Un hombre de 35 años fue imputado como uno de los autores del asesinato de Fabián Iunnisi, cometido el jueves pasado en barrio Echesortu. La Fiscalía lo acusó como coautor de un homicidio calificado por la participación de tres personas y por el uso de arma blanca y le sumó la figura criminis causa, es decir cometer un delito para ocultar otro, en este caso la sustracción de una escritura. Por este crimen, una pareja continúa prófuga de la Justicia.
Norberto Fabián Iunnisi, de 48 años, era viudo y vivía desde hacía varios años con su madre en Mendoza al 4600, en barrio Echesortu. Sus vecinos y vecinas contaron que era una persona conocida y apreciada en el barrio, ya que siempre estaba dispuesto a ayudar. Lo llamaban por su segundo nombre, Fabián, y sabían de su pasión por Rosario Central, y por todo esto los residentes de Echesortu aún no pueden salir de su conmoción desde el jueves, cuando se enteraron por los gritos de su madre que lo habían asesinado.
«Llamen a una ambulancia, que me lo mataron”, fue el pedido desesperado que hizo la mujer a las 8 del jueves 14 de enero en la vereda de su casa. Los médicos del Sies llegaron, pero nada pudieron hacer para salvarle la vida a Fabián, quien había recibido seis mortales puñaladas.
El fiscal a cargo de la investigación es Adrián Spelta, jefe de la Unidad de Homicidio Dolosos, quien se presentó en la escena para supervisar los trabajos del personal policial. Al mediodía de ese jueves habló con la prensa y dijo que investigaban si Fabián había sido víctima del intento de robo de una escritura de una casa que tenía en zona norte, y como conocía a sus verdugos, lo habían asesinado. Ese mismo día, un varón trans, identificado como Martín T., de 35 años, fue apresado a metros de la propiedad de Fabián, ubicada en Rauch al 1100, en barrio Parque Casas.
El sospechoso fue imputado este viernes por el fiscal Spelta como coautor de los delitos de homicidio calificado por el concurso premeditado de tres personas, por el uso de arma blanca y por criminis causa, calificación que tiene una pena en expectativa a prisión perpetua.
En la audiencia Spelta reconstruyó que el acusado había acordado un encuentro con la víctima con la excusa de tener interés en comprarle la casa de Rauch al 1100. Esta reunión tenía como objetivo controlar la documentación de la propiedad. El sospechoso, otro hombre y una mujer, ambos prófugos de la Justicia, llegaron en una moto a las 7.45 del jueves y golpearon la puerta de Fabián.
El hombre salió, hablaron unos minutos en la vereda, y después entraron los cuatro. En ese momento el trío dio a conocer sus verdaderas intenciones: a la madre de la víctima la encerraron en el baño, y a Fabián lo maniataron.
La mujer escuchó una discusión, gritos en los que le pedían a su hijo la escritura de la casa de zona norte que él tenía alquilada. Fabián se resistió, y luego hubo silencio. Cuando la mujer logró salir de su encierro se encontró con su hijo maniatado y asesinado a puñaladas en la cocina de su casa. Además, por las cámaras de seguridad de la zona los investigadores determinaron que el trío se subió a la moto y emprendió la huida a las 8.36.
Ese mismo día y tras la declaración de los familiares de Fabián, el fiscal hizo dos pedidos de allanamiento: uno en la casa de Rauch al 1100 y el otro en un taller mecánico de Salvador María del Carril al 1600, donde vive Martín T., identificado como quien lo había contactado para comprarle la propiedad. Este hombre fue apresado poco después a unos metros del operativo, en Rauch y Netri, cuando pasó al mando de una moto marca Motomel Blitz de 110 centímetros cúbicos, la cual fue incautada, ya que se sospecha fue la utilizada por los tres atacantes de Fabián.
Para Spelta, Martín T. no fue el único autor de las puñaladas, sino que del crimen participaron el hombre y la mujer que lo acompañaban.
Para la Fiscalía, Martín cometió el homicidio para «obtener la impunidad», ya que «éste conocía a la víctima», y «también para poder sustraer dicha escritura y otros elementos». Así describió en la audiencia Spelta, aunque aún no se conoce para qué quería el título de la propiedad, ya que, por sí solo, no sirve para obtener el dominio del inmueble.
Esta imputación fue aceptada por el juez Florentino Malaponte, quien ordenó que Martín T. quede en prisión preventiva por el plazo de ley, es decir dos años, mientras avanza la investigación.
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