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Sin unión civil, el Senado vota hoy matrimonio para todos

El oficialismo rechazó el proyecto de vínculo contractual. La sesión comenzará a las 12.30, si hay quórum.

El proyecto de ley sobre matrimonio igualitario finalmente llega hoy al recinto del Senado de la Nación, bajo un clima de división en la sociedad con respecto al tema. La sesión está pautada para las 12.30 y ayer hubo dos novedades: una parlamentaria, atento a que el oficialismo resolvió dar de baja por cuestiones reglamentarias el tratamiento de los proyectos de unión civil; y otra política, que fue la multitudinaria marcha católica y evangélica a la Plaza de los Dos Congresos en oposición al casamiento entre personas del mismo sexo (ver página 8). Los legisladores que se oponen al proyecto anunciaron que insistirán en la unión civil como mal menor, mientras que se especula sobre si habrá o no quórum para iniciar la sesión.

El proyecto de ley para modificar el Código Civil y permitir que personas del mismo sexo puedan gozar de los mismos derechos civiles vinculados al matrimonio que el resto, partió en dos a la sociedad argentina y vigorizó a la Iglesia católica, que movilizó a sus estructuras para enfrentar el debate.

Finalmente, ante el pedido de impugnación de los proyectos para discutir también la unión civil efectuado por el titular del bloque oficialista en el Senado, Miguel Ángel Pichetto, el titular de la Cámara alta, José Pampuro, dio lugar al reclamo y sólo se tratarán hoy –siempre que haya quórum– la media sanción de Diputados que habilita el matrimonio gay y el proyecto que lo rechaza.

Así, el oficialismo busca evitar que algunos senadores que dudaban por inclinarse a favor de la unión civil, no cuenten ahora con esa posibilidad a la hora de votar. Los últimos guarismos en la cámara indican que habrá una votación ajustada y en el oficialismo dicen que tienen una luz de ventaja sobre los que se oponen al proyecto, teniendo en cuenta que hay varios opositores que se ausentarán en la sesión.

En tanto, desde los sectores que se oponen buscarán insistir hoy con el tratamiento en el recinto del Senado del proyecto de unión civil, a pesar de la impugnación a la que hizo lugar Pampuro.

Desde la oficina del presidente provisional del Senado (Julio Cobos está a cargo del Ejecutivo por el viaje de Cristina Kirchner a China), señalaron que “el dictamen impugnado, que aconsejaba la aprobación de un proyecto que regula la unión civil, fue declarado inválido por ser contrario a lo dispuesto por el artículo 81 de la Constitución Nacional, en virtud del cual ningún proyecto de ley que sea desechado totalmente por una de las cámaras podrá repetirse en las sesiones de aquel año”.

En este sentido, en la resolución firmada por Pampuro puede leerse como fundamento que los cinco proyectos de unión civil, unificados por el dictamen de comisión, “entraron al Senado con posterioridad a registrarse en esta Cámara el proyecto” de matrimonio igualitario, aprobado por Diputados.

Al respecto, el titular del bloque de la UCR en la Cámara baja, Gerardo Morales, aseguró al término de la reunión de ayer que, luego de tratar el proyecto de matrimonio gay y el dictamen que sugiere su rechazo, “el pleno de la Cámara decidirá” si se mantiene la impugnación a la iniciativa de unión civil o no.

Lo cierto es que, más allá de las cuestiones reglamentarias, nadie podía asegurar ayer que los distintos sectores lograran reunir el quórum necesario para sesionar en el Senado. En medio, buena parte de la sociedad y sus organizaciones se expidió al respecto, desde las iglesias hasta las universidades y escuelas pasando por los partidos políticos y los sindicatos. El debate tampoco estuvo desprovisto de presiones sobre los legisladores, que votarán sobre un tema que divide a la sociedad argentina.

Hipocresía

Por otra parte, el ex jefe de Gabinete de Cristina Kirchner, Alberto Fernández, apuntó ayer duro contra la Iglesia por su campaña contra el matrimonio gay y remarcó que los católicos estarán “más tranquilos” si se respetan los derechos de los homosexuales.

“La misma Iglesia que no sabe cómo ocultar a sus sacerdotes pederastas ya se ha opuesto a que se autoricen tales casamientos. Los obispos y sus laderos han lanzado una formidable presión sobre los legisladores y sobre la misma opinión pública tratando de que una nueva ley jamás sea dictada”, advirtió Fernández en medios radiales. El ex jefe de ministros remarcó que la discusión en torno al proyecto “es otra lamentable expresión de la hipocresía argentina”, puesto que tras ella se esconde “la penosa voluntad de condenar a la marginalidad a muchas personas que solamente reconocen una sexualidad diferente”.

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