Siete empleados del Servicio Penitenciario de Santa Fe (SPF) que están implicados en la grotesca fuga de dos internos de Unidad Penal 11 de Piñero, ocurrida el pasado 17 de mayo, pasarán el invierno en sus casas. Este viernes en una nueva audiencia imputativa la Fiscalía decidió readecuar la calificación de favorecimiento doloso –implica intención– a favorecimiento negligente de evasión, y solicitó la libertad, petición que fue aceptada por la jueza María Trinidad Chiabrera.
Ahora la hipótesis apunta a que los guardiacárceles incurrieron en un descuido y no hubo intención de favorecer el escape de Carlos D’Angelo (recapturado) y Hugo Peralta (prófugo), quienes salieron del penal acovachados y cubiertos por cajas de cartón de bananas sobre una carretilla, burlando seis puestos de vigilancia.
Caución de 15 mil pesos mediante, a depositar el próximo lunes 28 de junio, los penitenciarios Osvaldo Ramón Molina, Juan José Luques, Hernán Rubén Cerda, Federico David Slaminsky, Walter Andrés Gómez, Nicolás Miguel López y Micaela Yudith Rolón recuperaron la libertad luego de 38 días detenidos en el Order de 27 de Febrero al 7800.
Así lo pidió la fiscal Paola Aguirre, de acuerdo con las medidas investigativas y nuevo material probatorio obtenido con relación a la mecánica de la fuga. Por supuesto, las defensas no presentaron objeciones.
Según fuentes del Ministerio Público de la Acusación (MPA), al cambio de calificación se arribó a partir de “múltiples medidas investigativas en relación a la mecánica del hecho, entre las cuales figuran análisis de cámaras de seguridad, reconstrucción del hecho llevada adelante en la Unidad Penitenciaria, análisis de contenido de celulares de detenidos, diversas medidas antropométricas y testimonios recabados”.
Nueve penitenciarios y dos mujeres quedaron en prisión por la burda fuga de dos presos en Piñero
La Jueza de Primera Instancia María Trinidad Chiabrera no tuvo objeciones e hizo lugar a la solicitud, otorgándole la libertad a los imputados.
D’Angelo y el prófugo Peralta estaban en un pabellón de alto perfil, el 13, y el día del escape salieron cubiertos por cajas de cartón de bananas sobre carretillas empujadas por dos mujeres que los visitaron, en un trayecto a lo largo del cual hay seis puestos de vigilancia. No fue hasta el recuento de presos que notaron la falta. Una “maniobra obscena, burda y grotesca”, a decir de los fiscales Georgina Pairola y Franco Carbone.
No todos los vigilantes implicados, nueve en total, corrieron la misma suerte.
El jueves pasado se llevó adelante una audiencia de Cámara donde se confirmó la prisión preventiva efectiva de Roberto Rodríguez y Ezequiel Franco, quienes se desempeñaban como ayudante y subayudante en Piñero. La calificación legal impuesta en primera instancia se mantuvo por los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público y encubrimiento agravado, señalaron desde el MPA.
La causa también trajo novedades para Yanina López y Joana Ayelén Cabrera, quienes el viernes 18 de junio firmaron sendos acuerdos abreviados con penas de prisión condicional, sujetas a reglas de conducta.
López acordó una pena única de 3 años de prisión condicional por los delitos de encubrimiento y tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil. Le atribuyeron haber ocultado a D’Angelo en Julio Roca al 600 de Villa Gobernador Gálvez “a sabiendas de que el mismo se encontraba evadido, colaborando de esta forma a sustraerse de la justicia. Y haber tenido en el interior de su vivienda, una escopeta con tres cartuchos intactos y un blíster con 7 cartuchos intactos calibre 780.
En esa vivienda fue recapturado el 19 de mayo D’Angelo, que se encontraba cumpliendo desde 2018 una condena de 23 años por el crimen de un comerciante de Granadero Baigorria.
Cabrera, la pareja de este convicto, acordó una pena de 2 años de prisión por el delito de favorecimiento de evasión en grado consumado y en carácter de autora.
El director de la Unidad Penitenciaria 11 (UP11), Hernán Ocampo, permanece imputado en libertad por el mismo hecho pero acusado por incumplimiento de los deberes de funcionario público, ya que dio aviso de la evasión a la Fiscalía cinco horas después de producida.
El otro evadido, Hugo Peralta, que cumplía una condena a 14 años de prisión por robo calificado, aún permanece prófugo.