Además de representar a los trabajadores del sector, el Sindicato Obreros de Estaciones de Servicio, Garages, Playas y Lavaderos Automáticos de Rosario puso una pata en el sector empresarial, al adquirir cuatro comercios del rubro en la ciudad y uno en Santa Fe, todos pertenecientes a la petrolera Shell.
Así lo confirmaron ayer fuentes de esa organización sindical, que explicaron que la operación busca, por un lado, mantener las fuentes laborales de unos 90 trabajadores del ramo que desempeñan tareas en esas estaciones de servicio, y por el otro aumentar “el capital del gremio” a través de inversiones.
Si bien existe un pacto de confidencialidad entre la empresa vendedora y el sindicato comprador, este diario pudo saber que la operación involucra “varios millones de dólares”.
Las estaciones de servicio de la marca Shell que pasarán a la órbita del sindicato conducido por Ismael Marcón son las ubicadas en Oroño y Córdoba; 3 de Febrero y Entre Ríos; avenida Francia y Santa Fe y Tucumán y Corrientes (en Rosario); y en Alem y Candiotti, de la ciudad de Santa Fe, de acuerdo a un detalle que hizo público la organización.
La operación de compraventa fue aprobada en una asamblea extraordinaria del sindicato realizada el viernes pasado, en la que los afiliados dieron el okey “por unanimidad” a las tratativas que había iniciado el secretario general Marcón.
“Estamos cerrando la operación, a partir de octubre estaremos en condiciones de hacernos cargo”, dijo ayer el dirigente a este diario. Explicó que el sindicato adquiere los cinco inmuebles y, a la vez, se hace cargo de la operación de las estaciones de servicio.
“Firmamos un contrato de abastecimiento por cinco años con la petrolera, que es un contrato recíproco por el cual nosotros nos comprometemos a prestar el servicio y ellos a abastecernos el combustible”, amplió Marcón.
Las estaciones de servicio en cuestión son explotadas por Shell a través de una subsidiaria denominada Rimidan SA, que decidió desprenderse de expendedoras en Santa Fe, Córdoba y el norte de la provincia de Buenos Aires. Para Marcón, se trata de “un cambio de estrategia” de la compañía angloholandesa porque prefiere hacer eje en la explotación de plantas dela Capital Federal.
“El objetivo es que tenemos activos, el nuestro es un gremio chico que agrupa a seis o siete mil afiliados en toda la provincia, tenemos una cantidad importante de activos excedentes que queríamos invertirlos, y nada mejor que en un bien que genera empleo a los trabajadores del sector”, explicó el dirigente gremial sobre la intención de invertir en estaciones de servicio.
Según Marcón, existe un antecedente de sindicatos que ingresan al mundo empresario en la central obrera de Israel. En Argentina, explicó el secretario general, las experiencias que existen son de organizaciones que, tras las privatizaciones de servicios públicos, obtuvieron acciones de las empresas a través del programa de propiedad participada (caso Luz y Fuerza y Obras Sanitarias, entre otros).
