Un joven de nacionalidad boliviana de 21 años sufrió de dolores estomacales mientras se trasladaba en un colectivo de larga distancia desde Jujuy a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba). A la altura de Rafaela y tras un operativo de control de la Gendarmería Nacional debió ser trasladado a un hospital donde expulso más de 50 capsulas que contenían cocaína. Además, los uniformados secuestraron entre sus pertenencias una veintena de cápsulas.
Tras un proceso en el fuero federal de Rafaela, la defensa oficial y la Fiscalía, a cargo de Jorge Gustavo Onel, pidieron el sobreseimiento. Consideraron que el joven había sido captado por una organización narcocriminal y que era víctima de trata de personas. Si bien el juez federal Reinaldo Rodríguez no estuvo de acuerdo y consideró que el muchacho cometió dolosamente el delito, dijo que la acusación que abre paso al juicio era una facultad fiscal e hizo lugar al pedido. Tras el sobreseimiento ordenó la libertad y el traslado a su país.
En 9 de diciembre pasado en un control vehicular en la ruta nacional 34 en la comuna de Lehmann, personal de Gendarmería Nacional detuvo un colectivo que venía de La Quiaca, Jujuy hacia la estación de Retiro, de Caba. Uno de los pasajeros de nacionalidad boliviana tenía 21 cápsulas de cocaína entre sus ropas y equipaje. Dijo que se sentía mal, que estaba descompuesto y luego se descubrió que había ingerido otras 59 cápsulas, que eliminó en el hospital Samco de Rafaela durante varios días. En total llevaba 80 cápsulas que hicieron un total de poco más de un kilo, según se desprende del fallo.
Una vez dado de alta médica, Luciano C. fue imputado por el delito de transporte de material estupefaciente y a finales de diciembre lo procesaron. En abril, el defensor oficial presentó en la ante el fiscal Onel, a cargo de la Fiscalía federal de Rafaela, un pedido de sobreseimiento sosteniendo que Luciano había sido víctima de trata de personas en la modalidad de reducción a la servidumbre.
Dijo que Luciano era víctima de extrema vulnerabilidad al igual que su familia. Fue captado y utilizado como mula –término para las personas que llevan drogas dentro de su cuerpo– para el traslado de material estupefaciente, circunstancia en la que puso en riesgo su vida. El planteo fue apoyado por el fiscal Onel.
El funcionario del Ministerio Público Fiscal (MPF) dijo que la reducción a la condición de servidumbre “es altamente plausible en el caso, teniendo en cuenta sus condiciones personales, y la modalidad de traslado, utilizando su cuerpo como un mero envase de resguardo del material ilícito, que luce más seguro para la organización criminal interesada en que la droga llegue a destino, pero altamente riesgoso para la salud del sujeto utilizado”.
Para el fiscal la utilización de Luciano en las particularísimas circunstancias del caso fue un elemento idóneo para inhibir su responsabilidad penal desplazándolo hacia la condición de víctima de trata de personas.
Ante el planteo, el juez federal Rodríguez, quien no sólo está a cargo del Juzgado Federal de Rafaela sino también del de la ciudad de Santa Fe, tuvo en cuenta que Luciano transportó las cápsulas más de 1500 kilómetros con voluntad y consentimiento. A lo que sumó que no exteriorizó arrepentimiento ni manifestó ser víctima del trasporte de drogas.
Para el magistrado su comportamiento fue doloso –es decir con conocimiento de la actividad ilícita–, frenado por la intervención del personal de la Gendarmería Nacional y los dolores estomacales que padecía.
Dicho esto, Rodríguez consideró que ante el pedido fiscal de sobreseimiento, entiende que el funcionario carece de prueba suficiente para pasar a la etapa de juicio por lo que desaparece el presupuesto básico de la contienda ya que la acusación es el marco referencial que delimita el conflicto.
«Si el acusador declina la prosecución del proceso, el juzgador no puede suplantarlo en su rol sin romper el juego de equilibrio entre partes, resignando la imparcialidad y afectando las garantías que la Constitución Nacional y la ley consideran vigentes desde la imputación», indicó en el fallo.
Ante esta circunstancia, el magistrado resolvió dictar el sobreseimiento de Luciano. También ordenó su inmediata libertad y dispuso las medidas para que coordine su salida del país.
Piden el sobreseimiento de un joven que ingirió 80 cápsulas de cocaína por ser víctima de trata