Quienes tengan que pasar por uno de los momentos más difíciles y despedir a un ser querido ya no podrán hacerlo como antes. Desde que empezó la cuarentena por la pandemia del coronavirus las cocherías ya no pueden ofrecer el servicio velatorio. Ahora los cuerpos se trasladan directamente al cementerio o al crematorio. Además restringieron el horario de atención: de 6 a 21 para hacer trámites.
“Antes abríamos las 24 horas. Nuestro rubro debe seguir trabajando porque es esencial, pero desde que el gobierno anunció el aislamiento social obligatorio tratamos de tener el menor personal posible”, explicó a El Ciudadano Rubén De Lorenzo, referente de la Cámara de Servicios Fúnebres de Rosario.
De Lorenzo remarcó que los cementerios también están cerrados. “Sólo puede ingresar el coche fúnebre con nuestro personal (que usa barbijo y guantes) y como máximo dos familiares directos. Es un momento muy doloroso, pero en estos días la aglomeración de personas puede contagiar el virus”, señaló.
En paralelo, el Registro Civil trabaja con una guardia mínima para hacer los trámites de defunción: de lunes a viernes de 9 a 10. En el caso de que alguien muera un fin de semana, los familiares o allegados tendrán que esperar al lunes.
En Rosario hay dos cementerios municipales, La Piedad (Provincias Unidas 2750) y El Salvador (Ovidio Lagos 1840). Ambos alquilan tierras y nichos. Los privados son el de Disidentes, hay dos israelitas y otros son aledaños, como el de Villa Gobernador Gálvez, Granadero Baigorria, Pérez e Ibarlucea.
Situación crítica
De Lorenzo contó que en Rosario el panorama está complicado porque hace seis meses que no funciona el único horno crematorio que hay en la ciudad, en el cementerio La Piedad. Fue clausurado por Litoral Gas y permitía cremar dos cuerpos a la vez.
“Hubo problemas con la conexión del gas y tuvieron que cortarlo. Tengo entendido que lo están tratando de solucionar. Ahora se están haciendo en crematorios privados fuera de Rosario, como Granadero Baigorria, San Lorenzo y Villa Constitución”, explicó el dueño de una de las 19 cocherías que hay en la ciudad.
El referente de la Cámara de Servicios Fúnebres local dijo que otro de los problemas es la escasa disponibilidad de nichos y de tierra. Además, por la cuarentena no se están haciendo reducciones, lo que habilitaría nuevos terrenos.
“Las tierras se alquilan durante cinco años y los nichos por dos. Luego se vuelven a renovar. Pero no hay disponibilidad de tierra. Por día se están desalojando dos o tres. Cuando se desocupa una hay muchas cocherías pidiéndola. No hay lugar para inhumar”, lamentó.
Mejor prevenir
En el marco de la pandemia por el Covid-19 las empresas fúnebres elaboraron protocolos para actuar en el caso de que alguien muera por este virus que acecha y no da tregua.
“El hospital o sanatorio deberá entregar el cuerpo dentro de una bolsa estanca (negra) que tiene que estar sellada herméticamente. El personal deberá estar provisto de barbijos, gafas y bata plástica impermeable. Luego se desinfecta la bolsa, se coloca el cuerpo en el ataúd y se lleva al cementerio o al crematorio”, resumió De Lorenzo.
Y dijo que en el caso hipotético de que haya muchas muertes por coronavirus sólo podrán tomar las medidas de seguridad necesarias.
“Con respecto a los lugares de inhumación se nos escapa de las manos. Tal vez hagan convenios con privados en otros lugares”, agregó.
En la actualidad un servicio fúnebre (estándar) cuesta alrededor de 40 mil pesos. Una cremación cerca de 20 mil.