El Mundial de Clubes tendrá la final esperada entre River y el lujoso Barcelona, que sin las estrellas de Lionel Messi y el brasileño Neymar, ganó con comodidad 3-0 al limitado Guangzhou Evergrande, de China, con una tripleta del goleador uruguayo Luis Suárez.
Sorpresivamente, Messi se quedó fuera del debut blaugrana por un cólico renal, según informó el club en un parte oficial y hasta inyectó incertidumbre sobre su presencia el domingo (a las 7.30 de la Argentina) en la final, pese a que el propio Suárez auguró que estará en el campo del estadio Internacional de Yokohama para la cita de honor.
Junto a la anunciada ausencia de Neymar completaron la frustración de 70 mil hinchas que asistieron al mismo estadio sede de la final. Sus lugares fueron ocupados por Munir El Haddadi y Sergi Roberto. La parte dolorosa de este encuentro fue la fractura que sufrió el volante chino Zou Zheng a los 34 minutos de juego cuando fue a disputar una pelota aérea con el brasileño Dani Alves.
Aún sin las luces singulares de Messi y Neymar, Barcelona manejó tiempos para alzarse con una victoria tan cómoda y con holgura mensurada, con Suárez como definidor y Andrés Iniesta como conductor y asistidor de lujo para el segundo gol. Así y todo el gol recién llegó a los 39 minutos, cuando el croata Ivan Rakitic remató frontalmente desde fuera del área, el arquero dio rebote hacia adelante y Suárez, baqueano en sortear posiciones adelantadas, se hizo presente para empujar al gol.
Fue en el primer tiempo en el que Guangzhou tuvo su única llegada de peligro con un cabezazo del brasileño Elkeson que llevó al lucimiento del arquero chileno Claudio Bravo. A poco de iniciado el segundo tiempo, Jordi Alba inició un ataque por izquierda, hilvanó al medio con Suárez, le dejó la pelota a Iniesta, que se la devolvió con un pase mayúsculo al medio del área, y el uruguayo primero recibió con el pecho y definió al segundo palo.
Barcelona hizo un partido sin gasto, porque manejó el partido caminando y apenas si Rakitic aceleró cuando quiso. A los 20 minutos el árbitro salvadoreño Joel Aguilar vio una falta donde no la hubo de Huang Bowen sobre Munir y le dio un penal que Suárez convirtió en gol. Luego el entrenador Luis Enrique formalizó los cambios para dar descanso a algunos, por caso Iniesta, con la vista puesta en el domingo.
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