Las apariencias engañan. Marcos era uno de los compañeros más queridos y un alumno ejemplar entre los 30 estudiantes de 5° año de la Escuela de Enseñanza Media para Adultos (Eempa) N° 1299, de Córdoba 2635. Pero todo cambió cuando se fugó con 56 mil pesos que iban a ser para la fiesta de egresados. Nadie más supo de él. “Se ganó la confianza de todos y se lo tragó la tierra. Actuamos de buena fe y nos perjudicó. Lo llamamos por teléfono, fuimos hasta la puerta de la casa en distintos horarios y lo escrachamos en redes sociales. La plata ya la dimos por perdida”, dijo a El Ciudadano José Menéndez, uno de los alumnos damnificados.
El peor de la clase
Todo empezó a principios de este año cuando Marcos, de 27 años, se ofreció para organizar la fiesta de graduación de los dos cursos de 5° año de la escuela nocturna. Al poco tiempo llegó con la noticia de que había contratado para el 8 de diciembre un salón del club social Argentino Sirio de Italia al 900. “Él dejó una seña de 9.600 pesos en el salón y tenía que dejar la mitad. Nunca lo hizo. Después el encargado tuvo la buena voluntad de devolvernos ese dinero que ya lo repartimos entre todos”, contó uno de sus compañeros.
En un principio la tarjeta costaba 800 pesos y después aumentó a 1.000, según les había advertido Marcos. Los estudiantes comenzaron a sospechar. “Tenía que juntar cerca de 150 mil pesos para una fiesta de 200 personas. Nos llamó la atención que subiera el precio de la tarjeta. El dueño del salón nos advirtió que teníamos que depositar la mitad del total porque si no le daba de baja a la reserva”, resumió el estudiante.
En cuestión de semanas los alumnos juntaron unos 65 mil pesos y se los entregaron a Marcos. Tenían la ilusión de festejar su fin del ciclo secundario que tanto esfuerzo les costó, ya que la mayoría son trabajadores y a nadie le sobra nada. Menéndez contó que después del mal trago que pasaron un grupo de alumnos lo fue a buscar a su casa en varias oportunidades, lo llamaron por teléfono y solo lograron dar con el contestador que decía que la línea no correspondía a un abonado en servicio.
Sin rastros
El alumno señalado por quedarse con el dinero es oriundo de Entre Ríos y sus ex compañeros intuyen que debe estar escondido o en esa provincia. “Al escracharlo en las redes sociales, saltó gente que lo conocía de esa provincia y aseguraron que es cleptómano”, contó José. “No podíamos creer que un pibe que le daba una mano a todos los compañeros en materias como matemática o química, que era muy aplicado, que participaba en todo, nos haya estafado. Nos sorprendió a todos”, se lamentó el estudiante.
Este miércoles será el acto de fin de año de la Eempa y de la entrega de diplomas y medallas de los dos cursos en Jujuy al 1900 –en el salón de actos de otra escuela prestado para la ceremonia de colación de grado–. Pero el sabor amargo, la traición y un sueño incumplido todavía lo sienten a flor de piel. Dijeron que no harán ninguna fiesta. Los estudiantes intentaron organizarse para hacer la denuncia en la Justicia, pero cada uno debía hacerlo por su parte, según las explicaron sus abogados.
Comentarios