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Siete escritores, un debate: “Realidad y ficción en la novela policial rosarina”

Esta semana en el Centro Cultural Fontanarrosa tendrá lugar un encuentro entre novelistas, periodistas y público en el que se repensarán los relatos sobre los graves hechos que ocupan las páginas policiales locales

Este jueves y viernes siete escritores que han publicado novelas policiales que tienen a Rosario como escenario se reunirán en el Centro Cultural Roberto Fontanarrosa (San Martín 1080) con periodistas del género para llevar adelante la charla debate titulada: “Realidad y ficción en la novela policial rosarina”. Marco Mizzi, Melina Torres, Eduardo D’Anna, Lucrecia Mirad y Pablo Bilsky charlarán con la periodista del diario El Ciudadano Silvina Tamous y Hernán Lascano, quienes a través de la crónica y el trabajo de investigación cotidiana registran y analizan los graves hechos que ocupan las páginas policiales locales. Crímenes, narcotráfico y corrupción dieron a Rosario una notoriedad de ciudad violenta, en la que la presencia de la droga y el sicariato provocan episodios que conmueven a determinadas zonas con un balance de inseguridad ciudadana que ya excede incluso a las mismas.

Este jueves a las 18.30 estarán presentes Melina Torres, Marco Mizzi, Eduardo D’Anna y Silvina Tamous, en una charla que contará con la moderación de Sebastián Riestra. Mientras que el viernes en el mismo horario estarán presentes Lucrecia Mirad, Pablo Bilsky y Hernán Lascano, con la moderación de Paula Turina. El evento se desarrollará en la Sala Hilarión hernández Larguía (3° piso).

El género

La novela policial en la Argentina tuvo espacio a partir de 1946 en la emblemática colección El séptimo círculo, dirigida inicialmente por Borges y Bioy Casares, en cuyo extenso catálogo de cerca de 370 títulos se incluyó a notorios representantes del género como Nicholas Blake, William Irish, Patrick Quentin, Ross MacDonald, Margaret Millar, James Cain, John Dickson Carr, Graham Greene, en algunos casos vertidos al castellano por grandes traductores como J. R. Wilcok, Estela Canto, José Bianco y Rodolfo Walsh. Entre los pocos argentinos publicados en la colección estuvieron María Angélica Bosco, Manuel Peyrou y la dupla Bioy Casares-Silvina Ocampo y el uruguayo Enrique Amorim.

Desprendidos de la influencia de autores de la llamada “novela policial negra”, iniciada por grandes escritores como Dashiell Hammett, Raymond Chandler, Janes Cain, David Goodis, Horace McCoy, Ross MacDonald, los rosarinos que incursionan en el género lo hacen desde la realidad del territorio al que pertenecen, aunque algunos de los temas como la corrupción y el crimen siguen siendo los mismos de aquellos clásicos escritos entre 1920 y 1970.

El rosarino Juan Martini, fallecido hace poco, ya con una producción novelística reconocida publicó en 1977 Los asesinos las prefieren rubias y en la década del 80, exiliado en España dirigió para Bruguera una recordada colección de novela negra en la que aparecieron nombres como los de José Giovanni, Chester Himes, James Ellroy y otros.

A aquella novela de Martini, le siguieron en Rosario, Un crimen argentino (2002), cuyo autor el periodista y poeta Reynaldo Sietecase publicó ¿A cuántos hay que matar? (2010) y No pidas nada (2017) y Osvaldo Aguirre hizo lo propio con Los indeseables (2008) , Todos mienten (2009), El novato (2011) y La deriva (2012). Marcelo Scalona, por su parte, hizo un aporte al género con El portador (2018). A nivel nacional pueden citarse a Sergio Olguín con La fragilidad de los cuerpos (2017) y al consecuente Juan Sasturain con Arena en los zapatos (1989), El último Hammett (2018) y Pierce, el improbable (2021).

Los dos paneles del jueves y viernes en el Fontanarrosa incluyen a cuatro de los más recientes autores y autoras del género en la ciudad: Lucrecia Mirad (Crimen en el pasaje, 2013), Melina Torres (Pobres corazones, 2021), Marco Mizzi (Perversidad, 2020) y Pablo Bilsky (Taxi, 2019), junto a Eduardo D’Danna, cuya primera novela policial fue La jueza muerta (2001).

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