Lionel V. tiene 23 años. Su foto junto a Alan Funes con un arma en la mano lo hizo famoso tanto en la prensa nacional como internacional. También aparece en el video en el que festejan Año Nuevo disparando con una ametralladora. Lionel fue detenido y liberado a principios de enero. A los pocos días la Policía lo volvió a apresar en una casa de Tablada, en el mismo lugar donde había caído. Lo acusan de los delitos de portación de arma de guerra, tenencia y encubrimiento.
Sesenta días pasaron desde que lo imputaron, y ayer el fiscal de Flagrancia Rodrigo Urruticochea –en reemplazo de su par Martiano Ríos Artacho– pidió en la audiencia de revisión de la prisión preventiva que Lionel V. continúe detenido hasta el comienzo del juicio. La jueza Irma Bilotta presidió la audiencia y aceptó la solicitud de la Fiscalía.
De fotos, videos y metra
Sin proponérselo, Lionel Marcelo V. llegó hasta la prensa internacional. Una foto de Leo Loco, apodo por el que se lo conoce, ilustró una serie de notas sobre el recrudecimiento en los enfrentamientos entre los clanes de los Funes y los Caminos, bandos enfrentados con base en la zona sur. Claro que el foco no estaba puesto en él. A su lado, estaba Alan Funes portando una metra y una pistola. La postal, tomada supuestamente durante las celebraciones de Año Nuevo, acompañaba el ya célebre video donde se ve a Alan disparando una ráfaga al aire, grabación por la cual pidieron su captura. Hoy Alan está detenido e imputado por el homicidio de Marcela Díaz, del intento de homicidio de la pareja de ésta y de asociación ilícita.
Por la foto y el video, que el mismo Funes –según Fiscalía– subió a su cuenta de la red social Instagram, Leo Loco quedó en la mira de los investigadores. No tardó mucho en caer, por mérito propio. El 2 de enero fue detenido en Ayacucho al 4100 con una pistola Beretta 765, dos chalecos antibalas de origen asiático y una máscara. Según la denuncia al 911, junto con un compinche, Javier M., estaba amedrentando a los vecinos y cuando vieron a la Policía intentaron huir en vano por un pasillo. En esa ocasión, fue liberado por no contar con antecedentes.
Pero el 7, cinco días después, policías que iban en un móvil del Comando Radioeléctrico escucharon tiros en la misma zona de Tablada. Divisaron a un pibe que corría en la oscuridad, al que alcanzaron en una casa de Ayacucho al 4100, según los voceros del caso. Esta vez Lionel cayó con un arma, balas y “una importante cantidad” de marihuana y cocaína, según definieron desde el área de prensa de Fiscalía.
La segunda caída de Leo Loco fue motivo de cortocircuitos entre el ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro y la Justicia. En ocasión, el funcionario manifestó “la enorme preocupación por este tipo de retrocesos. O estamos espalda con espalda con la Justicia o los delincuentes van a ganar. Este caso nos genera malestar. Estamos frente a delincuentes peligrosos, armados, que generan enorme daño a la sociedad, que causan daño en los barrios. Se sienten impunes, y eso es inadmisible. Eso golpea a la sociedad y a quienes los detienen una y otra vez”.