Natalia Concina
La curva de nuevos casos de sífilis –una enfermedad de transmisión sexual que si no es tratada a tiempo puede dejar secuelas– registró en la última década un crecimiento sostenido y, si bien tuvo un marcado descenso en 2020 producto de la pandemia, volvió a aumentar en 2021, en tanto que la población de 15 a 24 años concentra casi el 44% de los nuevos reportes.
Los datos surgen del 39° Boletín Epidemiológico de la Dirección de Respuesta al VIH, ITS, Hepatitis Virales y Tuberculosis del Ministerio de Salud, divulgado en las últimas horas.
El documento informó que “desde 2010, la tasa de incidencia de sífilis a nivel nacional creció de modo sostenido, muy marcadamente en los últimos cinco años, hasta su pico de 56,1 personas por cada 100 mil habitantes para ambos sexos en 2019”.
En 2020 se produjo una caída pronunciada con una tasa de 23,3 por cada 100 mil habitantes pero el año pasado comenzó a marcarse un ascenso que llevó los casos a 26,5 cada 100 mil personas.
“Las proyecciones de los registros para 2022 permiten suponer que para el próximo año la tendencia se acercará a los números prepandémicos”, indicó el Boletín.
La sífilis es una enfermedad para la cual hay un tratamiento muy sencillo y casi sin efectos adversos: la penicilina
Graciela Manzur, jefa de la División de Dermatología del Hospital de Clínicas, dijo que esta enfermedad “venía en aumento sostenido hasta 2019 y en 2020 hubo una caída de todas las ITS (infecciones de transmisión sexual)”, pero este año en su consultorio “hubo 764 personas hasta octubre con sífilis, lo que representa un 20% de los pacientes atendidos”.
“Lo que pensamos es que el gran descenso de 2020 está más relacionado a una falta de notificación de los casos que a que hayan bajado tanto realmente, aunque pudo haber una disminución por las medidas de aislamiento”, explicó.
La sífilis es una enfermedad causada por el treponema pallidum, para la cual hay un tratamiento muy sencillo y casi sin efectos adversos: la penicilina. Manzur describió que en dermatología suelen referirse a esta enfermedad como la “eterna simuladora”, ya que se presenta como “una erosión en la región genital, en el pene o una ulceración indolora, que si está en el cuello uterino o en la zona genital de la mujer a veces no se da cuenta”.
“También puede estar en la zona bucal o generar lesiones dermatológicas como manchas rosaditas. Ya cuando aparecen en palmas de las manos y plantas de los pies nos orientan a que puede ser sífilis”, describió. La especialista indicó que si se trata en forma temprana puede curarse fácilmente con tratamiento; pero si pasa a un periodo más tardío puede dejar secuelas.
La denominada sífilis congénita es producto de la transmisión vertical cuando pasa al feto a través de la madre
En relación a las etapas, la médica infectóloga Leda Guzzi dijo que los primeros síntomas (ulceraciones a nivel de los genitales externos o internos, o en cuello de útero o ano) “como son indoloros pueden pasar desapercibidos por el paciente”.
“Si no es diagnosticado en esta etapa, el organismo suele resolver solo esa úlcera y en un período que oscila entre 45 días y 6 meses se avanza a la fase secundaria en donde la bacteria ya tiene una diseminación generalizada en el organismo”, describió la integrante de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI). Señaló que en esta etapa lo más característico es un sarpullido con manchas rojas en el tronco y en los miembros y lo más característico es la aparición en palmas y plantas.
“También puede haber fiebre, ganglios inflamados, alteraciones en el laboratorio, y la persona puede sentirse muy mal pero hay personas que lo cursan muy leve”, afirmó.
Guzzi marcó que “si en esta etapa no se hace el diagnostico, la enfermedad se termina autolimitando y puede con el curso de los años pasar a etapas tardías en las que puede generar dilatación de los vasos (aneurismas), alteraciones cardíacas o invasión del sistema nervioso central con la aparición de cuadros de demencia”. Uno de los principales problemas mencionado por las dos especialistas es la denominada sífilis congénita, producto de la transmisión vertical cuando pasa al feto a través de la madre, en el embarazo, parto o lactancia; y en ese sentido remarcaron la importancia de pedir el estudio de sífilis a todas las personas gestantes.
El informe epidemiológico del Ministerio reportó que “durante 2021 se notificaron 696 casos de sífilis congénita, una caída del 3% respecto de 2020 cuando se habían registrado 716”, por lo que la tasa de nacional de sífilis congénita se ubica en 1,3 por cada mil nacidos vivos. “Si esto no es diagnosticado en forma oportuna es una enfermedad muy peligrosa y puede ocasionar desde la muerte fetal hasta cuadros de malformaciones congénitas en los huesos y trastornos neurológicos, en los sentidos”, detalló Guzzi Por su parte, Manzur apuntó que los síntomas en el recién nacido son ampollas, lesiones con debilidad cutánea, rinitis sanguinolienta que persiste y dolor al tocar los huesos.
Son adolescentes y jóvenes varones y mujeres quienes registran mayor cantidad de casos
Según el Boletín, en 2021 se observaron valores de sífilis elevados en algunas jurisdicciones como La Pampa (con una tasa de 162,7 casos por 100 mil habitantes), San Luis (88,4) y Río Negro (46,9). En cuanto a la distribución por edad, al igual que en años anteriores son adolescentes y jóvenes varones y mujeres quienes registran la mayor cantidad de casos.
El grupo de 15 a 24 años concentra casi el 44% de los reportes, seguido por los de 25 a 34 años, con 31,4%. El informe advierte que los jóvenes son el grupo que tiene mayor incidencia de las infecciones de origen bacteriano: gonorrea, detectada por la secreción genital purulenta, y clamidia, secreción sin especificar. En el caso de la gonorrea la tasa en 2021 fue de 6,4 casos cada cien mil habitantes; el 41% de los casos notificados son de jóvenes de 15 a 24 años, seguidos por el 29% de 25 a 34 años.
Por el contrario, la notificación de casos de secreciones sin especificar creció en 2021 sobre 2020 un 8,3% y la tasa se ubica en 11,1 casos por cien mil habitantes. “Las ITS constituyen un reto importante para la salud pública, tienen un impacto directo sobre la salud sexual y reproductiva con infecundidad, cáncer, complicaciones en el embarazo e infecciones en recién nacidos”, indicó Manzur.
Según la OMS, se estima que cada día más de un millón de personas contraen enfermedades de transmisión sexual y la mayoría es asintomática. Para la médica, ese incremento puede estar vinculado a cambios en las conductas sexuales, menor protección, más parejas, consumos de drogas para tener sexo y un menor temor de adquirir el VIH debido a los tratamientos cada vez mejores que hay para la enfermedad.
En el mismo sentido, Guzzi señaló que “muchas ITS se dan debido a la pérdida del miedo al virus del VIH y una mayor exposición sexual a fuentes múltiples sin los cuidados que corresponden”.
“Frente a esto, los profesionales de salud deben ofrecer todas las pruebas de detección correspondientes y la población tomar conciencia de que existen muchas enfermedades de transmisión sexual que están creciendo”, concluyó.
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