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Sin televisión de por medio, los candidatos a intendente se soltaron

Pablo Javkin, Juan Monteverde, Roberto Sukerman y Roy López Molina animaron un debate organizado por el centro de estudiantes de Ciencia Política. Los cruces y pases de factura estuvieron a la orden del día.

Pablo Javkin, Juan Monteverde, Roberto Sukerman y Roy López Molina. En poco más de una semana uno de ellos se proclamará vencedor en las elecciones generales y el 10 de diciembre desembarcará en el Palacio de los Leones como el flamante intendente de Rosario. Todos son concejales de distintas fuerzas políticas y este viernes se sentaron frente a un auditorio en la Facultad de Arquitectura para participar de un debate entre candidatos. Se explayaron en torno de cuatro ejes, respondieron preguntas del público y, a diferencia de lo que ocurrió en el debate televisado de la semana pasada, protagonizaron cruces y pases de factura entre todos.

El debate, organizado por el Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, estuvo moderado por la periodista del diario El Ciudadano, Arlen Buchara, y su colega de Radio Sí, Verónica Luchessi. Mostró a cuatro candidatos más relajados que en el que se transmitió el domingo pasado desde un estudio de televisión. Tal vez por eso, además de exponer sus visiones y proyectos para cada uno de los ejes que se plantearon desde la organización, el encuentro se prestó para que hubiera cruces entre los cuatro candidatos.

“Queríamos sacar el debate de los grandes medios para traerlo a la Universidad pública”, dijeron las voceras del centro de estudiantes. Los candidatos Pablo Javkin (Frente Progresista Cívico y Social), Juan Monteverde (Ciudad Futura), Roberto Sukerman (Frente Juntos) y Roy López Molina (Cambiemos), sentados en ese orden luego de un sorteo, dieron su visión y realizaron propuestas en turno de cuatro ejes: ciudad productiva e igualitaria; políticas para una ciudad sin violencia; políticas de género para una sociedad más justa; y una ciudad integrada.

En términos generales, las visiones de cada uno sobre la matriz productiva que debería adoptar la ciudad, las políticas a aplicar para la producción de empleo, sus posiciones y proyectos respecto de la igualdad de género o en materia de seguridad, fueron las mismas que vienen exponiendo desde que inició el año electoral. O, en realidad, los que reproducen en esta última etapa: la posterior a las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (Paso) y de cara a las generales del próximo 16 de junio. Esos mismos que, palabras más, palabras menos, expusieron el domingo de la semana pasada en la pantalla de Canal 3 y Telefe Rosario.

Lo que diferenció al debate de este viernes fue que los guantes no quedaron tirados y los ataques que en televisión quedaron en gran medida sin respuesta, en el auditorio de la Facultad de Arquitectura pasaron de un round a otro.

Tal vez el más notorio fue el que se produjo cuando llegó el momento de hablar sobre urbanización, acceso a la vivienda y a espacios públicos, integración de los barrios, conectividad y sustentabilidad.

El eje llevó el nombre “Una ciudad integrada” y el primero en tomar la palabra fue Monteverde quien cuestionó el rol del Concejo a la hora de fijar políticas urbanísticas para Rosario. “Siempre termina ganando el lobby privado”, dijo, y agregó: “Cuando levantamos la mano en el recinto le damos valor a la tierra, con decisiones políticas y obra pública. Le estamos regalando a un puñado de grandes empresas ese plusvalor que generamos”. El tiempo de exposición se le acabó, pero cuando se le concedió el minuto para réplica, retomó la idea. “Lo que está clarísimo es qué no hay que hacer para tener una ciudad más justa. Por ejemplo, no hay que votar en blanco para que vuelva el neoliberalismo. Hay momentos donde hay que jugársela por más que te traiga alguna pérdida de votos”, mencionó, haciendo referencia a la postura del Frente Progresista en el balotaje de 2015. “Y otra cosa que no hay que hacer es arrodillarse ante el verdadero poder de esta ciudad: la Fundación Libertad”, dijo, y se autodefinió como el único candidato que no mantuvo reuniones con representantes de esa entidad.

Le siguió Sukerman, que cuestionó la política del Frente Progresista en materia habitacional. Dijo que una de las características de Rosario es la “desigualdad estructural”, que la solución no es hacer planes de vivienda en lugares alejados, con carencia en materia de servicios y transporte, y criticó que el municipio no hubiera puesto tierras a disposición de los beneficiarios del plan de viviendas del kirchnerismo –Procrear– quienes, a su entender, fueron expulsados de Rosario a otras localidades.

López Molina aprovechó su turno para golpear directamente al socialismo. “Acepto que en el debate haya cruces, haya chicanas, haya picardías, pero no me gusta cuando se niegan las cosas”, dijo, y apuntó contra el candidato a gobernador del Frente Progresista, Antonio Bonfatti, a quien acusó de “bajarse los pantalones frente al narcotráfico” y no querellar “a la persona que baleó su casa”. También apuntó contra el ex ministro de Seguridad y actual Defensor del Pueblo, Raúl Lamberto, al que tildó de “inútil”.

Javkin respondió sin vueltas a los candidatos de Cambiemos y del peronismo. “Puede ser ingenioso lo que decís, Roy, pero la consecuencia de este gobierno en la Argentina es una fábrica de pobres. Sean serios. Rosario está en la Argentina y hace 12 años que la Argentina no crece. Desde 2012 hasta acá Argentina es una fábrica de inflación y pobreza. Háganse cargo del desastre que está haciendo el gobierno nacional. Unos y otros. ¿Sabés dónde puso la plata el municipio, Roberto? En completar el desastre que (Sergio) Schoklender y (Julio) De Vido dejaron en barrio Toba”, remató el candidato del Frente Progresista en relación a las viviendas que la Fundación Madres de Plaza de Mayo impulsó en esa zona.

Un poco antes, cuando el eje del debate fue la seguridad, Sukerman y López Molina apuntaron contra las políticas del socialismo. Los dos hablaron de la necesidad de “orden”, acusaron al gobierno local y provincial de dejar ingresar el narcotráfico y no desarmar las estructuras policiales que permiten su avance y hablaron de la necesidad de que se cree una fuerza de seguridad que responda directamente al municipio.

“El intendente no es un sheriff”, respondió Javkin, que mencionó que el Estado municipal debe garantizar seguridad pero sin armas. En tanto, Monteverde sostuvo los discursos que promueven la seguridad con más policías “habilita a los Chocobar”.

Pese a sus expresiones, el debate se desarrolló con tranquilidad, entre ovaciones y algunos chiflidos. En el cierre, Sukerman se definió como “orgulloso peronista”, y luego Monteverde dijo también estar orgulloso de pertenecer a Ciudad Futura. “Le recomiendo a Roberto que se afilie al peronismo, como yo estoy afiliado a mi partido”, le dijo.

A diferencia del debate televisivo, en el que evitó entrar en controversia con sus contrincantes, este viernes el candidato del Frente Progresista fue el que más veces contraatacó, sobre todo a los candidatos del peronismo y de Cambiemos: los mandó a estudiar los presupuestos y destacó la deuda de 80 mil millones de pesos por coparticipación que el Estado nacional tiene con la provincia de Santa Fe. A él lo acusaron de ser “hijo de la Alianza”.

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