El diputado porteño y militante trotskista Gabriel Solano visitó junto a Vilma Ripoll la ciudad de Rosario, con tres objetivos: presentar su lista para la interna presidencial dentro del Frente de Izquierda de los Trabajadores-Unidad (FIT-U), dar a conocer la convocatoria para el plenario nacional trotskista que se llevará adelante en la plaza del Congreso el 17 de junio próximo, y presentar su libro “Por qué fracasó la democracia”.
En poco menos de 400 páginas, Solano extiende no sólo un riguroso análisis sobre “el contraste entre las promesas formuladas por los políticos en 1983 y la realidad lacerante que vive el pueblo argentino”, sino una serie de salidas para “la decadencia del régimen social capitalista”, las cuales son su eje de campaña para la presidencia. Para el dirigente del Partido Obrero, que la izquierda opte por ir a las internas no es algo positivo, y por eso impulsa un plenario que busca dirimir las discusiones entre los sectores del FIT-U.
Ripoll es representante del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) -aliado del PO en la interna-, santafesina y licenciada en enfermería, con una amplísima trayectoria política que comenzó luego de su exilio en Colombia en 1977, tras ser perseguida por la última dictadura. La firmatense fue elegida legisladora dos veces, y hoy integra por segunda vez una fórmula presidencial, esta vez como precandidata a vicepresidenta: Solano-Ripoll enfrentarán a la dupla del Partido de los Trabajadores Socialistas, Myriam Bregman-Nicolás del Caño.
– No es común una interna en el Frente de Izquierda, al menos desde que se integró el espacio.
Gabriel Solano (G.S.): Nos hubiese gustado que se resuelva de otro modo. Todavía estamos a tiempo. Tenemos un plenario el 17 de junio que vamos a realizar en la Plaza de los Dos Congresos, que es un lugar muy amplio donde va a haber miles de compañeras y compañeros de todo el país, donde vamos a proponer la fórmula que nosotros integramos para que sea votada, junto con que se vote el programa, las consignas, la metodología de la campaña, todo.
Nos hubiese gustado que el frente de izquierda resolviera así las candidaturas, y no en una Paso. Es una metodología de los sindicatos, por ejemplo el sindicato Amsafé Rosario que cuando tiene que discutir cualquier paritaria conforma una asamblea y vota cuál es la pauta salarial que va a reclamar. Es la metodología clásica de la izquierda. La Paso no es un criterio de verdad que nos parezca correcto. Participa cualquiera, se presta a la manipulación de los medios de comunicación y para nosotros tenía un valor adicional en esta propuesta que hubiese servido también para que el Frente de Izquierda haga lo que nosotros pensamos que tiene que hacer: la izquierda no tiene que sólo ser una lista electoral. Queremos que sea, por sobre todas las cosas, una construcción con un gran peso político y social. Los compañeros del PTS tienen a sus candidatos desde hace un año y medio, mientras que nosotros consideramos que era más importante acompañar a aquellos trabajadores organizados que estaban atravesando conflictos. Necesitamos una izquierda que pelee y que no quede en la estructura institucional o meramente electoral.
Vilma Ripoll (V.R.): No hay que tenerle miedo al debate colectivo, es más, hay que buscar ampliar la participación. No, que no le tienen que tener miedo al debate colectivo. Es lo más natural dentro de todos nosotros, de la izquierda y de los luchadores en general. Debemos tener como objetivo ampliar el espacio de la izquierda con luchadores ambientales, luchadores de género, con todas las luchas, las que fuimos con todos ellos e invitarlos a que sean parte de este Frente de Izquierda y debatir qué situación se viene, que eso es muy importante. Vamos rumbo a una situación terrible, porque como van a pagar la deuda que contrajo Macri y que la asumió el Frente de Todos, pagaron y van a pagar todo, y para pagar todo tienen que reducir todos los presupuestos -cosa que ya arrancaron-, tienen que derrotar las peleas que estamos dando y las que vamos a dar, entonces nosotros queremos debatir con los compañeros que vienen, los nuestros y todos estos sectores de luchadores que vamos a invitar y que queremos que se acerquen al plenario.
– ¿Cómo evalúan la situación del trabajo y de la economía?
