Por Roberto Vergé – Presidente de la UCR por el departamento General López
Un nuevo año pasa en el sur provincial y son tan escasos los motivos para festejar en materia de obras que los vecinos para sonreír apenas deberán conformarse con la alegría futbolera que conmovió a un pueblo entero. Una consagración en Qatar que para muchos irresponsables de sus funciones y deberes termina siendo la bajada de telón ideal que da escape a la incómoda escena de rendir cuentas ante los reclamos de vecinos.
Con esa figura podríamos describir al círculo político del peronismo en todos sus estados (nacional y provincial), quienes en el “mundial de la Autopista 33” primero se encargaron de ilusionar al pueblo, pero luego jugaron mal, terminaron defraudando con un equipo que prometió mucho y cumplió poco. Incluso, muchos de este plantel justicialista al comienzo de las licitaciones se las ingeniaban para aparecer en el álbum de la obra, aunque todo cambió… con la llegada de las pálidas se excusaron en los partidos determinantes y en esos encuentros de definiciones, donde había que poner sobre la mesa todo para defender este título vial, ni siquiera aparecieron a jugarlos.
La Autopista 33 cierra el 2022 con menos del 5% de la ejecución de los trabajos correspondientes al primero de los cuatro tramos; el que va desde Rufino hasta estancia “Las 5 esquinas”, cercana a la ciudad de Venado Tuerto. En mayo de 2021 desde Vialidad Nacional informaban que se activaban las máquinas y en 20 meses de obra solo hubo movimientos de suelo para la construcción de un terraplén, sin ni siquiera un metro de asfalto para dar señales de avances contundentes.
Gol en contra
Quizás el factor más condicionante que pone freno a la ilusión es la falta total de voluntad política por parte de Nación y Provincia, que aún con fondos disponibles nunca priorizaron este proyecto absolutamente necesario para reducir los repetidos siniestros de la actual y deplorable ruta 33. La última noticia recibida por parte de Vialidad Nacional fue un golpe duro; dieron de baja el contrato con la unión de empresas que habían sido designadas para la construcción de la primera etapa (José Cartellone Construcciones Civiles S.A. + Rovella-Carranza S.A). Todo un retroceso.
El desenlace del acuerdo entre Nación y las empresas fue crónica de una muerte anunciada, o acaso se podía esperar otro final de un gobierno nacional que pretendía la continuidad de trabajos sin hacer los ajustes de valores correspondientes. Hubo certificados de obras atrasados en sus pagos y desactualizados en sus montos en el marco de un país que toca banquinas por los golpes de una inflación sin control. Ahora bien, dado el diagnóstico… ¿Qué hicieron los representantes de Nación y Provincia para sacar este partido adelante? Poco, en su mayoría se ausentaron.
Sillas vacías
Cabe recordar que cuando la autopista comenzaba a tartamudear aparecieron los intendentes y presidentes comunales, más el trabajo constante del senador por el Departamento General López, Lisandro Enrico, y el apoyo de otros legisladores que se solidarizaron con la causa; con el fin de reclamar avances de obras. De hecho, hubo convocatorias y encuentros para que la situación sea abordada por todos los representantes políticos, independientemente del sector que representaran, porque la misión era formar una agenda de trabajo en común, donde se gestione de modo colectivo para que el gobierno nacional priorice esta obra vial.
La ausencia fue tan notoria del peronismo que hace pensar en ciertas mezquindades políticas, quizás porque hoy les toca representar a los gobiernos provinciales y nacionales, responsables de conducir la construcción de la Autopista. De otro modo es difícil entender la ausencia; el faltazo de casi todo el bloque de legisladores nacionales de Santa Fe por el PJ a los encuentros de la Autopista, como en la cumbre del 31 de octubre en Venado Tuerto, donde solo se hizo presente Roberto Mirabella. Quedaron las sillas vacías y a la espera de los diputados Cleri, Massetani, Martínez, Obeid, Mastaler y Toniolli.
El resultado menos esperado
La falta de decisión política del PJ en este tema es más evidente, empezando por el gobernador Omar Perotti que en todo este tiempo de incertidumbre jamás se expresó públicamente en defensa de esta obra. Mientras se avanza a paso firme en la Autopista 34, a instancias de su ciudad natal, en el sur santafesino sucede todo lo contrario. La lista de ausentes al momento de dar explicaciones escala hasta autoridades de mayor calibre, como la del ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, o del titular de Vialidad Nacional, Gustavo Arrieta, quienes ni siquiera tuvieron la cortesía de recibir a la comitiva de intendentes del sur y legisladores cuando viajaron a Buenos Aires para trabajar conjuntamente y reactivar el proyecto. No hubo quorum en aquella mesa chica de la autopista para acordar nuevas licitaciones de otros tramos.
Como en cualquier mundial, los imponderables pueden ocurrir, y quizás los resultados no se dan como se planifican desde un inicio, pero hay algo que la tribuna no deja pasar, y es la actitud. La gente comienza a ver que está en riesgo la ilusión por esta obra, y reclama más voluntad de sus representantes, y lo paradójico de esto es que muchos jugadores políticos del PJ aún siguen especulando en el vestuario y no salen a la cancha con la camiseta santafesina puesta para sacar adelante un partido vial que se está perdiendo.