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“Si no levantás la denuncia vamos a seguir matando gente”

Así le dijo un grupo armado a un familiar de Barrionuevo, el chico de 15 años asesinado la semana pasada en Pizzurno al 1900, en zona norte. Cuatro pibes quedaron demorados y unas horas después, en un allanamiento ordenado por Fiscalía, se secuestraron armas y dos personas quedaron detenidas

Siete días pasaron del asesinato de Mauro Barrionuevo, el chico de 15 años baleado en la cabeza por un grupo armado que abrió fuego contra su casa de Pizzurno al 1900. Mientras familiares y amigos continúan sumidos en el estupor por el despiadado crimen, en ese sector de la zona norte, conocido como barrio El Churrasco, se respira un clima denso. Ocurre que los enfrentamientos y amenazas de grupos vinculados con el narcomenudeo recrudecen, según se desprende de denuncias, detenciones y el secuestro de armas de fuego asentados en informes policiales y judiciales.

Por caso, fuentes policiales indicaron que este martes alrededor de las 21.30 un grupo que se movilizaba en un automóvil color rojo frenó su marcha en Pizzurno al 1900, donde viven familiares de Barrionuevo, y amenazaron de muerte a una mujer. “Si no levantás la denuncia vamos a seguir matando gente”, advirtió, arma en mano, un hombre que luego junto con sus compinches hacia el punto cardinal norte.

Un móvil del Comando, tras un llamado al 911, salió en busca del auto color rojo. El patrullaje no duró mucho: en Pasaje 1357 al 2000, a unas cuatro cuadras, la Policía dio con tres sospechosos que al ver el móvil intentaron escapar pero fueron alcanzados en el patio delantero de una vivienda. A uno de ellos, los uniformados le secuestraron un revólver calibre 38 con tres cartuchos nueve milímetros. En medio del procedimiento, vecinos intentaron frustrar la detención, por lo que el trío fue trasladado hacia Casiano Casas y Baigorria para efectuar las diligencias de rigor.

En esa esquina fueron identificados como Claudio F., de 17 años; Matías F., de 22; Gustavo R., de 17, y Rodrigo A., de 17. El mayor quedó a disposición de la Fiscalía de Flagrancia; los tres adolescentes, a cargo del juzgado de menores.

En ese marco, cinco horas después, a las 3 de la madrugada, personal de la comisaría 30ª allanó, a pedido de la Fiscalía de Flagrancia, tres domicilios de barrio El Churrasco a raíz de una investigación derivada de la demora preventiva de tres pibes a quienes se le secuestraron balas 9 milímetros. Tras dos irrupciones infructuosas, los efectivos hallaron un miniarsenal en una vivienda de Herrera y Boedo: una escopeta calibre 12, un revólver 38; un pistolón 22 con mira telescópica y una decena de cartuchos. Dos personas vinculadas con el entorno de Barrionuevo serán imputadas por tenencia de arma de fuego. Se trata de Hugo B. y Graciela B., indicaron fuentes judiciales.

Otro hecho de violencia se registró unas horas antes, a las 20, en Larrechea al 1900, y los investigadores no descartan que esté vinculado a los episodios posteriores. En esa cuadra un móvil del Comando entrevistó a Eliseo R., un pibe de 19 años que sufrió un tiro en el brazo izquierdo y fue derivado al Hospital Alberdi; poco después la Policía detuvo en Manuel García y Baigorria a Franco R., a bordo de un Peugeot 307, quien fue apuntado por la propia víctima como el autor del disparo, según indicó el Ministerio de Seguridad.

Voceros de la investigación señalaron que la violencia que se vive en forma cotidiana en ese sector postergado de la zona norte tiene origen en el enfrentamiento entre dos facciones que se disputan el control del narcomenudeo. En ese contexto, se suma la lógica del “dolor por dolor” derivada de la seguidilla de homicidios que azota El Churrasco, que tuvo un rebrote a partir de julio.

Hace cuatro meses las balas cruzadas se cobraron la vida de Maite Ponce, una nena de 5 años alcanzada por un plomo en su casa de Larrechea y Ávalos. Dos meses más tarde murió Nicolás Coceres, acribillado en Superí y Pizzurno en el marco de una pelea barrial derivada de esos enfrentamientos. El miércoles pasado Mauro Barrionuevo recibió un disparo en el cráneo tras un ataque en su casa. Por el crimen, fue detenido Maximiliano David L., de 22 años, sospechado de integrar el grupo desde el cual partió el disparo que acabó con su vida. El joven quedó imputado por el homicidio y le dictaron 45 días de prisión preventiva.

En tanto, por el asesinato de Barrionuevo continúan prófugo Nahuel “Pechocho” L., y tres cómplices. Pechocho, además, está buscado por la muerte de Coceres, crimen perpetrado a metros de una fiesta por el Día del Niño y que desató una batahola barrial en la que el auto de una mujer apuntada como la pareja del joven ardió por la bronca de los vecinos.

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