El canciller Felipe Solá renovó este jueves en Naciones Unidas (ONU) el reclamo por la soberanía sobre las Islas Malvinas durante la sesión del Comité de Descolonización del organismo internacional, dijo que hay “una injustificada y desproporcionada presencia militar” en el archipiélago por parte del Reino Unido y reiteró la voluntad argentina de «seguir buscando sin descanso una solución pacífica de la disputa».
De esta forma planteó el titular del Palacio San Martín la posición argentina respecto a la soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes y en rechazo de la presencia del Reino Unido en el archipiélago, usurpado en 1833.
En el ámbito del Comité de Descolonización de Naciones Unidas, Argentina reiteró el reconocimiento de la soberanía sobre las islas, su disposición al diálogo con el Reino Unido en el ámbito del organismo internacional, pero también hizo un llamado de atención respecto a las acciones que realiza el Reino Unido, en especial por su «presencia militar».
El Reino Unido «mantiene en las Islas una injustificada y desproporcionada presencia militar, realizando regularmente maniobras y ejercicios», denunció Solá al participar de la sesión del Comité, realizado en el edificio de las Naciones Unidas en Nueva York.
También se quejó de que el Reino Unido realice en el archipiélago «acciones unilaterales» y recordó que debería abstenerse de hacerlo «hasta tanto se encuentre una solución definitiva a la controversia», tal como lo dispone una resolución de Naciones Unidas.
Entre estas acciones unilaterales, el canciller incluyó «la exploración y explotación ilegal de recursos renovables y no renovables en el área en disputa» al extender «las licencias unilaterales de pesca en las aguas circundantes a Malvinas por 25 años más, a partir de 2031».
«Confiamos en que una vez más, este Comité Especial renovará su compromiso con el derecho internacional y la solución pacífica de controversias, y adoptará por consenso el proyecto de resolución sobre la cuestión de las Islas Malvinas», dijo el canciller argentino al respecto.
En ese marco, Solá reiteró «la voluntad del Gobierno argentino de seguir buscando sin descanso una solución pacífica de la disputa de soberanía».
Solá comenzó su discurso ante el Comité Especial de Descolonización advirtiendo que «el flagelo del colonialismo afecta particularmente a América latina y el Caribe» porque «más de la mitad de los territorios no autónomos se encuentran» en la región.
«Como el presidente Alberto Fernández ha manifestado, no hay lugar para el colonialismo en el siglo XXI», dijo el ministro de Relaciones Exteriores.
En su argumentación, Solá hizo hincapié en que «el derecho a la libre determinación no es aplicable a las Islas Malvinas», como habían pedido los dos oradores isleños antes de la ponencia del canciller, y argumentó que «la composición de la población de las Islas es el resultado de la colonización iniciada por el Reino Unido en 1833».
El canciller recordó que en 1833 el «Reino Unido ocupó ilegalmente y por la fuerza las Islas Malvinas», ocho años después de haber celebrado con la Argentina el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación, el 2 de febrero de 1825.
Subrayó que hasta ese momento la soberanía de la República Argentina sobre los territorios hoy disputados «además de ser incuestionable desde el punto de vista del derecho internacional, era pública, pacífica e ininterrumpida desde el mismo inicio de la existencia del Estado argentino».
Durante esta revisión histórica, el canciller recordó que en 1965, la Asamblea General adoptó la resolución 2065 (XX) «que fue aprobada sin votos en contra» y que reconoció la existencia de una disputa de soberanía sobre las islas y estableció «que la forma de ponerle fin» era «mediante las negociaciones bilaterales entre ambos Gobiernos».
Para el canciller argentino «no existe ninguna razón, salvo la intención del Reino Unido de mantener la manifiestamente ilegítima situación colonial, para que no se retome ya mismo el diálogo bilateral por la Cuestión Malvinas».
Además, Solá recordó que en plena pandemia de coronavirus «la Argentina expresó al Gobierno del Reino Unido su disposición a colaborar con los habitantes de las Islas», pero el ofrecimiento «nunca» tuvo respuesta.
Remarcó entonces que la población de las Islas tiene garantizado su acceso a los sistemas públicos de salud y de educación brindados en el territorio continental y destacó la tarea humanitaria concertada con el Reino Unido -con la intermediación del Comité Internacional de la Cruz Roja- que permitió identificar los cuerpos de los soldados argentinos enterrados en Malvinas.
Sin embargo, sostuvo que el Reino Unido, «además de hacer caso omiso al llamado de la comunidad internacional para reanudar las negociaciones, persiste con sus actividades contrarias a la resolución 31/49 de la Asamblea General, que insta a las partes a abstenerse de llevar adelante acciones unilaterales en el área en disputa hasta que se encuentre una solución definitiva a la controversia».