La periodista y narradora Josefina Licitra estará esta semana en la ciudad invitada por el Sindicato de Prensa Rosario (SPR) para presentar su último libro y dictar un taller para profesionales y estudiantes de periodismo.
La primera de las actividades (con entrada libre y gratuita) se llevará a cabo este miércoles, a las 19, en el Centro de Formación Profesional Pichincha (Santiago 146 bis), donde la autora de Los Imprudentes. Historias de la adolescencia gay lésbica en Argentina y Los Otros. Una historia del conurbano bonaerense dará a conocer su crónica novelada El agua mala. Crónica de Epecuén y las casas hundidas.
Un día más tarde, en el mismo Centro de Formación Profesional del SPR, Licitra dictará un taller de crónica que se extenderá hasta el viernes 11 en el horario de 17 a 21. El taller tendrá un costo de 400 pesos para afiliados y 450 para no afiliados con un cupo limitado.
Para la inscripción se solicita completar un formulario en www.spr.org.ar con una propuesta de historia que el interesado quiera trabajar a lo largo del curso. Se pueden realizar consultas por correo al sprpichincha@gmail.com y en forma personal en la sede del gremio (Juan Manuel de Rosas 958) el miércoles de 10 a 15.
Josefina Licitra es una periodista y narradora argentina que escribe, entre otros medios, en Babelia (suplemento cultural del diario El País de España) y en las revistas Piauí (Brasil), Letras Libres (México), Internazionale (Italia) y Ya, Domingo y El Sábado que dependen del diario chileno El Mercurio. Es autora de los libros Los Imprudentes. Historias de la adolescencia gay lésbica en Argentina (2007, Tusquets), Los Otros. Una historia del conurbano bonaerense (2011, Debate).
En 2004, ganó el premio a mejor texto otorgado por la Fundación Para un Nuevo Periodismo Iberoamericano, la entidad presidida por Gabriel García Márquez hasta su muerte.
Con una sugestiva precisión en la que los hechos reales se despliegan en un elaborado tamiz literario, El agua mala narra el drama social de Villa Epecuén, el pueblo bonaerense que supo ser uno de los polos del turismo termal más importantes del país y que, tras una crecida de un lago –el 10 de noviembre de 1985– quedó bajo agua condenándolo, en tan sólo tres semanas, a la eterna desaparición.
