“Este Concejo no debatirá. No encontramos ninguna situación para seguir dialogando. Entendemos que los trámites de posibles acercamientos se cerraron, y no continuaremos el debate”. Con esa frase, el edil Manuel Sciutto, titular del bloque socialista, comunicó que el oficialismo desistió del tratamiento de la suba del boleto del transporte urbano de pasajeros. Con todo, al cierre de esta edición flotaba la posibilidad de que se pasara a un cuarto intermedio para mañana sábado o bien para el lunes. Lo que sí todos daban por seguro es que el tratamiento del Presupuesto 2014 –que incluye aumento de tasas– se dará con la próxima composición del cuerpo legislativo, que arrancará el martes que viene.
Los temas calientes demandaron extensas negociaciones y dilataron el inicio de la reunión de la comisión de Labor Parlamentaria, en la que se fija el orden del día de los temas a tratar en el recinto, por lo que la sesión de ayer arrancó tarde y con augurios de que se prolongaría hasta esta madrugada.
Los ediles del Frente para la Victoria (FpV), Partido Progreso Social (PPS) y el Bloque Radical mantuvieron en pie su propuesta de aprobarle al Ejecutivo una partida presupuestaria (fondo compensador) de 20 millones de pesos que vaya a parar al sistema de transporte para morigerar la suba del boleto y el costo del pasaje sea de 3,50 en vez de los 3,70 propuesto por el Ejecutivo, al menos hasta febrero próximo.
“Durante todo el día esperamos la respuesta del oficialismo pero no hemos llegado a un acuerdo. Nos parece que hemos planteado una propuesta responsable, sensata, superadora y que salvaguarda el bolsillo de los usuarios”, remarcó Osvaldo Miatello, del bloque Encuentro por Rosario y vicepresidente del Ente de Movilidad Rosario, quien junto con Norma López y María Eugenia Schmuck brindó una conferencia de prensa minutos antes de que Sciutto anunciara que no se trataría el aumento del boleto.
“Queremos dejar en claro que lo único que buscamos es el beneficio del usuario y en nuestra propuesta está la intervención del municipio y también de la provincia para sumar recursos al fondo compensador”, indicó Schmuck.
“No tensar la cuerda”
Miatello instó al Ejecutivo a que “sea responsable y que no tense de la cuerda más de lo debido”, y enfatizó: “Estamos trabajando en un clima muy especial, cerca de las fiestas y con acontecimientos sociales muy fuertes que han ocurrido en otras partes del país, que nos obligan a ser cautos y responsables”.
El edil de Encuentro por Rosario justificó la iniciativa opositora con cifras: explicó que cada 10 centavos que se rebaja el costo del boleto significan una merma aproximada de 12 millones de pesos al año para el sistema de transporte. “Hay que remarcar que 10 centavos más o 10 menos no es una cifra mayor para el municipio, pero para el trabajador que debe usar el transporte todos los días sí lo es”, redondeó su argumento.
De arranque viene una agenda al rojo vivo (Por Guillermo Correa)
El Concejo que viene arrancará con una agenda al rojo vivo. Es que, en forma inesperada –y aún si la suba de la tarifa del transporte urbano se llegara a destrabar y fuera tratada por la actual composición– los ediles que seguirán en sus bancas y los que estrenarán la poltrona deberán tratar de ponerse de acuerdo sobre temas más que espinosos como el presupuesto 2014 –con el antipático revalúo inmobiliario propuesto por el Departamento Ejecutivo, con subas de hasta un 50 por ciento en las boletas de la TGI– y otros como la autorización al Casino a funcionar las 24 horas los fines de semana y los días previos y las vísperas de feriados, abriendo puertas a una clientela que con el pago de sus entradas, contribuirá como una de las fuentes de financiamiento precisamente para que el pasaje de colectivo tenga una aumento menor.
Aunque la relación de fuerzas no tendrá grandes alteraciones, el estreno de un Legislativo con 24 componentes obligará al oficialismo a afilar el lápiz en los acuerdos con los distintos entramados de la oposición para la obtención de mayorías. Es que en las últimas elecciones puso cinco bancas en juego pero obtuvo cuatro, y desde la cero hora del martes la mayoría simple ya no será de 11 ediles sino de una docena.
En ese marco, el bloque Socialista seguirá contando con cuatro integrantes –Manuel Sciutto, Viviana Foresi y Miguel Zamarini siguen, en tanto que Pablo Colono le cederá el lugar al ex ministro de Salud Miguel Cappiello–, en tanto el radicalismo aliado seguirá teniendo dos –Daniela León fue reelecta y Gonzalo del Cerro, que hoy mantiene un bloque aparte dejará su banca a Martín Rosúa– con lo cual van seis porotos. El séptimo es Carlos Comi, del ARI-Coalición Cívica, quien reemplazará a su correligionario Oscar Greppi, que deja su banca. El octavo sería Aldo Poy, del Partido Demócrata Progresista, quien seguirá solo: Roberto Bruera completó el mandato de Clara García y dejará el Palacio Vasallo.
Y ahí se acabó: las nueve voluntades, que no alcanzan encontraron en las votaciones más reñidas aliados circunstanciales con actores cambiantes, y sólo el PRO, que en 2011 logró la hazaña de pasar de un monobloque a contar con cuatro ediles se repitió como llave más común. A partir del martes serán ocho, y hasta entonces, –y acaso más– seguirá permaneciendo la duda sobre si la fuerza macrista, sacudida por tensiones internas, pegará un nuevo salto numérico o quedará igual. Es que aunque su lista obtuvo tres ediles poniendo en juego sólo una banca –se va la primera, Laura Bertotto de Weskamp– en los pasillos de Córdoba y 1º de Mayo sólo se considera a la periodista Anita Martínez como “genuina”, y hasta sostienen que el justicialista Diego Giuliano, que hoy conforma un monobloque, seguirá por las suyas. Incluso algunos sugieren que podría hacer causa común con el también periodista Charly Cardozo, con quien comparte común origen. Y difícilmente, al menos el primero –y acaso ambos– se cuente entre quienes acompañan el voto del oficialismo.
En tanto, en la oposición más dura, pero que llegó a acompañar temas como una suba del pasaje de colectivo –por ejemplo, fue el creador del boleto de uso frecuente– se cuenta el radical Jorge Boasso, reelecto en octubre, que de contar sólo con su banca pasó a tener la compañía de María Eugenia Schmuck y ahora sumará también al ex secretario de Producción municipal Sebastián Chale, con lo que tallará más fuerte.
También se cuenta en esa porción el entramado kirchnerista: el ex intendente Héctor Cavallero renovó su banca y sumó: el bloque del Partido del Progreso Social, que ahora comparte con Fernanda Gigliani, tendrá también a Lorena Giménez. Y en la bancada del Frente para la Victoria, que la periodista Norma López comparte con Roberto Sukerman las cosas seguirán inalterables: ella fue reelecta. A ellos se suma el justicialista Osvaldo Miatello, también al mando de un monobloque: ¿sumará al veterinario Carlos Cossia, que obtuvo la banca número 13 como candidato cegetista? En todo caso se sumará el sector que ocupa el ala izquierda del recinto, acaso en la poltrona que dejará libre el socialista auténtico Alberto Cortés, que no logró la permanencia del Proyecto Sur.
Así las cosas los nueve ediles que, incluyendo al radicalismo no frentista, suelen votar juntos en instancias clave seguirán contabilizando las misma cantidad de votos en el peor de los escenarios. Y en el mejor, sumarían 12 voluntades, nada menos que la mitad de la composición.