– V.R.: Nos parece que es una una situación de guerra contra los trabajadores y los sectores populares. En Salta, los docentes salieron a pelear y les dieron una paliza brutal para que la corten y lograron que salga toda la población. En Jujuy hicieron una reforma de la constitución donde recortan hasta los fueros, lo que es una herramienta para denunciar todo sin que te procesen ni que te metan en cana, y como si eso fuera poco penalizan el derecho a manifestarse. Ellos se están preparando para una situación en donde nos van a tener que saquear a los trabajadores, a los jubilados, a los estudiantes, a todos. Y encima, como se comprometen con pagar la deuda y no tienen los dólares para pagar, y va a haber resistencia de los trabajadores para que sean ellos los que la paguen, entonces están dispuestos a entregar los recursos naturales para pagar la deuda externa.
G.S.: En los años de Menem, la farsa del uno a uno lo sostuvieron con los dólares de las empresas públicas que fueron rifadas. Hoy no hay tantas propiedades del Estado para llevar adelante ese plan, pero queda el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Ansés, que se trata de muchísimo dinero. El gobierno nacional ya comenzó en ese sentido: Massa está entregando los bonos en dólares del Ansés a los bancos. Y en su lugar se quedan bonos en pesos que todo el mundo sabe que, si viene una devaluación monetaria, esos vuelos en pesos no van a valer nada.
Sobre el tema del litio, del petróleo, del gas y sobre el tema de los alimentos son todos aspectos importantes en los cuales hay una batalla internacional entre Estados Unidos y China por quién se los queda, y Argentina asiste a esa pelea solamente a ver a quién se lo entrega en función de determinados intereses económicos inmediatos, y nada más. La hidrovía en el Río Paraná también es puesta por el gobierno en la mesa de negociación, a ver si va para China o si va para Estados Unidos, como parte desesperada de conseguir divisas. (El ministro de Ambiente) Cabandié dijo en agosto de 2021 que si tenemos que conseguir dólares para pagar la deuda externa no podemos cuidar el ambiente. Fue toda una confesión de partes.
Ahora, ¿el país cómo queda a partir de esto? No sólo es un saqueo financiero, sino que esto le crea grandes problemas ambientales al país y a la vez Argentina cada vez tiene una matriz productiva más primarizada. Hoy el empleo industrial en Argentina ha retrocedido. Si vos mirás desde 1970 a la actualidad, descendió casi a la mitad y esto se debe a que si priorizás la producción primaria de determinados commodities, obviamente no va a haber trabajo industrial. Vas a tener más deforestación en todo el norte y en el NEA, más expulsión de las poblaciones originarias, más concentraciones de villas miseria en las grandes urbes. El país está siendo saqueado por todos los que nos han gobernado.
– ¿Te referís sólo a este gobierno o lo ponés en la misma bolsa que el gobierno de Mauricio Macri?
G.S.: Nosotros se lo aplicamos a este gobierno y desde ya al gobierno anterior. Al gobierno de Macri, de Larreta, de Vidal, que responden a intereses más o menos iguales. Nosotros somos la única fuerza que puede decir que no gobernamos aún, cosa que Milei también enarbola como diferencial, y tenemos un programa alternativo que se quiere aplicar, y estamos dispuestos a enfrentar en las elecciones, pero también en la calle todos los días. Y eso vale mucho porque acá nadie está esperando a las elecciones para aumentar los precios. Nadie espera a las elecciones para descargar la crisis sobre la espaldas de los trabajadores, estos tipos gobiernan todos los días.
– Los últimos informes de opinión pública dan cuenta que, en Rosario, los tópicos que más le preocupan a la población son la inseguridad y la inflación. Sobre el primero, ¿cuál es el análisis que plantea la izquierda para solucionar la situación de la violencia urbana?
