20 meteoros por hora. Mañana también podrá verse aunque de manera más tenue. Siempre aparece la cuestión de la polución lumínica. Existen algunas dificultades visuales y tendrán más suerte aquellos que vivan en zonas descampadas», aclaró Ríos.
La lluvia de meteoritos de las Oriónidas es la segunda lluvia de meteoros creada por el cometa Halley. Las Eta Acuáridas en mayo es la otra lluvia de meteoritos creada por los escombros que dejó el cometa Halley, que tarda alrededor de 76 años en hacer una revolución completa alrededor del sol.
