Un grupo de unos 250 simpatizantes del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se manifestaron este domingo frente a la sede del Comando General del Ejército, en Brasilia, para pedir «una intervención militar», después de que el gobierno decidiera cerrar al público la Explanada de los Ministerios durante a fin de evitar aglomeraciones por la pandemia de coronavirus.
Los seguidores de Bolsonaro se acercaron con camisetas amarillas y banderas de Brasil a la sede con carteles en los que se leía «SOS Fuerzas Armadas», «Intervención militar con Bolsonaro en el poder» y «Nueva alianza anticomunista», informó la agencia de noticias EFE.
En las últimas semanas la Explanada de los Ministerios, una amplia avenida en el centro de la capital brasileña donde se concentran todos los edificios del poder público, fue escenario de protestas, la mayoría a favor del jefe de Estado.
En muchos de los actos que se llevaron a cabo, y en los que participó el mismo Bolsonaro, se pide el «cierre» del Parlamento y de la Corte Suprema.
Las protestas de este domingo se enmarcan dentro de una nueva jornada de manifestaciones convocadas en las principales ciudades del país tanto por partidarios de Bolsonaro, como por detractores del mismo.
Este sábado, un grupo autodenominado «300 por Brasil», formado por una treintena de activistas ultraderechistas investigados por diseminar noticias falsas en internet, se manifestó de nuevo contra esos dos poderes en Brasilia y amenazó hacia algunos de sus magistrados, informó EFE.
Antes, sus integrantes se dirigieron al Congreso y ocuparon la cúpula del edificio por unos minutos al grito de «intervención militar».
Bolsonaro, capitán de la reserva del Ejército, mantiene una pulseada con los poderes Legislativo y Judicial, que han suspendido o matizado algunas de sus más polémicas medidas, como la liberación de armas a la población civil.
Este sábado el mandatario escaló otro peldaño en esta confrontación y advirtió a la Corte Suprema que las Fuerzas Armadas «no cumplen órdenes absurdas» y dio a entender que los jefes militares no aceptarán resultados de un eventual juicio político que lo pueda destituir del cargo.
Lo hizo en un comunicado con un tono inédito para responderle al Supremo Tribunal Federal, que en un fallo de este jueves sostuvo que las Fuerzas Armadas no son un poder «moderador» ante un conflicto de poderes.
«Las Fuerzas Armadas de Brasil no cumplen órdenes absurdas, como por ejemplo la toma del poder. Tampoco aceptan los intentos de toma del poder por otro poder de la República, violando las leyes, o a causa de un juicio político», dijo Bolsonaro en un comunicado firmado también por dos generales, el vicepresidente Hamilton Mourao y el ministro de Defensa, Fernando Azevedo.