G.S.: El pez se pudre por la cabeza: en Rosario particularmente tenés el problema del narcotráfico, y para poder combatir el problema del narcotráfico tenés que buscar la solución arriba. Bien arriba quiere decir: ir a los bancos que lavan y fugan la plata del dinero narco. Si vos tenés un soldadito en la esquina de un barrio, ese pibe puede ser victimario en un momento determinado, pero antes que eso fue víctima. Un pibe de 12 años reclutado por una banda narco es una víctima y es un problema social, y es responsabilidad del Estado. Por otro lado, el narcotráfico crece con el amparo de la policía. Vos le preguntás a los vecinos y te saben ubicar los búnkers, los policías saben dónde se vende la droga, los fiscales también. La Cámara Nacional Electoral ya se expresó en marzo pasado por el financiamiento narco de las campañas políticas, entonces vos tenés la policía, los fiscales, los jueces, las fuerzas políticas, al final de cuentas hay un estado narco. El último eslabón, al final de la cadena, está el pibe de 12 años que está en la esquina. Ahí está el problema de fondo.
V.R.: Un puntapié inicial es la legalización de la droga. Porque si vos legalizás y tenés cierto control sobre el consumo, podés liquidar a los grandes grupos, sino sólo penalizás a los pequeños consumidores, que son los pibes que van en cana. En los operativos que gente como Bullrich o Pullaro festejan; te dicen: «Decomisamos, decomisamos». Y lo que secuestraron fueron pequeñas cantidades que tienen los los consumidores al final de la rueda, entonces lo primero es eso, porque si vos legalizás le quitas el negocio al narcotráfico. Es evidente que la droga es un problema de salud pública. Es un tema del Código Penal, sí, pero no tienen dónde ir a recuperarse, acá hay que tener en los barrios centros de recuperación de las adicciones.
– Llama la atención que tu libro se llame “Por qué fracasó la democracia” y seas candidato a presidente.
G.S.: No hay ninguna contradicción. Un régimen social que tiene un 60% de pobres ¿fracasó o no fracasó? Un país que tiene a sus jubilados con una pensión que no alcanza la canasta de indigencia, ¿fracasó o no fracasó? Esto es un desastre. Este país ha sido saqueado porque gobiernan los mismos intereses, y en buena medida hasta alguna parte del personal policial, judicial, de los servicios de inteligencia y hasta político que estuvo durante la dictadura militar. Entonces la contradicción no es que me presento a elecciones, sino que me presento a presidente para superar estas contradicciones: tenemos que conquistar todavía una mayoría popular. Nosotros somos conscientes de nuestras limitaciones, y nuestra presentación a las elecciones está destinada en buena medida a conquistar esa mayoría. La izquierda viene creciendo, pero no al ritmo en el que entendemos que tiene que crecer y para hacerlo se tiene que poner al frente de las broncas populares y demostrar que se pueden conquistar cosas.
Ninguno de los candidatos habla de salario, los únicos somos nosotros, pero ¿cómo es que un sindicato en soledad hizo un paro, fue la huelga y se volvió el único sindicato que conquistó un aumento salarial indexado a la inflación? Ése fue el Sutna (Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino), la CGT no lo logra porque es un grupo de vendidos. Esto te demuestra que si un sindicato solo puede hacerlo, más podría hacerlo el conjunto del movimiento obrero. Ahora el tema del salario es un punto clave en Argentina, y hay que recomponer el salario de inmediato. El que te dice que no se puede está mintiendo, labura para las patronales.
– Gabriel, en tu libro citás la frase de Raúl Alfonsín de que con la democracia se cura, se come y se educa. Otra frase de él decía que si la política fuera sólo el arte de lo posible sería el arte de la resignación.
V.R.: Ni se cura, se come y se educa. Es una democracia tan terrible, que no les garantiza ni la comida, la vestimenta, la casa, la salud, ni siquiera les garantiza la educación a la población. Los derechos enunciados en la Constitución nacional no se garantizan. Acá hay que pasar a garantizarlos bajo otro régimen social, acá tienen que gobernar los trabajadores.
G.S.: Esta es la democracia de los ricos. Acá gobierna la clase social de los ricos, que son una minoría en este país. La mayoría no puede gobernar, si labura todo el día; con jornadas extenuantes de 14 horas de laburo no llegás a fin de mes, no tenés para comprar zapatillas a los pibes, difícilmente puedas tener una política de gobierno. Esta es una democracia de la clase social que gobernó bajo la dictadura militar, y que es la misma que gobierna hoy.