Los visitadores médicos de todo el país, y los de Santa Fe en particular, están en estado de alerta al cabo de dos años que no tienen paritarias. La situación es más grave en la provincia porque las cámaras patronales (laboratorios farmacéuticos) se niegan a concurrir a las negociaciones salariales con una exigencia que excede el marco de esa mesa de acuerdo: la derogación de una ley santafesina por la cual los agentes de propaganda médica deben estar habilitados por el Ministerio de Salud, que otorga carnets habilitantes tras una capacitación intensiva.
La parte patronal está compuesta por tres cámaras empresarias: Caeme, que agrupa a los laboratorios extranjeros, Cilfe, que nuclea a los nacionales, y Cooperala, de los más chicos que se producen sólo algunas especialidades y ocupan menos visitadores.
Jorge Martín, secretario general de la Asociación Agentes de Propaganda Médica (AAPM), explicó a El Ciudadano que la última paritaria del sector fue en 2015, durante la anterior gestión política nacional. «En 2016 no acordamos, y este año todavía el Ministerio de Trabajo de la Nación todavía no las convocó», agregó. En ese período, aclaró, sólo hubo negociaciones entre comisiones internas y empresas en algunos laboratorios, que terminaron reconociendo el deterioro del poder adquisitivo ante la ausencia de aumentos salariales y otorgando sumas a cuenta. Ese camino es irregular y débil: depende de la fuerza que tengan los delegados en cada firma farmacéutica.
Las paritarias están aún más complicadas en Santa Fe. Los laboratorios exigen antes de sentarse a negociar sueldos que el gremio interceda para que se derogue una ley por la cual el visitador médico debe tener un carnet habilitante que otorga la Inspección de Farmacias por mandato del Ministerio de Educación. Es un reconocimiento a la profesión, que implica el cursado de una carrera con 1.600 horas cátedra, lo que equivale a tres años de cursado. Martín enfatizó que no están dispuestos a ceder a la extorsión patronal y que además no corresponde al marco de una paritaria avanzar sobre leyes de la Legislatura provincial.
El gremialista aclaró los motivos de esta pretensión empresaria: sin el carnet, podrían contratar a cualquier persona para la tarea de propaganda médica, pagando menores salarios. Además, los supervisores y gerentes de los laboratorios no cursan la carrera exigida por la provincia y les está vedado el ingreso a los consultorios para preguntarles a los médicos por el desempeño de los visitadores.
El Ministerio de Trabajo que conduce Carlos Tomada, denuncian desde AAPM, argumenta que para convocar a paritarias deben presentarse representantes de las cámaras empresarias junto a los dirigentes gremiales y retrasa las negociaciones en lugar de exigirles a los empresarios que se sienten a negociar.
Los gremios de los visitadores médicos de todo el país, adelantó Martín, se reunirán la semana próxima en Córdoba y allí resolverán las medidas a tomar si persiste la incertidumbre sobre sus salarios.