Lionel Scaloni y el cuerpo técnico del seleccionado argentino percibieron en las últimas horas los premios correspondientes a la obtención del Mundial de Qatar, mientras que el entrenador santafesino aguarda una reunión con el capitán Lionel Messi, que estará llegando al país el próximo domingo para pasar en Rosario las fiestas de Navidad y Fin de Año.
En ese encuentro Scaloni hablará por primera vez con Messi sobre sus reafirmadas declaraciones respecto de cual será su futuro mediato (o inmediato) en la selección nacional.
El técnico de Pujato puso en duda su continuidad para 2024 después de quitarle el invicto como local en Eliminatorias a Brasil y lo ratificó 16 días después en el sorteo de la Copa América de Estados Unidos 2024.
En ambas oportunidades Scaloni habló de su necesidad de «pensar el futuro», a tal punto que ni siquiera confirmó que estará presente en esta próxima Copa América que comenzará el 20 de junio del año próximo cuando enfrente en el partido inaugural a los seleccionados de Canadá o Trinidad y Tobago, en el estadio Mercedes Benz, de Atlanta.
«Ojalá que Argentina pueda volver a ganarla», dijo de manera totalmente impersonal Scaloni sobre el escenario del sorteo dela Copa América, mientras portaba el trofeo en sus manos.
Poco antes se había reunido por no más de un cuarto de hora con el presidente de AFA, Claudio Tapia, en los pasillos del complejo donde se llevó a cabo el acto que contó con la presencia del propio presidente de FIFA, Gianni Infantino.
Allí dijo Scaloni que con Tapia estaba «todo bien», y que tenían una relación «casi de amigos», tratando de descartar que su «necesidad de pensar» estuviera ligada a diferencias con el titular de la AFA.
Sin embargo, Tapia sabe obviamente de las cosas que le molestan a Scaloni y por estas horas la AFA empezó a apurar el paso para complacerlo con el próximo compromiso que tendrá el seleccionado argentino en 2024, que es la fecha FIFA de marzo, cuando se jugarán dos amistosos que Scaloni pretende que sean en Europa y contra rivales importantes del Viejo Continente, algo que hoy está bastante lejos de concretarse.
Por cuestiones económicas las alternativas que habían surgido eran las de China, ante rivales de menor envergadura de Oriente, o en su defecto Estados Unidos frente a selecciones de la región. Scaloni no quiere saber nada con ninguna de esas opciones.
Es que además de estos dos partidos de marzo, a principios de junio, antes del comienzo de la Copa América, habrá otra fecha FIFA para disputar dos nuevos amistosos previos al inicio del certamen, en los que el técnico argentino también pretende medirse con adversarios que estén «a la altura de los campeones del mundo».
Por eso la reunión con Messi será importante también para analizar ese futuro mediato, ya que más allá de que está confirmado que la Copa América será el fin de Ángel Di María con la camiseta del seleccionado argentino, también podría serlo del ya consagrado capitán del representativo albiceleste.
Y a 10 meses nada menos de que se reanuden las Eliminatorias Sudamericanas, otro tema para Scaloni es la realidad de un recambio que inexorablemente va a necesitar la selección nacional, algo que terminó de comprobar en estos dos últimos partidos de Eliminatorias, y no solamente por la derrota ante el Uruguay de Marcelo Bielsa, sino también por la irregular tarea registrada ante un desmembrado Brasil.
Y este es un proceso muy difícil de afrontar para el técnico sin aparecer como un «desagradecido» ante los jugadores que lo llevaron desde el debut impensado y sin ninguna experiencia previa como entrenador, a convertirlo en poco tiempo en el mejor del mundo.
Porque si bien hay méritos propios, lo concreto es que estos jugadores le ofrecieron un respaldo tan pleno, dentro y fuera dela cancha, que pese a que demostró que no le tiembla el pulso a la hora de realizar variantes, dejarlos directamente afuera de este proceso seguramente no debe resultar algo muy fácil de digerir para él.
Y finalmente está lo que él mismo sí confesó en el Maracaná cuando dijo que «la vara ahora está arriba de todo y seguir ganando en estas condiciones es muy difícil».
Esto, traducido al celeste y blanco, es que después de la Copa del Mundo, de la Copa América 2020 (definida en 2021), la Finalíssima ganada a Italia y el haberle quitado nada menos que a Brasil el último invicto que ostentaba, ya nada queda por ganar. De aquí en adelante todo es repetir o ir a pérdida.
Y Scaloni también sabe que su prestigio está en lo más alto y hasta sonó en una lista de candidatos por si finalmente el italiano Carlo Ancelotti se aleja de Real Madrid para sumarse al seleccionado de Brasil, por lo que irse en la cumbre, inmaculado, le permitirá abrir las puertas más pesadas del fútbol mundial mucho más fácilmente.
Todo lo mencionado junto, entonces, hace que el signo de interrogación abierto por el fundador de la «Scaloneta» sobre la continuidad de su obra sigue latente quien sabe hasta cuando. o mejor dicho, hasta que el termine de «pensar» y decida de una vez que pretende para su futuro.