Los menores de 19 años de Los Caranchos y Atlético del Rosario juegan por la Copa de Plata del Torneo de la URR. Es la segunda fecha del reducido. Los Caranchos están al frente y llegan al try, pero Franco Gaglio, el autor, le avisa al árbitro que tenía que anularlo, que había cometido knock on.
El TMO (NdR: oficial de televisión de partido) sólo se encuentra en las principales ligas del Mundo. En Argentina sólo se utiliza en los partidos de clubes que son televisados. Por eso, cuando el árbitro no tiene ese recurso todo queda atado a la honestidad del deportista.
El viernes, jugaban por la segunda fecha del Final Four por la Copa de Plata en la división de Menores de 19 años: Los Caranchos y Atlético del Rosario, un encuentro que tenía mucho en juego para ambos clubes por la instancia del certamen.
Era el final del primer tiempo cuando ganaba Caranchos 12 a 5. En una jugada que terminó en try debajo de los palos, Diego Raviculé, árbitro del encuentro, convalidó la conquista. Pero Franco Gaglio, centro de Caranchos, se acercó para confesarle que la pelota se le había caído hacia adelante y que luego la agarró para apoyar el try. Por lo tanto, que no debía cobrarlo.
Raviculé tenía obstaculizada la visión y no advirtió el knock on previo, además los jugadores de Atlético no protestaron. El referí consultó nuevamente a Gaglio y este confirmó lo sucedido. La jugada terminó con scrum a favor de Atlético y el score continuó 12 a 5.
El encuentro finalizó con victoria de Caranchos 34 a 29, en un duelo que fue muy disputado y de mucha paridad.
Para ganar o lograr un resultado no hace falta hacer trampa, sólo hace falta esfuerzo, trabajo y dedicación.
“Esos son los valores que hay que rescatar, cuando sean viejos son las cosas que les van a quedar. Las cosas más lindas del rugby son los valores que perduran, uno aprende a transmitir: educación y no sólo las cosas que queremos para los chicos dentro de la cancha sino también afuera. Felicito a Franco Gaglio, por el hecho de notable generosidad y de una caballerosidad absoluta”, fueron las palabras en el tercer tiempo de Leandro Lobrauco, ex Puma, actual entrenador de la M19 de Plaza y referente de Botines Solidarios en Rosario. Luego, Franco recibió el aplauso de los jugadores de Atlético y sus compañeros.
El rugby no es un deporte diferente a otras disciplinas, lo que hace especial a la ovalada son los valores que se van transmitiendo de generación en generación, lealtad, compromiso, amistad, respeto por el rival, el árbitro, compañeros y todos aquellos que componen la familia del rugby.
El rugby se ha profesionalizado y cada día hay más intereses en juego, sin embargo en el amateurismo, lugar dónde se forman nuestros Pumas, la docencia en cuanto a los valores no claudica, continúa y cada vez con más fuerza. Es cierto el gran sueño de todo rugbier es poder vestir la albiceleste con el yaguareté en el pecho, pero antes que ser un jugador del seleccionado hay que forjar buenas personas, y esas son palabras de un sabio entrenador rosarino que siempre se lo escucha decirles a sus dirigidos.
En tiempos en los que en el fútbol, se discute el VAR, un recurso que hace más justo y ayuda al árbitro para que los fallos sean bien tomados. Porque más allá de los intereses y de la presión por ganar, esos adultos tienen que pensar que hay miles de niños y adolescentes que los miran y quieren copiar. Desde el deporte, y mucho más por la masividad del fútbol se pueden ofrecer buenos ejemplos para que los futuros adultos sean personas de bien.
Y es motivo de orgullo para la familia del rugby, como Los Pumas pregonan estos valores que les fueron inculcados en ese precioso mundo de los clubes, en el más puro amateurismo.