Una ida y vuelta febril de negociaciones que transcurrieron a puertas cerradas y sin que se ventilaran avances caracterizó ayer la jornada en el Concejo Municipal. A las 20 el panorama en el Palacio Vasallo parecía desolador: durante la mañana, la reunión de la comisión de Presupuesto, que estaba convocada precisamente para tratar el proyecto oficial y el cuestionado aumento de la TGI, ni siquiera había llegado a reunirse; y la comisión de Servicios Públicos, que debía tratar la tarifa del transporte urbano sí lo hizo, pero pasar a un cuarto intermedio hasta las 16 primero y hasta las 17 después. Pero el amperímetro no se movería por tres horas y media más: para entonces, cuando ya estaba claro que no había consenso en ninguno de los temas de calculadora, la mayoría oficialista de la comisión de Servicios Públicos estampó su firma en un despacho. Su titular el arista Carlos Comi, junto a los socialistas Manuel Sciutto y Miguel Cappiello y el demoprogresista Aldo Poy dieron dictamen a un boleto de 5 pesos, pero no para que esta sea la tarifa sino para “fijar un valor para la discusión”. Y lo mismo hacía, orillando las 21, la comisión de Presupuesto, convalidando el proyecto oficial de presupuesto 2015 y la suba de la TGI en un 78 por ciento promedio durante el año: allí firmaron la radical Daniela León, titular de la comisión, junto al arista Carlos Comi, la socialista Viviana Foresi y el también radical Martín Rosúa. La fórmula en ambos despachos fue similar: “Exclusivamente para posibilitar su tratamiento en la próxima sesión”.
Durante casi toda la jornada el dato más contundente es que no parecía haber avance alguno entre un oficialismo plantado en sus trece y una oposición decidida –y con números a su favor– a no convalidar ni la suba de tasas ni la del boleto tal como se piden desde el Palacio de los Leones. Y en medio la tensión, aunque “para eso hay tiempo”, como marcó un edil opositor a este diario, también generaba interferencias la elección de autoridades, ya que el próximo miércoles caducan los mandatos del socialista Miguel Zamarini, la kirchnerista Norma López y la macrista María Julia Bonifacio en la presidencia y las vicepresidencias primera y segunda del Palacio Vasallo, en ese orden.
Pasadas las 19 y tras haber llegado a “la Casa” diez horas antes, algunos ediles daban evidentes muestras de cansancio. Un conocido concejal combatía el calor con una ensalada de frutas, mientras otros dos, que actuaron separados en las últimas votaciones divididas, estaban juntos compartiendo un mate amargo. Todos parecían resignarse a la espera de una señal que, ya demorada, seguía sin llegar.
“No hay nada. Pero nada, nada”, se sinceró a este diario un edil opositor apartado de la pulseada pero con posición tomada: “Nosotros ya dijimos lo que teníamos que decir”, marcó.
Y lo que habían dicho era que no iban a convalidar un aumento de TGI que arrancaba el el primer trimestre de 2015 con un 43 por ciento y seguía en los siguientes tres trimestres con un 15 por ciento en cada uno, acumulativo. El prorrateo indica que durante el año que viene se verificaría una suba del 78,5 por ciento, pero cada contribuyente terminará 2015 pagando un 115 por ciento más de lo que paga hoy. “Es una tasa para la inflación de Zimbawe, con mis respetos por Zimbawe”, atajó el justicialista Diego Giuliano.
El edil se pronunció de igual modo frente a la tarifa del transporte urbano de pasajeros, cuyo estudio de costos llegó al Palacio Vasallo indicando un valor de 5,68 pesos. Fente a ello, días atrás Giuliano, junto al radical Jorge Boasso, el macrista Roy López Molina y el justicialista Osvaldo Miatello –quien además es vicepresidente del Ente de la Movilidad–, habían presentado un menú de cuatro opciones para morigerar y hasta anular un reajuste en el boleto, que entre otras medidas impulsa la fusión de La Mixta y la Semtur en una sola empresa para reducir costos operativos; la integración de un subsidio de la Nación que reciben las dos anteriores al Fondo Compensador del Transporte –bajando así el costo tarifario neto pero integrando a la privada, Rosario Bus, al reparto de esas contribuciones–; el retiro de las franquicias –discapacidad, adultos mayores– del cálculo “para que no sean los demás usuarios los que las financien” y el reclamo al Estado provincial de fondos para el mantenimiento del sistema “como ocurre en las demás provincias”.
Al entender de los ediles, ninguna de esas medidas fueron tenidas en cuenta por el oficialismo, por lo que la discusión en la comisión de Servicios Públicos quedó congelada allí.
Así las cosas el golpe de timón de la alianza oficialista fue avanzar en despachos de comisión y apostar a un cuarto intermedio de la sesión: es decir que la discusión pase directamente al recinto y que se defina el próximo martes a partir de las 12. “Con esto tenemos tres días para avanzar en posibles acuerdos”, explicó el edil Manuel Sciutto. Y aunque el despacho de un boleto a 5 pesos es un 13,6 por ciento menor al valor que arrojó el último estudio de costos, el titular del bloque Socialista puntualizó que se trata de un “precio sugerido” que podría ser el final. “No creemos que haya una suba mayor que esa cifra. Y puede ser menor”, aventuró.
El Municipal aportó para que Rosario Bus pagara sueldos
El Banco Municipal liberó los fondos para que la empresa Rosario Bus pague el sueldo de noviembre a los choferes de esa empresa, con lo cual se alejó la posibilidad de una posible huelga, tal como habían anunciado desde la Unión Tranviarios Automotor (UTA). Para que esto ocurriera, desde el Palacio de los Leones se realizaron reiterados llamados a la entidad financiera con el fin de agilizar las gestiones. En concreto, se consiguió aumentar el giro en descubierto de la empresa que comanda Agustín Bermúdez. El próximo paso será que Rosario Bus consiga los recursos necesarios para abonar el medio aguinaldo.
La secretaria de Servicios Públicos, Clara García, volvió a ponerle palabras a la necesidad de un incremento de la tarifa del boleto para paliar el déficit. “El panorama financiero de las empresas ha llegado a un punto límite”, resumió ayer en declaraciones radiales, al tiempo que aseguró que “los fondos para abonar los salarios de La Mixta y la Semtur están garantizados, no a través de recursos genuinos del sistema sino mediante transferencias de la Secretaría de Hacienda, que deja de hacerlo para otras erogaciones”.
Como la intendenta Mónica Fein y otros funcionarios, Clara García aprovechó la ocasión para reiterar que “el sistema atraviesa un grave problema financiero”.
Ultimo chisporroteo
Tras avanzar en la comisión de Servicios Públicos en el dictamen con boleto “sugerido” de 5 pesos, y cuando la comisión de Presupuesto se aprestaba a hacer otro tanto con el presupuesto y la suba de la TGI, la reunión tuvo un momento de zozobra: “Esto no era lo acordado”, interrumpió Jorge Boasso, marcando que el tema del boleto se entendía por la “urgencia” pero no las cuentas para 2015. Y advirtió que si avanzaban, la oposición no daría quórum. Finalmente algo calmó aguas y la sesión arrancó con casi todos en sus bancas. Y además la comisión había dado despacho a otro tema: un proyecto del socialista Miguel Zamarini y su par peronista “solidario” Carlos Cossia para eximir del pago de la TGI a más a jubilados y pensionados.