Nunca antes pensado: los 1.985 taxis que salieron en la madrugada de Navidad fueron mucho para la demanda de los rosarinos. O, al menos, eso constataron los taxistas El cronograma implementado por la Municipalidad, que busca garantizar que para las Fiestas la totalidad de licencias de taxis y remises estén en la calle, funcionó de manera tal que, dijeron los referentes taxistas, sobraron los vehículos. “Hubo poco traslado de familias, había miedo a dejar la casa sola ya sea por el temporal o los saqueos. Así que el servicio fue de diez puntos: no hubo demanda, sobraron taxis”, resumió Francisco Báez, referente de los conductores de taxi. Por su parte, desde la Municipalidad se celebró la disponibilidad del servicio. Tanto Clara García, de la Agencia de Seguridad Vial, como Diego Leone, subsecretario de Servicios Públicos, resaltaron la efectividad del cronograma dispuesto, el trabajo de los taxistas y la prevención que tuvo la ciudadanía a la hora de organizar su noche.
A partir de las 19 del lunes, 25 inspectores de fiscalización del transporte se plantaron en las empresas de radio taxi a fin de corroborar el cumplimiento del servicio. Ese trabajo cortó a las 24, pero continuó tras el brindis. Según se contabilizó, funcionaron 1.985 taxis y se recibieron 4.700 llamados, de los cuales 3.300 fueron resueltos “positivamente”: una efectividad del 71 por ciento. Las llamadas que no pudieron resolverse fueron por haber conseguido un vehículo en la calle o por la demora: en horario pico, la misma fue de entre 30 y 45 minutos.
Para Diego Leone, subsecretario de Servicios Públicos, el servicio funcionó bien y la clave fue que los taxistas hayan trabajado: “Como siempre, no fue perfecto pero estuvo bien. Lo más importante es que hubo conciencia para trabajar y que la cantidad de taxis en la calle coincidió a grandes rasgos con lo que esperábamos del cronograma”. Se especulaba que hasta las 23 del lunes 2.200 taxis debían estar en la calle, mientras que después de las 24 debían ser cerca de 1.100; por lo que, efectivamente, los números rondaron lo esperado. Un factor que destacó Leone fue que mucha gente se previno y se organizó para no tomar taxis. En cuanto a los colectivos, el funcionario dijo que la frecuencia fue la de un domingo.
Sin embargo, lo novedoso de la Nochebuena y la Navidad fue que, contra lo que todos imaginaban, conseguir un taxi en la calle no fue difícil. Al menos así lo manifestaron referentes de taxistas consultados por este medio, y otras tantas personas que, en distintos horarios de la madrugada, necesitaron de un taxi y poco tuvieron que esperar para conseguirlo. Las razones, consideraron los choferes, fueron múltiples. Por un lado, puede haber sido el miedo a dejar la casa sola por los últimos saqueos o el temporal anunciado que no llegó, aunque también, arriesgaron, hay menos ánimo de festejar y con eso menos traslados de familias. La realidad es que el servicio cubrió la demanda. “Eso es lo correcto. La gente tiene que tener la seguridad de que el servicio esta disponible”, dijo Clara García, al mando de la Agencia de Seguridad Vial y a cargo del control del servicio.
“Hubo un montonazo de taxis en la calle. El servicio fue de diez puntos”, se jactó Francisco Báez, uno de los referentes de los conductores de taxis. Para Mario Cesca, presidente de la Asociación de Titulares de Taxis Independientes, el cronograma fijado para el 25 fue “inútil”. “No hay nadie en la calle”, dijo. “Ayer y hoy (por el 24 y el 25) la demanda fue escasa”. Por eso, para él, en Año Nuevo la movilidad será aún menor.