Un doble atentado con explosivos cerca de una escuela primaria de Siria mató ayer a 32 personas, entre ellas al menos 10 niños, e hirió a 115, a manos de la oposición armada, informó la prensa estatal siria, en el cuarto año de una guerra agravada desde la semana pasada por los bombardeos estadounidenses contra extremistas islámicos que controlan extensas zonas del país.
Los chicos han sido víctimas frecuentes de ataques en la guerra en Siria, aunque ayer parecieron haber sido el blanco del atentado, que empezó con el estallido de un coche bomba seguido por la inmolación de un suicida cuando los padres buscaban a sus hijos entre los escombros, informó la agencia de noticias siria Sana.
La matanza ocurrió frente a la escuela primaria Ekremah al-Makhzoumi, de la ciudad central de Homs, en una zona controlada por el Ejército sirio y donde son mayoría los alauitas, la rama del chiismo musulmán a la cual pertenecen el presidente sirio, Bashar Al Assad, y su familia.
La agencia Sana dijo que al menos 32 personas murieron y 115 resultaron heridas en el ataque, que dejó la calle cubierta de mochilas y restos humanos.
Un funcionario de seguridad sirio que pidió no ser identificado dijo poco después del estallido que al menos 10 chicos figuraban entre los muertos, informó la cadena CNN.
La organización Observatorio Sirio para los Derechos Humanos cifró los muertos en 39, incluyendo 30 chicos menores de 12 años.
El jefe de gabinete sirio, Wael Halaqi, condenó el atentado en declaraciones a Sana, diciendo que “tales actos terroristas no harán que el pueblo sirio cese en su lucha contra las redes terroristas y takfiristas”, usando la palabra con que chiitas y alauitas denominan a los islamistas radicales sunnitas.
El ataque no fue reivindicado, pero los rebeldes que desde 2011 quieren derrocar a Al Assad han cometido numerosos atentados en zonas de Homs bajo control del gobierno, incluyendo misiones suicidas, que son características de los grupos extremistas islámicos que dominan la insurgencia siria. Esos grupos fueron apoyados por los gobiernos de occidente, en particular Estados Unidos que ahora se enfrenta al Estado Islámico.
También ayer, el Observatorio Sirio –que tiene su sede en Londres y documenta la guerra siria con informantes en el terreno– afirmó que combatientes del grupo islamista Estado Islámico (EI) decapitaron a siete hombres y tres mujeres capturados en combates en el norte de Siria, cerca de la frontera con Turquía.
