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Sin remedio: fumigaron con agrotóxicos cerca de una escuela y en horario de clases en Villa Amelia

El pasado 16 de junio vecinas y vecinos autoconvocados marcharon a  la sede de la Gobernación con petitorio, mientras que en la vecina localidad cerca de las 11.30 padres y madres preocupados vieron cómo el establecimiento, con las ventanas abiertas para resistir al covid, era invadido por veneno

“Está comprobado que la deriva llega a 1500 metros, la ley que permite fumigar hasta 500 metros de los establecimientos y de los cascos urbanos quedó vieja”, explica Lorena Sanzo, integrante de la Asamblea de Vecinos Autoconvocados La 18, en referencia a las fumigaciones con agrotóxicos en las zonas urbanas cercanas a campos que tuvo un nuevo capítulo de alto contenido simbólico.

El pasado 16 de junio, un grupo de vecinos y organizaciones se llegaron hasta la sede de Gobernación en Rosario con un petitorio para modificar la norma de fitosanitarios. Lo paradójico es que, ese mismo día, mientras estaban en Rosario, fumigan en un campo ubicado a apenas 600 metros de la escuela del “Paraje de El Caramelo”, en la localidad de Villa Amelia. Y justo cuando las alumnas y los alumnos estaban por terminar el día de clases y sus padres y madres los esperaban en la puerta. “Como la escuela está en medio de campos, se podía ver la máquina fumigadora tirando veneno”, enfatizó la ambientalista.

El pasado 16 de junio hizo mucho frío en Rosario. Igual, vecinos y asociaciones ambientales se reunieron a la mañana en Santa Fe y Dorrego para pedir a las autoridades locales la urgente modificación  de la ley que permite fumigar hasta 500 metros de los cascos urbanos y parajes y que deja un “blanco” para que cada comuna adapte la distancia según su geografía y límites. “Nosotros  (en Villa Amelia) tenemos fumigaciones a 80 metros y con pacientes oncológicos cercanos. Tenemos el veneno legalmente cerca ”, le dijo Lorena a El Ciudadano.

Esa mañana de mediados de junio, en paralelo con la movida frente a Plaza San Martín, en Villa Amelia, unos 22 kilómetros al sur del centro de Rosario, cerca de las 11.30 de la mañana padres y madres esperaban en la puerta de la escuela a sus hijos cuando presenciaron cómo estaban fumigando un campo a unos 600 metros de distancia. En esta época de pandemia y con los protocolos pertinentes al caso, las ventanas de las aulas se encuentran abiertas para permitir la ventilación cruzada y evitar la propagación del coronavirus. Pero mientras intentaban eludir el covid-19, los niños y adultos quedaron expuestos al humo con agroquímicos.

“Es indignante que estemos viviendo esta situación, en donde como sociedad se está haciendo un esfuerzo por cuidar la salud y cumpliendo las restricciones con muchas dificultades. En cambio, las autoridades comunales y provinciales siguen avalando estas prácticas que nos envenenan. No podemos naturalizar que al retirar a nuestros niños y niñas de la escuela nos encontremos con esta situación. ¿Quiénes garantizan que los productos químicos que están suspendidos en el aire no afectaron a los niños y niñas que miércoles, jueves y viernes estuvieron en la escuela?”, señala un comunicado de la Asamblea de vecin@s Autoconvocad@s La 18.

Lorena recalcó que la fumigación se realizó en pleno horario escolar, en contravención con la ley ya que debería realizarse en un horario que no afecte o perjudique a la población. “Fue un horror, hay más días, podría haber sido un sábado, eso debería haberlo acordado el productor con el presidente comunal”, insistió Lorena, que además de pertenecer a la asociación es mamá de alumnas de la escuela afectada.

Recetas agronómicas

Sanzo explicó que ellos piden las recetas agronómicas y en su mayoría lo que se encuentra es glifosato: un herbicida que ha sido clasificado por la Organización Mundial de la Salud como probablemente cancerígeno para los seres humanos y es parte del paquete tecnológico de cultivos genéticamente modificados más químicos a los que son inmunes. “Sufrimos antes la fumigación cercana en un avión, que está prohibida por ley en todo el territorio provincial”, recordó la mujer sobre una práctica aérea expresamente vedada cerca de centros urbanos por la alta deriva de los químicos por acción del viento en altura.

Campos denunciados

Es época de fumigación, y los campos viven siendo denunciados.  Por eso vecinos y vecinas de las localidades de Villa Amelia, Álvarez, Alvear, Coronel Domínguez y Piñero, localidades ubicadas a la vera de la ruta 18, unificaron reclamos en la organización Asamblea de Vecinos Autoconvocados La 18.

La organización realiza varias actividades, como ferias agroecológicas y muestras fotográficas, la última de ellas de Pablo Piovano: “El Costo Humano de los Agrotóxicos”.

Sanzo da un ejemplo de lo que sufren: “Tenemos un vecino con linfoma no Hodgkin, que es un cáncer en la sangre muy particular relacionado con los agrotóxicos en varias publicaciones científicas, y empezamos a conocer de muchas personas con diferentes patologías vinculadas a los agrotóxicos que se utilizan en las fumigaciones”, explicó.

El costo humano de los agrotóxicos

Pablo Piovano recorrió Entre Ríos, Chaco y Misiones fotografiando el drama de los agrotóxicos. Alguna fotos de su ensayo fotoperiodístico

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