Cuatro camisetas de la Selección argentina que usó Claudio Paul Caniggia son objeto de disputa judicial entre el ex jugador y un coleccionista, por lo que interviene un juez para dirimir a quién le quedará.
Las casacas en cuestión fueron usadas por el ex futbolista en sus partidos para el conjunto nacional y él se las había regalado a su padre pero éste murió en 2014.
La denuncia por el robo de las camisetas, cuyos detalles se desconocen, fue hecha por Sofía Bonelli, novia de Caniggia, quien vio que las vendía en internet el coleccionista Leandro Fowler a un 1 millón de dólares, tras lo cual se le dio intervención a Policía Federal.
El juez, a raíz del allanamiento en el barrio Alto Verde, recuperó las camisetas y ahora el coleccionista las reclama porque asegura que las consiguió de buena fe y tiene documentación.
Por eso, el hombre le pidió al juez Martín Pelusso que le restituya las camisetas, pero éste, tras un pedido que hizo el ex jugador, lo rechazó.