“Los que acusan a grupos políticos organizados lo dicen sin pruebas o fundamentos sólo son repetidores acríticos de los que le dicen los medios. Sólo son idiotas útiles utilizados por los grupos de poder para mantener y agrandar la grieta”. Así, con inusual dureza, la Coordinadora Provincial Justicialista de Salud, que agrupa a profesionales médicos, enfermeros, directivos de centros sanitarios y trabajadores del sector que vienen haciendo labores para enfrentar la pandemia de coronavirus, salió a replicar la diseminación de otro virus: la “desinformación intencionada”.
La coordinadora recolectó datos para desmentir cualquier vínculo de la militancia peronista santafesina con una supuesta campaña de ataques a silobolsas con soja en la región. Y, en sentido contrario, denunció que la campaña que sí existe es una operación maliciosa para acusar al oficialismo nacional. “Hay sectores de la oposición que están buscando frente al gobierno nacional cualquier hueco para producir un proceso de desestabilización, en ese sentido son las informaciones publicadas en medios que hablaban de supuestos «ataques K» contra silobolsas de productores rurales del interior”.
“Acá no hay ningún tipo de expresión de autoconvocados que estén detrás de este tipo de maniobras. Ante la denuncia mediática de un dirigente de una entidad de productores que acusó de estos actos de bandas organizadas del gobierno y que envió una serie de filmaciones de silobolsas rotos, se le pidió que haga las denuncias concretas y no las hizo para no incurrir en falso testimonio”, insistieron las organizaciones peronistas.
“Muchos de los casos que vienen ocurriendo ya fueron esclarecidos, algunos son roturas por mal ensilaje –como ocurre todos los años–, otras por cuestiones conflictivas con cazadores, algunas por robo de cereales y otros se dieron en medio de conflictos entre Uatre y la patronal”, explicaron.
También hicieron referencia a un informe realizado por Adrián Roland, director de Seguridad Rural de la Guardia Rural Los Pumas, “quien informó que desde febrero hasta el 23 de junio se tuvo conocimiento de una decena de hechos ilícitos relacionados a daño o robo en silobolsas”, que son los que se detallan a continuación:
- Albarellos: en el ingreso a la localidad se denunció la pequeña rotura de silobolsa.
- Máximo Paz: el gerente de la Cooperativa Limitada denuncia cortes en silobolsa que contenían en su interior lentejas. A través de registros fílmicos se identifica a los autores, menores de edad.
- Santa Isabel: Leonardo Ansaloni, quien alquila un campo allí, denuncia que “autores ignorados” le rompieron seis silobolsas de maíz.
- Amenábar: Santiago Sastre, domiciliado en zona rural, le realizan la rotura de dos silobolsas de soja. El productor había mantenido un conflicto con trabajadores rurales.
- San Jerónimo Sud: el damnificado había mantenido una discusión con unos cazadores de la zona que mataron a un perro galgo propiedad del productor.
- Carcarañá: Roberto Rufferr había mantenido discusiones con personal de una cooperativa cercana a su establecimiento por situaciones particulares de compra y venta de cereal.
- Bustinza: Adolfo Perassi manifiesta que autores ignorados violentaron una tranquera de ingreso y dañaron un silobolsa con perforaciones variadas. Constató la faltante de quince toneladas de soja.
- Frontera: se denunció el robo calificado en dos silobolsas ubicados en la zona rural de Zenón Pereyra, y que tuvo como denunciante a Matías Canalis, quien manifiesta que dañaron los silos y le sustrajeron dos equipos completos de cereales valuando los mismos en $3.000.000.
La Coordinadora destacó, en conclusión, que la saga de casos detallada corresponde a “información oficial” y pidió a la sociedad: “No le hagan el juego a los «profetas del odio» que inventan mentiras para ahondar la grieta. Sea serio en la información que difunde con sus conocidos”.
