La seccional Rio Turbio de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) denunció que tras fuertes aprietes de gerentes a trabajadores de Yacimientos Carboníferos Rio Turbio para que acepten retiros voluntarios llegaron 400 despidos en la mina, como parte de la “reestructuración operativa interna” instrumentada por la resolución 14/2018 de la intervención estatal de la compañía, encabezada del dirigente santacruceño de Cambiemos Omar Faruk Zeidán.
Las cesantías generaron una masiva protesta que involucró a prácticamente toda la ciudad. La pueblada logró que se abriera una instancia de negociación durante los próximos lunes y martes y que al menos hasta esa fecha se “suspenda” toda cesantía.
Todos los trabajadores de la mina y de otros gremios cumplieron en la víspera una jornada de huelga manifestaban con corte parcial de la ruta de acceso a la ciudad del sudoeste de Santa Cruz en protesta contra los despidos y marcharon junto a vecinos y empleados municipales.
El paro fue decidido por unanimidad en asambleas de los gremios Luz y Fuerza, La Fraternidad, ATE y la Asociación del Personal Superior y Técnico (APSPyT) que conforman la intersindical local y tienen personal de YCRT afiliado.
Las medidas de fuerza fueron dispuestas “en rechazo de las políticas de ajuste del Gobierno nacional, que ejecuta el interventor Omar Zeidán”, dijo Miguel Páez, titular de ATE Río Turbio.
“Salieron a una cacería brutal, con el despido de compañeras embarazadas, delegados, dirigentes sindicales, cargos jerárquicos, supervisores y hasta compañeros a punto de jubilarse”, acusó.
Los vecinos de la ciudad patagónica de 9.000 habitantes y los trabajadores municipales se solidarizaron con los trabajadores, denunciando que la pérdida de 400 puestos de trabajo “tendrá un impacto devastador” para la región.
La intersindical venía reclamando a Zeidán la inmediata puesta en funcionamiento del yacimiento, precisamente para evitar el achicamiento y despidos.
Por respuesta, el coordinador general de YCRT, Sergio Lumachi, reiteró el martes un pedido a la Jefatura del Escuadrón 43 Río Turbio para que enviara 200 gendarmes, “para garantizar la seguridad en la planta industrial, accesos al interior de mina y administración”.