La racha no se mancha. Central volvió a ganar. Llegó a cinco triunfos al hilo y así regresó a la punta en soledad. Pero no jugó nada bien. Le costó mucho quebrar a Temperley, un rival incómodo. De todas maneras el Canalla mostró carácter. Tuvo un hombre menos en el segundo tiempo y fue ahí donde mejor jugó, y en donde hizo la diferencia.
Central sin dudas jugó el peor primer tiempo del torneo. Solamente se sostuvo en la buena labor de Caranta y en algunas apariciones de Cervi. Y Temperley lo complicó. El doble cinco de Aprile y Arregui le copó el medio. Esparza le tapó la salida a Villagra. Y el Canalla no tuvo respuestas. Barrientos y Fernández jamás encontraron su lugar e incluso el ex Godoy Cruz cometió dos faltas seguidas y vio la roja antes del final del primer tiempo.
Para la etapa final Coudet pensó en Colman para tener la pelota y nuevamente acertó. El mediocampista ingresó por un errático Niell y terminó siendo la figura.
A pesar de tener un hombre menos el Canalla fue inteligente. Tuvo paciencia, encontró solidez en la defensa y cuando contó con una ocasión Ruben no perdonó. Colman inició la jugada, Cervi metió un gran pase entre los centrales y el goleador auriazul pudo vulnerar a Crivelli con un toque con pierna izquierda.
Tras la ventaja Central dominó el partido y descansó siempre en la sapiencia de Colman.
Temperley intentó, buscó, pero la falta de jerarquía le pasó factura. En el final el Celeste llenó el área de centros y ahí emergió la figura de Gómez Andrade, que si bien le falta talento le sobra coraje para ganar siempre, por arriba y por abajo.
Al equipo de Eduardo Coudet le costó adaptarse y con uno menos logró un nuevo triunfo. Además, mostró carácter sobretodo y supo reaccionar ante la adversidad de un planteo difícil. Central sigue de racha y en la punta en soledad.