Bomberos y policías siguieron trabajando este martes en el edificio del Museo Nacional de Río de Janeiro, donde todavía se veían restos humeantes del incendio que el domingo lo redujo a ruinas junto a su invaluable patrimonio.
Pocas personas se acercaron a la zona, que permanecía con un fuerte olor a quemado, para dejar flores al pie de la estatua de Pedro II, el último emperador de Brasil, que vivió en ese imponente palacio en el siglo XIX. La víspera, cientos de personas se congregaron conmovidas por la pérdida de un acervo de unas 20 millones de piezas, construido desde la creación del museo hace exactamente 200 años.
Apenas un 10% del patrimonio del museo sobrevivió a las llamas, según la vicedirectora de la institución, Cristiana Serejo.
João Wagner de Alencar Castro, profesor de geología en el museo durante 17 años, contó a la AFP que tres pisos cayeron encima de su laboratorio. «Una gran parte de la historia de la geología del Museo Nacional, de las áreas de geología marina y costera y sedimentología, se perdió», dijo.
Los bomberos encontraron un cráneo en medio de los escombros, informó la prensa local, que especuló sobre la posibilidad de que sea el de «Luzia», el fósil humano más antiguo de Sudamérica. Pero es necesario que expertos analicen el material.
«Ahora es importante que el gobierno reoriente y asuma la responsabilidad de proteger nuestro futuro. Perdimos el pasado, perdimos la historia, pero no podemos darnos el lujo de perder también nuestro futuro», dijo Paulo Andreas Buckub, profesor de zoología en el Museo, en declaraciones a la AFP.
El siniestro, que no dejó víctimas, se declaró el domingo hacia las 19.30 locales (22.30 GMT) por causas por el momento desconocidas, cuando ya había cerrado las puertas al público.
Las llamas se extendieron rápidamente por sus tres plantas, que contenían materiales altamente inflamables.
El desastre provocó fuertes cuestionamientos de los recortes presupuestarios adoptados estos últimos años para sanear los déficits públicos.
El banco de fomento brasileño BNDES anunció que lanzará un patrocinio de 25 millones de reales para proyectos de seguridad, prevención contra incendios y modernización de instalaciones de museos y otras instituciones con acervo, con el fin de proteger el patrimonio histórico.
La decisión se tomó tras una reunión del presidente Michel Temer con los ministros de Educación y Cultura y representantes de instituciones públicas.
La medida está orientada «a evitar nuevos episodios de esta naturaleza», dijo el presidente del BNDES, Dyogo Olivera.