El testigo Enrique Alfonso Severo sería convocado la próxima semana para declarar en el juicio por el crimen del militante Mariano Ferreyra, en tanto que el Tribunal Oral Criminal Número 21 rechazó someterlo a una pericia psiquiátrica, como había solicitado la defensa de uno de los acusados.
Al reanudar el debate, el Tribunal informó que entre el martes y jueves de la próxima semana Severo podría ser convocado a declarar, luego de que permaneciera desaparecido durante 24 horas la semana pasada, en la misma jornada en la que debía presentarse a dar su testimonio en el juicio.
El ex directivo de Ferrobaires, que había declarado en la instrucción sobre los supuestos responsables del asesinato de Ferreyra, levantó expectativas sobre su testimonio el pasado jueves cuando, según denunció, fue secuestrado por un grupo de personas que lo acusaban de «buchón» y lo amenazaban con matarlo por haberse metido con el ferrocarril.
En tanto, los jueces no hicieron lugar al pedido para que a Severo se le practique una pericia psiquiátrica tal como había solicitado el abogado Alejandro Freeland, defensor del segundo del gremio Unión Ferroviaria, Juan Carlos «Gallego» Fernández.
El abogado defensor había argumentado el pedido de pericia para saber si Severo es «un fabulador», pero el Tribunal resolvió que primero se escuche su declaración y luego se evalúe si es necesario o no un estudio de ese tipo.
Por otra parte, entre los testigos que declararon este jueves estuvieron Jorge Hospital, dirigente de la lista Gris opositora a la Verde que lidera el principal acusado, José Pedraza, titular de la Unión Ferroviaria.
«Los mecanismos democráticos son inexistentes en la Unión Ferroviaria», dijo el testigo ante el Tribunal, y recordó que «no había asambleas y no existía vida gremial como tal».
Hospital aseguró que «la Unión Ferroviaria siempre se opuso al pase a planta de los tercerizados» y que «hacían una campaña diciendo que no eran ferroviarios».
El testigo remarcó, incluso, que en una oportunidad tomó conocimiento que al perder un partido de metegol en instalaciones del gremio, el acusado Gabriel «Payaso» Sánchez mostró un arma de fuego.
También se refirió a los manejos en el gremio y la empresa UGOFE y aseguró que cualquier trabajador que quería hacer ingresar a algún familiar «tenía que ir a ver a Fernández, a (Juan Pablo) Díaz u otra autoridad» de la UF.
«Desde que asumió UGOFE, el gremio se convirtió en una oficina de recursos humanos», graficó.
Además, Hospital sostuvo que cuando en octubre de 2010 hacía tareas de militancia repartiendo volantes en los talleres ferroviarios de Remedios de Escalada, «una patota» lo agredió y quiso expulsarlo del lugar, y entre ellos pudo identificar a Gustavo Alcorcel, un delegado de la UF que está siendo juzgado en este proceso oral.