Sin iluminación ni señalización adecuada. La llamada curva de a muerte, en la ruta nacional 33 a la altura del ingreso a la localidad de Pérez, sumó en la noche de este miércoles otro siniestro, aunque ahora sin consecuencias graves: un auto con dos personas mayores y dos chicos volcó y quedó ruedas arriba en la cuneta. Los cuatro ocupantes del vehículo pudieron salir por sus propios medios de la cabina y fueron atendidos en el lugar por un servicio de emergencias, sin necesidad de traslado. Es el cuarto hecho de su tipo en el lugar en apenas tres semanas. El intendente de Pérez, Pablo Corsalini, se quejó de la falta de mantenimiento por parte de Vialidad Nacional.
El siniestro fue con un Nissan Tiida en el que viajaban un matrimonio y sus dos nietos, menores de edad. El auto quedó dado vuelta. Personal de la ambulancia que llegó hasta el lugar pudo atender por las lesiones leves a todos, y no hizo falta derivarlos a un centro de salud.
El sector, sobre el ingreso a Pérez, no tiene iluminación. Los primeros indicios apuntan a que el conductor manejaba a alta velocidad y no anticipó la curva, que además no está claramente señalizada. Los reclamos sobre el mal estado de esa parte de la ruta se suceden sin que haya respuesta. Una zona que se torna peligrosa para quienes no la conocen, incluso de día.
«Desde hace un tiempo que viene sin mantenimiento de parte de Vialidad Nacional. A eso hay que sumar que falta el alumbrado por el robo de un transformador, y hasta el momento aún no se pudo resolver», se quejó el jefe político de Pérez consultado por Cadena 3. «El gris entre licitaciones y licitaciones nos juega también una mala pasada», abundó Corsalini.
El sector es de alto riesgo, más allá de posibles imprudencias al volante. Antes que el siniestro de este miércoles, se sucedieron otros tres en poco tiempo. El primero involucró a un camión que transportaba harina desde Brasil, el sábado 7 de mayo último. Despistó y en el derrape se llevó puestos guardarrail y señalización. A ese siniestro le sucedió el de un auto que el miércoles pasado quedó en el zanjón a la vera de la calzada y el de un utilitario que hacía un servicio fúnebre trasladando un cuerpo desde Bariloche a Granadero Baigorria, que también se salió violentamente del asfalto en la curva.