Convertido en un clásico de clásicos, en una reciente entrevista para la agencia española de noticias EFE desde La Habana, el referente de la Nueva Trova Cubana, Silvio Rodríguez, planteó: “En los momentos difíciles creo que el arte es aún más necesario, imprescindible”.
El reconocido cantautor cubano Silvio Rodríguez es noticia por estas horas dado que está lanzando su nuevo trabajo, el vigésimo segundo de su carrera, titulado Quería saber.
Este icono de La Trova Cubana y uno de sus pocos integrantes en actividad, planteó que este nuevo disco es una mezcla de temáticas, momentos y géneros, defiende los “matices” y la tolerancia, y apela a la esperanza en tiempos de crisis como los actuales en la isla como en gran parte del mundo.
El álbum, el primero en tres años, es una colección de once temas compuestos entre 2015 y 2019 donde se combinan letras intimistas y sociales, canciones ricamente instrumentadas y otras reducidas a su esencia mínima, todas con el sello inconfundible de la voz y la poética del enorme artista.
“Quería saber es la continuidad de que dispongo; las canciones que preferí juntar en esta ocasión”, resumió el cantautor, de 78 años, respecto de un material donde se destaca “Para no botar el sofá”, un tema con el subtítulo de “canción editorial”, publicada en texto en 2016 e interpretada en vivo posteriormente, y que ahora fue recogida para el nuevo trabajo de estudio.
Llama la atención por denunciar la migración “en masa”, “las hogueras de la homofobia”, “los vicios y dogmas” y la censura de medios y artistas, todo “en el parto de una era que se alarga”.
“Me refiero a cosas que nos traban, que nos entorpecen, que en vez de liberarnos nos atan, nos complican. Algunas fueron culturas heredadas, como el machismo y la homofobia. Otras han sido sacralizaciones absurdas de un sistema de pensamiento que comenzó un alemán cuya divisa, según él mismo, era dudar de todo”, explicó.
Sin embargo, Rodríguez cierra este tema, al igual que el titulado “La cuota diaria”, con un toque de esperanza y optimismo, abogando por “contar con el otro” y crecer ante los retos: “La vara, cada vez más alta, invita a volar y a seguir”.
El autor de himnos como “Ojalá” prefiere no definirse como un optimista o como “nada de forma permanente”, ya que las perspectivas cambian con el tiempo.
“Un día entendemos una cosa, vemos y sentimos de una forma y así lo expresamos. Al día siguiente aparecen matices, cuando no, contradicciones. Por eso un día uno puede escribir «El necio» y unos días antes o después «En busca de un sueño» o «Reino de todavía»”, detalló.
El músico consideró que “a veces es difícil matizar”, pero abogó por intentarlo, “porque es justo”. Y profundizó: “Trato de hacerlo siempre. No soporto lo esquemático y hay mucho de eso en todas direcciones”.
Frente a quienes hablan “de una realidad soñada como si fuese real”, como canta en “Viene la cosa”, Rodríguez sostiene que ve a Cuba “como ha sido y como es, una ventaja que dan los años”, dijo quien lleva 56 años sobre los escenarios de su país y del mundo.
“Soy capaz de convivir dentro de un espectro de opiniones muy abierto, siempre que se considere también la mía, por supuesto. Sólo espero que nuestro futuro, el futuro de la Cuba de José Martí, no quede en el bolsillo del Gobierno norteamericano”, afirmó.
Como anticipo de su nuevo disco se lanzaron en las dos semanas previas sendos sencillos, “Quería saber” y “América”, una oda a la inquietud intelectual y una canción de un amor juvenil no correspondido, respectivamente.
Sobre el presente de la isla, sumida en una grave crisis sin salida a la vista y en medio de una oleada migratoria sin precedentes, sus letras dicen poco. “Rumio bastante lo que escribo”, sostuvo, aunque avanzó que en el futuro podría abordar esos temas.
También habla de sus giras por los barrios, “de las cosas más hermosas que me han pasado”, según contó. Y de cómo empleó el “parón” de la pandemia “para descubrir muchas cosas que había ido postergando”, al tiempo que recordó a su colega Pablo Milanés, otro icono de la nueva trova que murió en 2022.
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