La venta de silobolsas alcanzó un nuevo récord en la última recolección de la cosecha gruesa con un incremento en las ventas de entre un 20 y un 30 por ciento respecto a la campaña anterior y más de 200.000 unidades comercializadas.
Se estima que alrededor del 40 por ciento de la producción nacional queda guardado por los productores a la espera de mejores precios o de modificaciones en el mercado (como permisos de exportación).
“Tuvimos un récord de ventas este año, con un incremento del 30 por ciento respecto al año pasado, y 60.000 unidades vendidas”, sostuvo Guillermo Lardies, gerente de ventas de Plastar, una de las empresas que comercializan los silobolsas. Y agregó que incluso podría haber sido más la venta por la fuerte demanda que hubo que no pudo ser satisfecha.
El uso de los silobolsas cambió el ritmo de ventas de la cosecha gruesa en los últimos 15 años, luego de su aparición a fines de los 90. Los productores ya no tienen la urgencia de salir a deshacerse de lo producido ni bien es cosechado. Al menos, desde el punto de vista de almacenamiento (sí, a veces, desde lo financiero).
De hecho, un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario resalta un aspecto que introdujo en el mercado la utilización de los silobolsas: el cambio en la estacionalidad.
Vender cuando conviene
Antes de que se tuviera su incorporación en los campos argentinos, una vez finalizada la cosecha gruesa era el momento en el que más oferta de soja y maíz había y, por lo tanto, bajaba el precio. Sin embargo, con los silobolsas se moderó esta estacionalidad.
De hecho, cuando se miran los números de lo liquidado por los exportadores surge que, pese a que la cosecha de soja sería este 2015, al menos, un 10 por ciento superior a la del año pasado, lo ingresado hasta el momento en el año es un 26 por ciento menor que en el mismo período de 2014, según datos de Ciara-Cec, la cámara que agrupa a las empresas exportadoras.
“Este año se guardó mucho por los bajos precios de la soja y del maíz. Además, la expectativa por el cambio de gobierno y las lluvias, que permitieron que se coseche y se pueda dejar campo adentro lo producido, incidieron en que se almacenara más”, sostuvo Lardies.
Desde Ipesa, la empresa líder dentro del sector con más del 60 por ciento de las ventas, Leonardo Torretta señaló que se guardó más por “la cosecha récord que hubo esta campaña, nuevos usuarios y mayor aceptación del sistema ya que la tecnología aún es reciente, y por lo concentrado que fueron los tiempos de recolección”.
Para todos los gustos
Existen distintos tamaños de silobolsas en el mercado: de 5, 6, 8, 9, 10 y 12 pies de diámetro, y de 60, 75 y 100 metros de largo. La más utilizada es la que se conoce como “9 por 60”: de 9 pies (2,74 metros) por 60 metros, que almacena 200 toneladas. “El grano generalmente se mantiene embolsado por un tiempo de 4 a 6 meses, pero en caso de que el usuario lo necesite las bolsas Ipesa garantizan su conservación hasta 2 años”, aseguró Torretta.
El punto importante en la conservación es el mantenimiento de la humedad. “Se están empezando a utilizar las que son más grandes, ya que al tener más capacidad, se reduce la demora que implica cambiar de una bolsa a otra, que lleva 30 minutos, aproximadamente”, explicó Lardies.
El precio de mercado para hacerse con un silobolsa de 9 por 60 es en torno a los 4.000 pesos más IVA. Así, un productor puede guardar 200 toneladas y pagar ese costo a la espera de mejores valores de mercado utilizando esta tecnología de almacenamiento.
Adaptación argentina
Los silobolsas se volvieron tan importantes en el campo en los últimos años que el año pasado se hizo en Mar del Plata el primer encuentro internacional sobre este tema. De creación alemana, pero para almacenar heno y otros forrajes, fue en la Argentina donde se la reformó para poder utilizarlas para guardar no sólo pasto sino también grano.