Horas antes de la asunción del nuevo gobierno, la calificadora Standard and Poor’s realizó un crudo diagnóstico sobre lo que se puede esperar de los primeros pasos de la futura administración. Entre otros conceptos, aclara que la nota seguirá en “default selectivo”, o SD, hasta que no se arregle el problema con los holdouts.
También advierten que las reservas del Central finalizarán 2015 en u$s 24.000 millones, pero que en términos netos serán negativas. Y se juega a la hora de diagnosticar cómo será el arranque de la nueva gestión: “Consideramos que el gobierno de Macri se moverá más lento de lo que algunos observadores prevén, debido a la complejidad de los problemas económicos, el desafío político de manejar un Congreso cuando el gobierno no cuenta con la mayoría, y el deseo de la propia administración de evitar una volatilidad inesperada”.
Más allá de las opiniones de las calificadoras, con las que se puede estar de acuerdo o no, lo más relevante es el horizonte que plantea en términos de lo que puede pasar con la nota de la deuda argentina.
En ese sentido, indica que el cambio a un gobierno más amigable con el mercado no es causa para una suba de la calificación y que sacar al país del default dependerá de normalizar la deuda que hoy se encuentra en incumplimiento, “ya sea a través del pago, canje o algún otro tipo de acuerdo”. Si esto sucediera, la mejora de la nota sería a niveles de “CCC” o los bajos niveles de “B”, es decir que sería tratado como deuda con alto riesgo. Esto es relevante, ya que al menos en un primer tiempo luego de un eventual acuerdo con holdouts quedaría limitada la posibilidad de acceder a grandes fondos de inversión y a sumas significativas en los mercados.
“Volveríamos a evaluar las condiciones económicas del país al tiempo que analizaríamos los detalles de cualquier acuerdo con los acreedores que no participaron en el canje de deuda (holdouts) en un contexto económico y político más amplio bajo el nuevo gobierno”, agrega el trabajo.
La calificadora también es contundente en relación con el fortalecimiento de las reservas. Señala que una “solución estructural” para mejorar el balance del BCRA y liberar el cepo está ligada con el acuerdo al que se llegue con los holdouts.
Se trata de una postura que es exactamente la contraria de la expuesta en estos últimos días por el gabinete económico de Macri; primero concentrarse en el ingreso de dólares para liberar el cepo y recién después arreglar con los holdouts.
Otros aspectos relacionados con el informe de S&P son los siguientes:
La negociación salarial será el desafío inicial para probar las habilidades para lograr acuerdos frente a los sindicatos y movimientos sociales bien organizados, que respaldaban firmemente a la administración saliente.
Una mayor transparencia en los datos económicos ayudaría a restablecer la confianza en las instituciones. La publicación de información económica más confiable ayudaría a la administración a abordar con más claridad los desequilibrios económicos del país.
Sin un acuerdo con los holdouts, consideramos que el gobierno no podrá obtener financiamiento de los mercados de capitales internacionales, lo cual seguiría limitando a los emisores subsoberanos y privados para acceder a liquidez externa en el futuro bajo mejores condiciones.
“Con base únicamente en los eventos que describimos en este artículo, determinamos que ninguna acción de calificación está justificada actualmente. Sólo un comité puede determinar una acción de calificación y, debido a que estos eventos no se consideraron como material para las calificaciones, ningún comité de calificación revisó los eventos mencionados ni este artículo”, señaló el trabajo.