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Sigue polémica por cambios en los subsidios al gasoil

Agustín Bermúdez se reunió con funcionarios municipales para plantear su preocupación.

El titular de Rosario Bus, Agustín Bermúdez, se reunió ayer por la mañana con funcionarios municipales para plantear su preocupación frente a los cambios en los subsidios al transporte público de pasajeros otorgados desde la Nación. Así las cosas, el secretario de Servicios Públicos, Gustavo Leone, y la directora del Ente de Transporte de Rosario (ETR), Mónica Alvarado, mantuvieron un encuentro con el empresario concesionario de la mitad del servicio de transporte urbano de pasajeros de la ciudad. Por su parte, el intendente Miguel Lifschitz dijo que se estaba ante un panorama de incertidumbre y destacó que esperaba que llegue una compensación lo antes posible desde el gobierno central frente a la caída del aporte. Sobre este tema, el diputado y candidato a gobernador por el Frente para la Victoria, Agustín Rossi, aclaró –en medio de la polémica– que lo único que cambia es la forma de enviar el dinero ya que ahora no se manda más a las petroleras sino a las empresas que deben comprar el combustible.

Lifschitz explicó ayer que desde la administración de la ciudad estaban preocupados porque prácticamente estaba confirmada la decisión política del gobierno nacional de terminar con parte de los subsidios al transporte que corresponden al combustible. “En el transporte urbano de todo el país hay dos tipos de subsidios: uno que viene directamente a las empresas y el otro que viene de manera indirecta con un cupo de gasoil más barato que el que se consigue en el mercado. Este último es el que en principio se estaría suspendiendo, por lo cual las empresas deben comprar el gasoil a precio del mercado, lo que implica un mayor costo para el sistema”, explicó.

“Aparentemente, según lo que dicen, eso va a ser compensado económicamente, pero todavía no se sabe bien, ni tampoco hay certeza de cómo va a ser esa compensación, si realmente se va a cubrir la diferencia, por lo que esto genera un marco de bastante incertidumbre sobre el tema del financiamiento”, añadió.

Lifschitz volvió a apuntar a la que considera como una injusta manera de repartir los subsidios. “Esto no es nada nuevo para quienes venimos administrando el transporte público en el país con todos estos años. Hoy, a diferencia de quince años atrás cuando la tarifa representaba el total del costo del sistema, hoy representa una parte y el resto se absorbe con subsidios nacionales y no se distribuye equitativamente entre Buenos Aires y el interior. Y un problema adicional sería que los comenzaran a reducir en este momento”, indicó.

El intendente recordó que se vienen manteniendo contactos con representantes de la Nación para buscar una solución a esta situación. “Hay contactos con funcionarios de la Secretaría de Transporte. También en algunos casos he conversado con el secretario de Transporte de la Nación. Lo que ocurre es que no hay una estrategia sostenida en el tiempo sino que, de alguna manera, todo se va acomodando siempre dependiendo de cada circunstancia y esto es lo que genera un poco de incertidumbre”, afirmó.

Sobre lo que significaría un recorte en los subsidios para el transporte público de la ciudad, el titular del Palacio de los Leones destacó: “Todas las empresas están en una situación complicada. Obviamente las empresas municipales por ahí tienen una espalda mayor pero la empresa de Bermúdez que tiene prácticamente la mitad del sistema debe estar sintiendo la dificultad”.

“Julio es un mes de baja recaudación, de menor uso del transporte, y esto lo complica. Igual, para no llevarle intranquilidad a la gente estos son temas sobre los que estamos trabajando y vamos a tratar de llevarles una solución. Hasta que no haya algún tipo de certeza, de modificación de estos criterios, no tenemos pensado un aumento en el costo del pasaje”, prosiguió.

Por su parte, Rossi negó que vaya a haber problemas con el servicio de colectivos ya que los fondos seguirán repartiéndose. “Lo que cambia es la forma de enviar el dinero. Ya no se manda a las petroleras sino a las empresas que deben comprar el gasoil. Si estaban comprando el gasoil a 90 centavos y ahora lo tienen que pagar 1,50 peso, los 60 centavos de diferencias van a ser compensados. Nos vimos obligados a cambiar el sistema porque no hay Presupuesto nacional, ya que entre otros los diputados socialistas no lo votaron. Gracias a los diputados socialistas que nos privaron de Presupuesto tuvimos que cambiar el sistema de subsidios. No hay ningún justificativo para que las empresas soliciten aumento de tarifa”, concluyó.

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